Los recuerdos de los primeros españoles en Iquique
Mausoleo de la Beneficencia Española resguarda más de seiscientas historias de inmigrantes europeos.
El abuelo de los hermanos Coronil llegó a Iquique y nunca más salió de la ciudad puerto. Su arribo al norte de Chile, desde Cádiz, España, fue en medio de un viaje que en teoría lo llevaría hasta el puerto de El Callao, en Perú, pero que lo trajo a la Tierra de Campeones.
Así recuerda María Angélica Coronil a su abuelo. La descendiente del marino español está de visita en la ciudad para la ceremonia especial que tendrá lugar hoy en el mausoleo de la Beneficencia Española en el Cementerio número uno de Iquique.
"El llegó a la ciudad y aquí se casó con mi abuela. Ellos en total tuvieron seis hijos y uno de ellos fue mi papá. Mi abuelo llegó y nunca más regresó a España. Aquí vivió, tuvo a su familia, trabajó y sus restos reposan en Iquique", expresó.
"Venimos de Antofagasta y hemos venido para estar en esta fecha junto a nuestros padres y nuestros abuelos", describió Coronil.
La visitante describió que en este mausoleo tiene a "grandes amigas del alma" que también son conocidas por ser parte de la vida pública en Iquique.
"Profesora de castellano del Liceo de Hombres de Iquique, Adriana Rosa Erminia Peirano, fue por muchos maestra en esta institución", recordó.
Sus difuntos padres, Carlos Manuel Coronil y Nodrila Gómez de Coronil, son el motivo que los trae todos los años hasta el camposanto municipal.
Desde 1895
Entre las bóvedas que guarda este mausoleo es posible encontrarse con apellidos como Cajiao, Brisbane, Mestres, Barona, Carrasco, Pallarés, Ditart, Crispi y que provienen de ciudades como Barcelona, Mallorca, Málaga y el País Vasco.
"Está Tomás Tusset que fue un propulsor de la Zona Franca de Iquique y comerciantes como Juan Malagarriga y su hermano Arturo, que eran comerciantes de la casa Malagarriga y Julio Manuel Suñer, que tenía la casa francesa", manifestó.
En tanto, Jaime Coronil manifestó que la mezcla de culturas europeas es algo que ha estado desde siempre en Iquique.
"Yo nací aquí y si bien me ido a trabajar afuera, siempre vuelvo. Uno va adaptándose a los tiempos y a tener una doble nacionalidad", indicó.
Sobre su abuelo no tiene mayores recuerdos pues estaba muy pequeño cuando partió.
"De mi papá recuerdo que trabajó mucho con la colonia italiana y recuerdo que aprendimos mucho de la comida francesa", dijo.
En cuanto a visitar a los difuntos para el Día de Todos los Santos contó que es un homenaje especial a sus afectos.
"Uno lo aprendió desde pequeño y ya quedó como una costumbre. Es una manera de agradecimiento a todos nuestros ancestros", explicó.
Beneficiencia
Marco Antonio Fernández es el presidente de la Sociedad Española de Beneficencia, organismo que mantiene las instalaciones del mausoleo español.
"Nosotros todos los años hacemos una misa al mediodía. El lugar se acomoda para recibir a las personas y se hermosea con flores. Es algo que generalmente le hace falta al lugar", describió.
Sin embargo, Fernández lamentó el estado general del Cementerio número 1 de Iquique ya que a su juicio es un valor patrimonial y arquitectónico invaluable para la región.
"Está tan abandonado y dejado a su suerte, pero nosotros siempre intentemos mantenerlo limpio y tomar las precauciones para que, dentro de lo triste que puede ser este día por los recuerdos, tengan un día más llevadero", contó.
En total el mausoleo resguarda seiscientas bóvedas que datan del 1900. "Hay de todo un poco. La colonia española en Iquique es muy amplia y antigua. Aquí podemos encontrar oficios como relojeros, costureras, comerciantes e inclusive, muchas personas que ya no tienen familia aquí en Iquique", detalló Fernández.
Finalmente, el presidente de la Beneficencia destacó tanto el mausoleo como el Casino Español de Iquique son parte del patrimonio tangible de la comunidad de españoles residentes en Tarapacá.
"Uno lo aprendió desde pequeño y ya quedó como una costumbre."
Jaime Coronil, hijo de inmigrantes españoles que llegaron a Iquique en 1900."