Acusación a ministros
Hasta hoy, no había podido manifestarme o dar una opinión acerca de la acusación constitucional contra ministros de la Corte Suprema interpuesta por algunos diputados, pues de haberse aprobado pasaba al Senado, quien actúa como jurado en estos casos. Por tal razón, teníamos prohibición de referirnos al tema, pues de hacerlo hubiéramos quedado inhabilitados para actuar como jurado.
Este grupo de diputados presentó esta acusación en contra de tres ministros de la Corte Suprema por haber concedido en ejercicio de sus funciones y atribuciones, libertad condicional a personas condenadas por delito de lesa humanidad.
Es ahí donde el tema se vuelve grave, debemos cuestionarnos el que no puede usarse este mecanismo que la Constitución le entrega a los Diputados en el artículo 52 Nº2 letra c), pues este es claro y establece que será facultad de los diputados aprobar acusaciones constitucionales en contra de Magistrados de Tribunales Superiores de Justicia por notable abandono de sus deberes. Es decir, lo que debe fundamentar esta acusación es el abandono de deberes del acusado, y no como en este caso el que ellos hayan fallado o dictado una resolución que les pareció aberrante o no les gustó.
Nuestro país tiene consagrada la división o separación de los poderes judicial, ejecutivo y legislativo y, el respeto de dicha independencia es lo que nos afianza y asegura nuestro estado de derecho y cuida nuestra democracia.
En este caso, en análisis se trató de destituir vía una acusación constitucional a estos ministros que no han violentado la ley, ni han hecho abandono de sus deberes, simplemente fallaron conforme a la ley, pero con ese fallo algunos diputados se sintieron agraviados y presentaron esta acusación la que envía mensajes muy equívocos, pues la independencia de los poderes no puede verse amenazada porque a alguien no le gustó un fallo determinado.
Sin duda, el tema de fondo que hay detrás de esto es más profundo y podemos entender el dolor de muchas familias que durante el Gobierno Militar perdieron a seres queridos y los culpables deben ser juzgados y condenados cuando exista prueba que acredite que cometieron un delito, pero no puede usarse de excusa para afectar el estado de derecho en nuestro país, tenemos la obligación de cuidar la separación de poderes y el correcto ejercicio de las atribuciones que nuestra Constitución y leyes entregan a las distintas autoridades, y no tratar de utilizarla para fines políticos que lo pongan en riesgo.
El querer justicia no puede confundirse con querer venganza.
"Tenemos la obligación de cuidar la separación de poderes".
Luz Ebensperger,, Senadora de la República"