Karina Sánchez
Un local de reciclaje de madera, ubicado en la calle José Miguel Carrera entre los pasajes Lincoyán y Arturo Pérez Canto, genera descontento entre los vecinos por la acumulación de escombros en la vía pública, por lo que han denunciado el caso a la Municipalidad y el dueño del negocio recibió un parte por $230 mil.
Roxana Peña es una de las afectadas, dice que desde hace tres días la situación empeoró. "La basura trae roedores, baratas y enfermedades, además impide el paso de los peatones y ocupa parte de la calzada", explicó.
Otra vecina que está molesta es Fabiana Pardo, porque ella barre la vereda frente a su casa y siempre hay basura. "Ya me cansé de reclamar y de que no pase nada, yo cumplo con limpiar la entrada de mi casa y no me importa lo que hagan los demás. No le dirijo la palabra a nadie".
Malestar
Por la vereda opuesta debe caminar la señora Carmen Muenas, porque la basura le impide andar por el otro lado. (Él) aquí lo que genera es basura", apuntó.
César Rivera, por su parte, dice que su mamá integra la junta de vecinos y por eso asegura que uno de los problemas que más los afecta es la acumulación de basura, a pesar de que hay contenedores por todos lados.
"La gente no respeta, no sé si es que la gente nueva que ha llegado no conoce las normas, pero sacan basura en exceso. Por donde quiera que usted mire hay basura, porque la gente no ocupa los contenedores", indicó Rivera.
Reciclaje
El dueño del taller "Nativo Pro", Nativo Belmar, confirmó que la Municipalidad le colocó una multa por arrojar escombros a la vía pública, hace dos semanas.
"Soy artista de la madera, trabajamos con madera reciclada para que los muebles que tiran a la basura vuelvan a tener una utilidad", afirma Belmar.
El artesano asegura que está a la espera de que llegue un camión para que se lleve los desechos, ya que en su local no tiene suficiente espacio para guardarlo.
Por lo cual tiene planes de remodelar su negocio, a fin de continuar con su trabajo sin perjudicar a los vecinos.
"Nosotros no arrojamos escombros a la calle, lo que tenemos son diferentes tipos de maderas que hemos reciclado y que tienen un gran valor. Si nosotros la botamos, dejaría de ser útil", agrega Belmar.
El artesano dice que comprende la molestia de los vecinos, pero responde que los demás no entienden que lo que para otros es basura, para él es la materia prima de sus trabajos artísticos.
230 mil pesos es la multa que la Municipalidad de Iquique le colocó al artesano por arrojar escombros en la vía.