Con agrado y admiración asistí junto a mi familia, como lo he hecho en ocasiones anteriores, al Estadio Cavancha a presenciar la cuarta fecha de la competencia bomberil, digo admiración porque los "Caballeros del Fuego" me llenan de orgullo y admiración y esa actividad estuvo realmente maravillosa toda vez que los bomberos voluntarios entregaron todo de sí para que la comunidad pueda ver en pleno realizando sus destrezas y habilidades bomberiles, una en tiempo récord y otras con tiempo normal.
Pero siempre hay situaciones que empañan la convivencia, digo esto porque me tocó escuchar, ya que estaba sentada en el mismo lugar, a unos bomberos que gritaban "Copa Salvanadie", y para no quedar con la duda puse atención a sus gritos y era eso...
Muy sorprendida me cambié de lugar luego de la participación de algunas bombas y vi con mucha extrañeza y pena que bomberos que estaban"participando", lo escribo así porque caminaban con mucha calma, tiraron agua con mucha calma, subieron por las escalas con mucha calma, caminaron y entraron a unos pequeños túneles con mucha calma, subieron a dejar las banderas con mucha calma, bajaron las escaleras y dieron por finalizada su participación.
Habrán pasado 20 minutos, no sé, el tiempo fue eterno y con mi familia decíamos "seguramente no están preparados" pero no podían ser eso nuestros "Caballeros del Fuego", son profesionales y están preparados para salvar vidas, salvar los inmuebles, etc.
Ellos no son "Salvanadie", es cierto que es una competencia, pero es una competencia que va de la mano con los valores como el compañerismo y fraternidad.
Frente a esta sorpresa que nos llevamos todos quienes asistimos a este evento, quedamos con ese gusto amargo que nos dejó la Séptima Compañía de Bomberos, averigué que eran ellos. Aún así y todo mis respetos por siempre a los distinguidos bomberos de Iquique, especialmente en esta oportunidad a la Compañía ganadora Dalmacia y a los de la 7° los insto a que se perfeccionen en destrezas y habilidades bomberiles para que la comunidad pueda confiar en ellos.
Atentamente.
Gloria Verdeja García