Romel J. Puche

Apuntaba a su víctima con un revólver calibre 32, sin imaginar que estaba siendo visto por un vecino. Dicha acción bastó para que el testigo de un presunto asalto llamara a Carabineros, que finalmente detuvo al responsable del acto, siendo acusado por el delito de tenencia ilegal de arma de fuego.

Los hechos de la formalización del sindicado fueron narrados, ayer, en audiencia de control de detención por el fiscal Juan Zepeda, quien manifestó que el acontecimiento sucedió cerca de las 20 horas de la noche del miércoles pasado, "cuando dos sujetos portando presuntas armas de fuego, intimidaron a un tercero en calle Céspedes y González con Colo Colo".

De acuerdo a lo expuesto por el Ministerio Público, el ilícito cometido fue reportado por una llamada anónima al personal de la Central de Comunicaciones de Carabineros, que alertaron a funcionarios que patrullaban.

Una vez ubicados por las cámaras, los dos hombres fueron abordados por uniformados, quienes no lograron tomar contacto con el afectado que decidió huir en carrera al notar el armamento en las manos de los sindicados, no concretándose el robo.

Al ser controlados, personal policial se percató de que una de las armas era de a fogueo, mientras que el imputado mantenía un revólver posteriormente determinado como apto para el disparo, según informe del Laboratorio de Criminalística (Labocar).

La defensa del imputado de iniciales M.M.A.T., de 22 años de edad, alegó ilegalidad de la detención, haciendo alusión a un fallo de la Corte Suprema donde se hace mención a las detenciones efectuadas por llamadas anónimas.

El juez de Garantía Leonardo Valdivieso desestimó los dichos de la abogada Paulina Aracena, considerando como suficientes los antecedentes expuestos por el parte de Carabineros, incluido en la carpeta investigativa del Ministerio Público.

El fiscal Zepeda solicitó la medida cautelar de prisión preventiva, por considerar la libertad del formalizado como un peligro para la seguridad de la sociedad, medida aceptada por el tribunal quien fijó un plazo para las investigaciones de 60 días.

Carabineros de la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos (Sebv) de la comuna de Iquique, en labores diarias de monitoreo y fiscalizaciones de vehículos que circulan a diario por la Región de Tarapacá, detectaron una camioneta marca Mazda, modelo BT50, que circulaba por la ciudad portando placas patentes falsas, fabricadas de manera artesanal.

El móvil, sustraído en la Región Metropolitana bajo la modalidad de portonazo, fue visualizado por personal del Sebv cuando el mismo se desplazaba sin despertar sospecha alguna de la falsificación de la patente.

Sin embargo, luego de diversas diligencias y vigilancias realizadas por los uniformados, se logró interceptar dicha camioneta, procediendo a su fiscalización y de esta manera percatarse del ilícito.

Mediante pericias realizadas a los números identificatorios del motor y chasis de la máquina, se pudo establecer la procedencia verdadera de la camioneta, la cual al ser verificada en el sistema policial, resultó mantener encargo vigente por el delito de robo con intimidación.

Se confirmó además que el ilícito se cometió en febrero del presente año en la comuna de La Florida de la Región Metropolitana, y desde la fecha se hizo la respectiva denuncia.

Carabineros procedió a la detención del conductor y su acompañante, quedando identificado por las iniciales L.E.C.C., de 43 años y H.R.E., de 64 años, ambos de nacionalidad peruana quienes permanecen en espera de su formalización por los delitos de receptación, falsificación y uso malicioso de instrumento público.

Alexander Huerta, sacristán de la parroquia San Antonio de Padua, denunció el robo de las coronas que portaban las figuras religiosas de la Virgen del Carmen y el Niño Jesús.

"Las coronas se estaban estrenando para este mes de la patria, hace dos meses se mandaron a hacer en al ciudad de Lima, se abrió el templo a las 11:00 horas y a las 12:15 me percaté de que no estaban las coronas de la Virgen y del niño Dios, llamé a Carabineros quienes llegaron a las 13:05 horas para tomar la denuncia por robo", manifestó el sacristán.

Las coronas que se robaron fueron dos, la más grande perteneciente a la figura de la Virgen del Carmen, que es una corona con resplandor con un mundo donde sobresale el mapa de Chile, la misma según refirió el denunciantes, estaban bañadas en oro de 20 quilates y está avaluada en 480 mil pesos.

Asimismo la pequeña, que portaba el Niños Jesús, tiene un valor de 200 mil pesos.

"El llamado es a la comunidad, a las personas que si ven las coronas, si se percatan que las están vendiendo en algún lugar, nos avisen y se acerquen a la parroquia", instó el sacristán del templo.

"Desde el domingo se dejó lista la Virgen con la nueva ropa, y recién el miércoles colocamos las coronas , porque son imágenes antiguas que no podemos tener en movimiento constante", aseveró Alexander Huerta.

2 coronas de oro que portaban la Virgen del Carmen y el Niño Jesús fueron sustraídas.