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"Acá en Iquique no respetan a los discapacitados"

María Carvo fue diagnóstica hace tres años con artrosis severa y, por ello, está obligada a salir solo en silla de ruedas. Su calidad de vida empeora por la falta de calles en buen estado y, sobre todo, por la poca empatía de las personas.
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Crismary Castillo Marengo

Movilizarse en una silla de ruedas fue para la enfermera María Carvo (64) un punto de inflexión en su vida, de hace tres años

Sus piernas comenzaron a debilitarse luego de ser diagnosticada con artrosis severa. Es por ello que actualmente sólo puede moverse con bastón dentro de su casa y, a la hora de salir, debe solicitar obligatoriamente ayuda de sus familiares para trasladarse en una silla de ruedas.

Si bien no puede mover rápidamente sus piernas, sus manos le brindan la oportunidad de desarrollar actividades como artesanía y panadería porque durante la semana realiza un taller que ofrece la junta de vecinos de la población donde vive, la Caupolicán.

En esta entrevista Carvo detalla parte de sus recorridos en una ciudad donde transitar por las aceras de la calle Vivar, por ejemplo, se convierte en un desafío de obstáculos debido a los hoyos.

En primer lugar, para salir de su casa debe esperar que no esté ningún auto estacionado en la acera, una situación poco inusual debido a lo estrecha de la calle Genaro Gallo.

Al momento de la entrevista un camión de mudanza estaba estacionado en la acera por donde debía pasar. Ni los trabajadores ni el chofer mostraron interés en ayudar para facilitar el acceso de Carvo.

¿Cómo hace para salir de su casa en la silla de ruedas?

- Yo no puedo salir sola. Junto a mi hija o mi nuero nos movemos a cualquier sitio a donde necesite ir. Es complicado porque la silla es muy pesada y acá todas las calles están dañadas y es difícil transitar porque no podemos usar la vereda ya que hay autos estacionados, entonces, debemos bajar a la huella (calzada). Allí tenemos que ir a la par de los autos y en muchos casos nos pitean e incluso hemos vivido el riesgo de que nos atropellen.

¿La están viendo en silla de ruedas y le tocan la bocina para que se aparte?

Sí. Acá en Iquique no respetan ni dan la pasada. Uno que otro conductor deja que uno pase pero la mayoría no se da el tiempo. Hace unos días una mujer nos gritó que nos subiéramos a la vereda, pero no podíamos hacerlo por los autos mal estacionados.

-Al momento de tomar colectivo, ¿La llevan fácilmente dada su condición?

- No. Podemos estar más de media hora esperando y nadie nos lleva porque me ven en la silla. Cuando se detienen, los choferes son incapaces de bajarse para ayudar con la silla, sólo abren el maletero y ahí nos tenemos que arreglar con el bastón para poder sostenerme mientras me quitan la silla.

- Cuando van a recintos asistenciales de salud, ¿hay mayores facilidades de acceso?

- Para entrar al Hospital la acera tiene un desnivel que ayuda la subida de la silla de ruedas, eso sí tiene hoyos, pero sirve para subir. Hay que ir esquivando los hoyos, así como un chofer que maneja por una calle en mal estado, así tenemos que hacer nosotros cuando vamos al Hospital de Iquique. A diferencia del consultorio Aguirre, es más fácil el acceso y además, los guardias nos ayudan a subir con la silla.

- ¿Conoce sobre el Servicio Nacional de Discapacidad?

En realidad no. Al menos en los centros de salud a donde he ido no han mencionado que exista. Si bien uno a veces no se informa, también creo que necesitamos mayor información, sobre todo si hablamos de un adulto mayor discapacitado.

¿Cuál cree que es la mejor ayuda que puede recibir para mejorar su inclusión?

-Creo que arreglando las calles y las aceras ya sería un gran aporte para quienes estamos en silla de ruedas. Hay aceras que están en pedazos y es imposible subir. Porque incluso bajar una calle para ir a otro sitio es difícil.

¿Siente que hay empatía con las personas que tienen alguna discapacidad física?

- No, sinceramente las personas no están ni ahí. Acá en Iquique no respetan a los discapacitados. Hemos visto y vivido tanta discriminación. Tenemos que escuchar expresiones tan duras que no entendemos cómo hay tanta gente tan ignorante; no se le puede decir de otra manera. No respetan la situación y tampoco uno puede andar con un letrero que diga: 'Estoy discapacitada", si la silla por sí sola ya es un letrero.

Por ejemplo, fuimos al policlínico a solicitar una silla de ruedas y la respuesta fue "tiene que ser algo muy grave para que se la entreguen".

- ¿Qué le diría a las personas que no respetan la discapacidad?

- Que sean más conscientes. Nadie es libre de tener una enfermedad o un accidente. Es algo tan humilde como sentir misericordia por quienes estamos así. Yo no me puede movilizar por mi voluntad y sólo pido apoyo.

"Es complicado porque la silla es muy pesada y las calles están dañadas."