Papa acepta la renuncia de los obispos de San Felipe y Chillán
Vaticano anunció la medida en medio de las investigaciones por encubrimiento de abusos a menores en la Iglesia Católica.
Redacción - La Estrella
A siete subieron ayer los obispos a quienes el Papa Francisco ha aceptado la renuncia, luego de que los 33 representantes de las diócesis y archidiócesis de Chile ofrecieran en masa su salida al Papa, durante la visita que realizaron en mayo al Vaticano, en medio de las acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes.
La sala de prensa del Vaticano informó que se aceptó la salida de los obispos de Chillán, Carlos Pellegrín Barrera, y la del jefe de gobierno pastoral de San Felipe, Cristián Contreras Molina.
Sus renuncias se suman a las de los obispos Gonzalo Duarte de Valparaíso; Alejandro Goic de Rancagua; Horacio Valenzuela de Talca; Juan Barros de Osorno y Cristián Caro de Puerto Montt.
Estas salidas ocurren cuando paralelamente la fiscalía indaga penalmente si hubo o no encubrimiento de abusos por parte de líderes católicos, investigación que ha incluido la realización de allanamientos en Valparaíso, Chillán, Concepción, Temuco, Villarrica, Osorno y Santiago.
El obispo saliente de Chillán ofreció ayer una conferencia de prensa donde sostuvo que "jamás he encubierto ni ha habido una intención de ocultar situaciones que nos ensucian y que son pecado, no sólo delito". Añadió que "me pongo en manos de la justicia, pero también voy a pedir justicia para mi cuando el momento llegue".
El vocero de un grupo de laicos de Chillán, Ramón Solá, dijo ayer que Pellegrín "era un obispo lejano de los fieles, no era un pastor con olor a oveja como pedía el papa Francisco, absolutamente alejado de la diócesis y los fieles", consignó SoyChile.
En paralelo, el arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, dijo ayer en un comunicado que se reunió en Roma con el Papa, donde lo puso al tanto de los allanamientos de la fiscalía en la arquidiócesis. Detalló que, tal como hizo en mayo con sus pares, "le presenté nuevamente mi renuncia y las razones de ello, la que no fue aceptada. El Santo Padre me animó a continuar con el decidido impulso que la arquidiócesis le ha dado al trabajo con los más postergados".
En Santiago, la defensa del arzobispo Ricardo Ezzati solicitó sobreseer definitivamente la causa por encubrimiento en su contra.
Los reemplazantes
Al igual que en los casos anteriores, los cargos vacantes fueron asignados temporalmente a administradores apostólicos. El sacerdote Sergio Pérez de Arce fue nombrado en Chillán, mientras que el clérigo Jaime Ortiz de Lazcano fue designado en San Felipe.
Mientras Pérez de Arce había sido nombrado este año por los Sagrados Corazones para recibir denuncias de abusos, Ortiz de Lazcano dirigió indagaciones contra los clérigos John O'Reilly y Cristián Precht.
"Jamás he encubierto ni ha habido una intención de ocultar situaciones que nos ensucian y que son de pecado".
Carlos Pellegrín,, obispo emérito de Chillán