Según título de dominio inscrito a fojas 546 vuelta número 602 de 1070 del Conservador de Bienes Raíces de Iquique; la Empresa de Ferrocarriles del Estado vendió un retazo de terreno ubicado en el sector "El Colorado" a la Empresa Nacional de Electricidad Sociedad Anónima "Endesa"; cuyo título del vendedor se encuentra inscrito a fojas 1 número 2 del año 1958, y dicho terreno se encuentra - a mayor extensión - a nombre del Fisco de Chile, a fojas 80 número 209 del año 1919; ambos inscritos en el Conservador de Bienes Raíces de Iquique y permanecen en el Archivo Nacional.
No obstante que, el cuestionado retazo de terreno pertenece al Patrimonio de la Municipalidad de Iquique; según título dominio vigente e inscrito a fojas 172 vuelta, bajo el número 394 año 1892 del Conservador de Bienes Raíces de Iquique; pero, por error cometido durante el gobierno de don Juan Luis Sanfuentes Sandonaegui, está a nombre del Fisco de Chile, según inscripción de propiedad a fojas 80 número 209 de 1919 del Conservador de Bienes Raíces de Iquique; en virtud del artículo 58 del Reglamento Conservatorio de Bienes Raíces de Santiago, año 1857, que norma sobre una finca que no ha sido antes inscrita.
En consecuencia, ruego a la autoridad edilicia se sirva demandar la devolución del terreno cuestionado y/o los parlamentarios de la zona se sirvan proponerle a la sucesora empresa eléctrica un acuerdo al respecto.
Mezquindad
Con lo de estos últimos días revive el repetido karma de la derecha chilena: el actuar y gobernar de forma acomplejada. Temerosa ante el vociferante resonar de las redes sociales, y la descarnada dictadura de las encuestas, vacila, tropieza y le cuesta encontrar el rumbo.
Pero esto no es nuevo. La izquierda chilena no es capaz de asumir la legitimidad del triunfo de aquellos que piensan distinto. No están dispuestos a dejarlos avanzar, y han demostrado valerse de toda artimaña para truncar sus planes. De demócratas nada. La pelea chica, la mezquina guerra ideológica a la que nos quieren llevar, no nos llevará muy lejos y por el contrario continuarán empañando la ya vejada imagen de nuestro país.
Quienes dicen defender la libertad, no deben permitir que la intolerancia gane espacio. Hoy más que nunca debemos trabajar por una sociedad más dialogante, amistosa. Solo así podremos tomar raudo viaje al ansiado desarrollo.
La pelea chica, la mezquina guerra ideológica, no nos llevará muy lejos.
Esteban Montaner
Roberto Cisternas Contreras