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"En todo diseño electoral e incluso programático, el PC tiene un rol"

Heraldo Muñoz, rechaza una falta de reflexión por la derrota electoral a manos de Piñera, pero asume que la izquierda "no supo sintonizar" con el país. Para reorganizarse deben proponer respuestas de futuro para "temas prioritarios", aseguró.
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Una plataforma política de centroizquierda que trabaje "sobre la base de lo que ya hicimos, pero trascendiendo la Concertación y la Nueva Mayoría".

Esa es una de las claves para la reorganización de ese sector, de acuerdo al análisis del ex ministro de Relaciones Exteriores y actual presidente del Partido Por la Democracia (PPD), Heraldo Muñoz, quien despliega lo que cree puede ser la hoja de ruta para quienes adscriben a esta orientación política.

En esta entrevista -realizada vía cuestionario-, el ex canciller asegura que la mirada "debe estar en el futuro" para poder discutirle al Frente Amplio el elemento de novedad, en un escenario, en cualquier caso, crítico para la oposición.

Con una orgánica disímil -el PPD, el PS y el PR sin la DC y el PC en Convergencia Progresista- y tratando de actuar de forma mancomunada en un Congreso Nacional que tiene al Frente Amplio como nuevo actor, la izquierda chilena busca sacudirse de la derrota electoral que le propinó Sebastián Piñera, quien derrotó de forma contundente a Alejandro Guillier en la última presidencial.

En cuanto a las causas de la debacle electoral, manifesta que "no fuimos capaces de sintonizar con las prioridades de la mayoría ciudadana. Me refiero particularmente a que carecimos de propuestas detalladas sobre crecimiento económico inclusivo, empleo, y seguridad ciudadana", temas que, según el también cientista político, "los entregamos a quienes hoy gobiernan".

- ¿Cuáles son, a su juicio, las claves que debe enfrentar la centroizquierda para su reorganización?

- Creo que debemos desarrollar propuestas e ideas del país del futuro que queremos, sobre la base de las demandas ciudadanas. Es decir, concordemos un programa municipal, por ejemplo, y luego conformemos una alianza electoral para conseguir ese programa. Y, entretanto, empecemos a pensar en las propuestas de más largo plazo.

- ¿Cómo debe hacerlo la centroizquierda para dotar a su futuro político de elementos como novedad y proyección, teniendo en cuenta que, para algunos, el peso de la Concertación y la Nueva Mayoría aparece como un lastre?

- Lo prioritario es pensar en una agenda país. En los desafíos pendientes para las chilenas y chilenos, sobre la base de lo que ya hicimos, pero trascendiendo la Concertación y la Nueva Mayoría. La mirada debe estar en el futuro.

- ¿De qué manera puede la centroizquierda pelear el elemento novedoso al Frente Amplio?

- Con propuestas novedosas. No se trata simplemente de tener rostros nuevos, sino ideas nuevas. Por ejemplo, para enfrentar la contaminación que afecta a los vecinos de "zonas de sacrificio", como Quintero, Puchuncaví o Coronel, dañando la salud de niñas, niños y adultos mayores, propongo que, guiados por el Plan Nacional de Derechos Humanos y Empresas aprobado en 2017, el Estado repare el daño causado por las empresas contaminantes, permitiendo que una parte de los impuestos que dichas empresas tributan en Santiago queden en esas comunas o zonas para invertir en desarrollo humano. Y debe legislarse sobre "delito ambiental" y no expandir aún mas estas denominadas "zonas de sacrificio", poniendo énfasis en la prevención del daño a la salud pública y el medio ambiente.

- ¿Es posible que la centroizquierda pueda formar pactos o alianzas con el Frente Amplio luego de la profundidad de las críticas que desde ese bloque?

- Los propios partidos y movimientos del Frente Amplio tienen discrepancias internas, pero han sabido mantenerse unidos. Si no hay una unidad amplia opositora, no veo cómo enfrentar con éxito las elecciones de alcaldes, concejales y gobernadores regionales del 2020. No será fácil, pues, si así fuese, ya lo habríamos hecho.

- ¿Qué papel le gustaría a usted que jugara el Partido Comunista en este reordenamiento? ¿Hay una buena evaluación de su rol como parte de la Nueva Mayoría?

- Creo que en todo diseño electoral e incluso programático el Partido Comunista tiene un rol significativo. Claro, habrá mayor afinidad con algunos partidos que con otros. Por eso he hablado de una geometría variable que permita visualizar acuerdos electorales y programáticos, pero que no impida un trabajo político-estratégico de más largo aliento.

- ¿De qué manera la centroizquierda está dispuesta a zanjar los debates que la han tensado durante los últimos años, como, por ejemplo, derechos humanos y apoyo a regímenes totalitarios?

- Me recuerdo la definición del filósofo Norberto Bobbio sobre socialismo; él decía que era sinónimo de "más democracia". Por lo tanto, el respeto al Estado de Derecho, a los derechos humanos en cualquier lugar del mundo es irrenunciable. Y esa es una diferencia que no puede barrerse bajo la alfombra.

- ¿Cómo se debe vincular la centroizquierda del futuro con el crecimiento económico? Muchas voces de ese ámbito han criticado que el Gobierno de Michelle Bachelet más bien por redistribuir que por crecer.

- Lo dije antes. Me parece un asunto esencial. La gente espera crecimiento económico, más y mejores empleos; pero también más igualdad y terminar con los abusos de los poderosos. El punto es que no basta con distribuir la torta; hay que hacerla crecer.

- ¿Es necesario para la centroizquierda superar la figura de la ex Presidenta Bachelet para poder avanzar?

- Creo que debemos cuidar los liderazgos que hemos tenido. Y, claro, se construye sobre la base de esos liderazgos.

- ¿Está disponible para que su nombre pueda competir en el proceso que desembocará en la figura presidencial del sector?

- Francamente no soy precandidato y menos aún candidato presidencial. Creo que antes de pensar en candidaturas de este tipo, tenemos que recuperar la confianza de la gente en la política, que la ciudadanía vuelva a creer en los políticos serios. Y escuchar las demandas de la gente de a pie y presentar propuestas sobre los grandes desafíos que aún tenemos pendientes. Si no, estaremos abriendo la puerta a los populismos.