Secciones

Hanamichi Carvajal

E-mail Compartir

A sus 16 años Hanamichi Carvajal es el número uno en su categoría en Chile. El joven deportista está en Santiago estudiando en la escuela de Fernando González, tenista que lo apadrinó.

En el 2017 fue reconocido como el "Jugador con Mayor Proyección" del año, en una ceremonia que contó con el mismo Fernando González y Nicolás Massú.

Su historia con el tenis comenzó a los siete años cuando encontró una raqueta de su padre que lo llevó por primera vez a jugar a una cancha de tenis, para más tarde ser parte del Club de Tenis Chile.

A los 10 años logró su primera medalla al quedarse con el primer lugar en un torneo de adultos en Iquique, por no existir la categoría infantil.

"Cuando gané mi primer torneo estaba muy feliz y seguí entrenando hasta que a los 11 años logré llegar a las finales en la tercera categoría y me tocó jugar con un preparador físico, quien me recomendó a Fernando González".

Sus logros van de la mano con el talento que ya vio Feña González, ya que actualmente ocupa el puesto número 12 en el torneo de la Confederación Sudamericana de Tenis.

¿Cómo cambió tu vida al viajar a Santiago para estudiar?

- Fue un cambio duro al principio. Estaba bastante pequeño. Me tocó vivir solo y el clima me afectó. Pero eso pasa cuando eres más pequeño. Estos cambios van haciéndote mejor. Mi competencia anterior fue en la categoría IFT 18. Con el ranking que uno logra, se clasifica a Wimbledon o Grand Slam júnior. Me fue bien porque llegué a cuartos de finales y sumé diez puntos. Con esto quedé entre los 1500 del mundo en la categoría júnior.

¿Cuáles son tus principales metas?

- Quiero terminar cuarto medio e irme a estudiar tenis a Estados Unidos. Es una meta que tengo para el 2020. Quiero ser un profesional en tenis y me gustaría viajar con una beca deportiva que me cubra el 100%. Ser profesional es una gran meta para mí.

¿Qué mensaje le envía a los jóvenes?

- El deporte es muy sacrificado, sobre todo el tenis. Cuando vienes de regiones es más complejo y se requiere mayor compromiso y un sacrificio enorme. Creo que se debe valorar mucho el esfuerzo que hacen nuestras familias para que estemos bien y logremos nuestras metas. Yo estoy lejos de ellos y he dejado muchas cosas, pero hay más cosas que se vienen en el camino. Hay que estar preparado para pasarlo mal cuando tienes una pasión. Yo vengo de un barrio con poca plata y es todo más difícil porque hay poco apoyo. Yo he contado siempre con el apoyo de mi familia y el Club Cavancha.

Álvaro Collao

E-mail Compartir

Álvaro Collao (33), es un saxofonista iquiqueño radicado en Viena que ha ganado los primeros lugares en interpretación de música clásica en la Universidad de Chile en el año 2009, el Primer Panamericano de saxofón clásico UNAM en México y el concurso Fidelio de Viena 2011 y 2014.

En el 2018 logró su segundo título académico; Máster en Artes y Educación de la Universidad de Música y Artes de la ciudad de Viena convirtiéndose en el primer iquiqueño en conseguir dos máster consecutivos en dicha universidad y se prepara para realizar un doctorado en la Universidad de Graz.

Esta semana llegó a Iquique ya que Junto a la Asociación Cultural Pampa Alegre realizó con artistas de Rusia, Austria, Italia, Serbia, Lituania y Alemania la tercera versión del Festival Internacional de Música y Vanguardia.

Con conciertos educativos, clases magistrales y espectáculos gratuitos para toda la comunidad, tanto en el Salón Tarapacá como en la Iglesia Catedral, el músico volvió a Iquique para devolver el talento que lo caracteriza.

¿De sus metas cuáles son las principales?

- El proceso es infinito. Yo estoy en momento tanto personal como profesional donde aprendo con mis colegas y familias. Hoy yo no siento que haya ganado algo; simplemente he seguido mi instinto y he sido honesto en hacer lo que me gusta. Los títulos universitarios no te abren puertas. Las puertas las he creado yo con el objetivo de seguir con lo que me gusta y compartir con otros artistas para crear proyectos y lograr aplicarlos. Una meta que me tiene muy contento y que quiero seguir desarrollando es este festival. Los artistas vienen con mucha humildad y ganas de compartir experiencias. Quiero que Tarapacá sea un centro importante de Chile de la cultura y las artes para lograr la descentralización.

¿Qué herramientas entrega el festival a la comunidad?

- Valores como perseverancia, disciplina e integralidad. Esto es lo que entregamos con la música, sobre todo en las escuelas a los niños, porque es fundamental que los conozcan. Por eso llegamos a los colegios y a las poblaciones para lograr una verdadera integración. Esta es uno de los objetivos más importantes y esperamos que los niños aprendan a comunicarse de manera positiva.

¿Qué mensaje le envía a los jóvenes?

- Que siempre hagan lo que deseen y que se comuniquen de manera efectiva y positiva. La idea es que los jóvenes puedan crear sus sueños grandes e infinitos. No se trata de una sola meta o un sueño, sino de un proceso eterno. Nosotros aprendemos cada día y es muy importante tener esto en consideración. No hay maestros mejor que otros, sino que todos tienen distintas experiencias y diversas formas de pensar y ver la vida.