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Pampinos recordarán su etapa escolar en la salitrera Victoria

Inaugurarán un monolito para homenajear a las profesoras que les enseñaron en la escuela de mujeres.
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Lorena Méndez Jara

Cuando terminaban su jornada escolar, la plaza era el punto de encuentro de los estudiantes de la antigua Oficina Salitrera Victoria, en donde el sol pega fuerte y el sonido del viento se hace notar mientras se cuela entre las calaminas. Allí los pupilos dejaban atrás los cuadernos y las tareas para solo dedicarse a disfrutar de los columpios, que hoy lucen oxidados en plena plaza.

Las damas llegaban desde la escuela primaria numero 44, mientras que los varones lo hacían desde la escuela número 51, ya que no existían colegios mixtos.

Al interior del colegio, los escolares ingresaban a salones amplios con pupitres de madera, en donde anotaban los aprendizajes que adquirían a través de la excelente relación que mantenían las alumnas y sus profesores.

Lo anterior son recuerdos inmateriales que tienen las personas nacidas y criadas en la pampa salitrera, quienes plasmarán estos recuerdos en la Oficina Victoria a través de una gestión que hicieron los integrantes del Colectivo por el Rescate de la Memoria Histórica de la Oficina Victoria.

Rosa Flores, pampina de corazón y de nacimiento, es la secretaria de la mencionada organización, quien contó que al colegio ingresaban con su uniforme, el cual era con falda tableada, lugar en donde estudió hasta el año 1962.

"Teníamos una relación excelente con nuestras profesoras, con ellas teníamos un trato muy cariñoso, casi de familia. Es por eso que el año pasado inauguramos un monolito en la escuela de hombres en agradecimiento a todos los profesores que trabajaron en la pampa en tiempos difíciles, es por eso que lleva una placa en donde están los nombres de los profesores que trabajaron hasta el año 1970".

Sobre cómo era la vida antes que cerraran la Oficina Victoria, Rosa Flores recordó que "tengo recuerdos muy hermosos de la pampa, sobretodo por la convivencia y familiaridad con toda la gente. Allá todos eran amigos, y entre todos teníamos una excelente relación entre vecinos, alumnos y profesores, de hecho, compartíamos en las fiestas de pascua, Año Nuevo, 18 de septiembre, para el 21 de mayo, siempre en una sana convivencia con gente tranquila y todos amigos".

Allá el tráfico de vehículos no era un problema para los escolares que se movilizaban en bicicleta por las calles de la salitrera.

"La gente podía andar por donde quisiera, podías irte en bicicleta a clases, dejarla ahí y cuando salías de clases e ibas a buscarla y la encontrabas en el mismo lugar porque sabías que nadie te la iba a robar. Era un mundo totalmente diferente al que se vivía en la ciudad", agregó la secretaria del colectivo que busca perpetuar el recuerdo de los pampinos.

El lazo entre los escolares pampinos se reflejaba en las competencias que tenían entre niños y niñas, pero también los profesores se sumaban a la entretención, ya que para el Día del Maestro realizaban diversas actividades en las que compartían en comunidad.

"Eran cosas muy lindas las que se hacían en la pampa, como por ejemplo cantar el himno del colegio, que es algo que ahora no se hace, es por eso que queremos que nadie las olvide".

Para los oriundos de la Oficina Salitrera Victoria, la historia que vivieron en la pampa fue muy relevante en sus vidas, es por eso que el próximo sábado 17 de noviembre, se trasladarán hasta el sitio que los vio crecer para inaugurar un nuevo monolito.

Esta vez será en la escuela de niñas, "para dejarlo como testimonio para que a las siguientes generaciones les sirva y conozcan sobre sus raíces, de dónde vinieron y cómo se gestó la historia de la pampa.".

La invitación está abierta para todos los pampinos, en donde también estarán alrededor de 15 profesores que trabajaron en la escuela primaria numero 44.

"Para dejarlo como testimonio, para que a las siguientes generaciones les sirva y conozcan sobre sus raíces"

Rosa Flores, secretaria"