Secciones

¿Hay generación de relevo en la pesca artesanal de Tarapacá?

La discriminada extracción de huiro y la falta de garantías sociales son algunos de los factores que vuelven poco atractiva la pesca artesanal. No obstante, sí hay jóvenes dedicados tanto a la pesca en todas sus líneas de producción.
E-mail Compartir

Crismary Castillo Marengo

Arriba de la embarcación de su padre está Dani Manzo (34), dando martillazos al bote pesquero que está momentáneamente anclado en tierra, recibiendo las reparaciones para zarpar próximamente al Pacífico desde Caleta Cavancha.

El joven es de la quinta generación de pescadores de la familia Manzo Henríquez, graduado de Técnico en Enfermería. Su historia busca retratar a las hijos de los pescadores artesanales y sus profesiones, para conocer si efectivamente, hay manos que estén renovando el oficio.

Contexto

En primer lugar, entre los problemas que afectan a los pescadores y que inciden directamente en su desarrollo productivo, según el informe final "Propuesta de Política Pública de Desarrollo Productivo para la Pesca Artesanal" de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, están la existencia de organizaciones de la pesca artesanal débiles y fragmentadas; una institucionalidad con deficiencias respecto de la administración, fiscalización y leyes y reglamentos de la actividad pesquera; baja valoración de la actividad pesquera artesanal y baja participación vinculante de los pescadores artesanales en el proceso de toma de decisiones.

Una situación que Manzo no desconoce, por lo que decidió estudiar una profesión. "Muchas veces los padres tienen claro que la pesca artesanal no va en alza. Acá en el norte es una de las zonas en las que actualmente hay poco pescado, pues la industria cosmetológica extrae todo el huiro y siempre mi papá quiso que yo saliera de acá", expresó Manzo.

En efecto, en el 2016 el desembarco artesanal de huiro negro fue de 7.655 toneladas, mientras que del huiro palo 610 y del huiro flotador fueron 336, según cifras de la Subsecretario de Pesca y Acuicultura, (Subpesca).

Sin embargo, ¿qué atrajo a la pesca a este técnico en enfermería?. "Lo que se gana como técnico es insustentable para mantenerte en la economía de hoy. Trabajé aproximadamente ocho años en una empresa de seguridad para trabajadores", indicó.

Este panorama siempre lo tuvo claro Juan Sanhueza (66), pescador artesanal quien decidió brindarle a sus hijos la oportunidad de estudiar una carrera universitaria. "Le dimos educación a nuestros hijos para que no siguieran los pasos de la pesca, porque hasta hace poco era un trabajo mal mirado", contó.

Oscar Zambra, (75), también optó porque sus hijos lograran carreras profesionales. "Cuando llegué al norte la pesca era abundante, ahora no es así. Acá en la caleta son muy pocos los hijos que se han quedado con sus padres y no podemos contar a más de uno que sí lo haya guiado para que sea pescador", sostuvo.

Demandas

La creación de una plataforma social que los beneficie y la regionalización de los registros pesqueros se cuentan entre las propuestas que el sector artesanal de Tarapacá planteó durante junio y julio, en los encuentros participativos que Subpesca desarrolló en la región, como en el resto del país.

El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme, informó que dispuso la realización de esas citas a nivel nacional, con el propósito que los pescadores pudieran presentar ideas concretas, de cara a la preparación del proyecto "largo" que el Presidente Sebastián Piñera presentará a fin de año al Congreso, para modificar la ley de pesca.

"Entre las propuestas de los pescadores de Tarapacá se contó también la de regionalizar los comités de manejo de las distintas pesquería, lo que será igualmente analizado por Subpesca", precisó.

Otra propuesta que generó consenso fue aquella de allanar el camino para que más personas puedan incorporarse al rubro artesanal: "Estamos considerando mecanismos que permitan, por ejemplo, regionalizar el registro pesquero artesanal, de manera de promover e incentivar el esfuerzo pesquero en aquellas zonas donde hay interés y condiciones para hacerlo", anticipó Riquelme.

Gestión

Alberto Gallegos, (28), ha estado desde los 13 años viendo zarpar el barco de su papá. Su trabajo está en la tierra como administrador.

"Mi trabajo es dejar la embarcación con toda la logística para salir, soy el armador. Esto se trata tanto de los trámites administrativos que una embarcación necesita para zarpar, como en los insumos de comida, hielo y combustible que requieran durante la navegación", explicó.

Para Gallegos el trabajo administrativo le resultó una oportunidad laboral interesante hace diez años y que lo llevó a ser el tesorero del Sindicato de Pescadores Artesanales de la Caleta Riquelme en la actualidad. "Estoy haciendo mi práctica de Kinesiología. Me coordino entre la universidad, las prácticas y la caleta", indicó.

Si bien tiene la meta clara de titularse, su mirada apunta hacia el relanzamiento de la Caleta Cavancha como un punto turístico, luego de la remodelación que tuvo el espacio que quedó habilitado con miradores y restaurantes.

"Pronto saldrá la licitación del restaurante principal. Queremos que este lugar cuente con exposiciones fotográficas como la que tenemos ahora de Fernando Olivares. También tendremos el Festival de Cine de Iquique; estamos dispuestos a integrarnos con otras agrupaciones", dijo.

Generación de relevo

Extraer recursos hidrobiológicos como peces, moluscos, crustáceos y algas a través de medios submarinos es para Matías Órdenes (31) la fuente principal de sus ingresos.

Es padre de tres hijos y buzo mariscador, legado que heredó de su abuelo. "Todos ellos han trabajado en la mar y yo seguí la herencia de mi papá. A los 13 años decidí que quería ser buzo y me fui a trabajar en el mar", indicó.

Según recordó, la idea de ser también un hombre de mar no fue vista de buena manera por su padre.

"A los 14 años recibí mi primer sueldo. Cuando aprendí a bucear comencé a ganar mi plata como corresponde", dijo.

Al consultarle sobre la generación de revelo su gesto es de negación. "Al menos en la caleta Riquelme somos cinco buzos mariscadores y no hay más gente aprendiendo. Yo formo parte de la gente más joven", indicó.

Su opinión sobre ser parte de esta pequeña generación de relevo va de la mano con la pasión que siente por su trabajo.

"Cuando voy a la mar lo vivo a concho. Es lo que más me gusta hacer y no cambiaría mi pega por nada", sostuvo.

Producto final

La subsecretaria de Pesca informó que en Tarapacá están registrados 1.500 pescadores artesanales que a su vez, están agrupados en diez caletas.

Entre los productos que suelen capturar están el bacalao, tiburón, albacora y lenguado.

Con el propósito de darle las condiciones comerciales necesarias a la pesca para su venta y dotarla de las vías de distribución que permitan que llegue al público final, Lorenzo Ruz, gerencia actualmente el restaurante Caleta Buena. "Yo soy ingeniero comercial, mi hermano Ignacio está terminando la misma carrera y mi hermana es enfermera", detalló Ruz.

Junto a Lorenzo, sus hermanos María José e Ignacio Ruz, son la cuarta generación de pescadores, provenientes del barrio El Colorado.

"Nosotros fuimos a la universidad, nos hicimos profesionales para pescar el producto y darle un valor agregado", indicó.

Su papá, José Ruz, tuvo la idea de poner en la mesa las recetas de sus abuelos y ahí, su emprendimiento dio buenos resultados que ahora mantienen sus hijos, ya que todos trabajan en el restaurante.

A juicio de Ruz, las historias de éxito se basan en combinar lo obtenido en la universidad, con las experiencias que sus generaciones pasadas tuvieron durante su vida en el mar.

"Gerenciar es un poco complicado porque ahora estamos del otro lado, en tierra. Ahora tenemos que luchar los precios con los pescadores y buzos. Hay que ser puntúo cuando se va a comprar", planteó.

En tanto, María José Ruz, indicó que en el área administrativa y de recursos humanos se han tenido que capacitar para mantener su negocio. "Yo trabajé durante cinco años en el hospital, pero acá se necesitaban manos de confianza y fuimos aprendiendo a gerenciar la pesca", manifestó.

Lo anterior da cuenta que la mayoría de las nuevas generaciones no está en el mar, aunque sigue ligada a el de alguna manera.

Dani Manzo,, pescador artesanal."

"Muchas veces los padres tienen claro que la pesca artesanal no va en alza"