La industria pesquera del norte y su cluster, están derechamente bajo amenaza. Esto no sólo por las condiciones ambientales que el último tiempo le han hecho perder casi 200 millones de dólares, sino que hoy es injustamente atacada, pues esto da dividendos políticos y mediáticos. El eslogan de que el mar es de "7 familias", ha tenido mucha difusión, no obstante está esto muy alejado de la realidad y los buenos tiempos. Para muestra un botón: Hoy, según SERNAPESCA, más del 50% de la pesca en el país es de origen artesanal, por lo que en volúmenes, la pesca industrial es menor. La actual ley de pesca aumentó en más de tres veces los impuestos del sector. De hecho, sólo en el norte y en los últimos tres años, ha debido pagar más de 30 millones de dólares, lo cual es más del doble de cualquier actividad económica, pagando incluso mucho más, en proporción, que la misma minería.
Por otra parte, somos uno de los pocos países en el mundo que licita los derechos de pesca, cuestión que quedó fijada con la última ley del 2012, siendo hoy las licencias transables, por 20 años renovables.
Así Chile no se alinea con las tendencias modernas mundiales para una pesquería sana, y que adoptan principalmente el principio de "asignación histórica de derechos", que es lo que permite cuidar la sustentabilidad de los recursos y uso razonable de los mismos, lo que a su vez garantiza el goce los recursos para las generaciones futuras. Hoy, el proyecto propuesto por el Gobierno -Ley Corta-, no sólo conservan esta tendencia de licitación de la LTP, sino que además la profundizan y castiga aún más la inversión, ya que transforma en meras expectativas la posibilidad en una nueva renovación de LTP, pues prohíbe expresamente esta renovación y deja lotes exclusivos para asignar. Esto parte de la premisa equivocada de que en el sector no existe competencia, lo que no ocurre, ya que en el norte, la competencia son los mercados internacionales.
Entonces, ¿Qué pecados paga la pesca? Esta ha sido tratada injustamente, y el no incluir a la industria del "norte" y su proveedores en la actual discusión de las modificaciones legales, podría traer como consecuencia de que no se tome en cuenta las características especiales de esta macro zona, ni a las más de 33 mil personas que dependen directamente de la actividad, permitiendo que el centralismo, siga legislando por nosotros y sin nosotros.
"Somos uno de los pocos países en el mundo que licita los derechos de pesca".
Leopoldo Bailac,, presidente Asociación de Industriales de Iquique"