Violencia intrafamiliar
De acuerdo a las estadísticas publicadas en el sitio web del Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD) de la Subsecretaría de Prevención del Delito, los organismos policiales de Tarapacá registran 1.710 denuncias por casos de violencia intrafamiliar durante lo que va del año. De ese total, 1.277 corresponden a agresiones que afectaron a mujeres y 274 a hombres.
El mismo portal informa que el 2017 se estamparon 2.301 denuncias, donde las mujeres víctimas de este delito quintuplicaron a los hombres.
Si bien hace cuatro años que en la región no ocurren femicidios, la situación no es menos compleja si se consideran varios casos donde la vida de mujeres ha estado en riesgo y, de no mediar por la oportuna acción de los organismos de emergencia, varias de estas agresiones podrían haber terminado con víctimas fatales.
Algunos estudios indican que más del 60% de las mujeres que sufren violencia intrafamiliar no realiza la denuncia, por lo que es necesario continuar trabajando en campañas de prevención y en el fortalecimiento de las redes de apoyo para las víctimas. Esto permitiría no solo que opere la justicia, sino que romper un círculo vicioso que termina normalizando una situación que se aparta absolutamente de la sana convivencia.
Otro hecho que preocupa, es que en reiterados casos se trata de situaciones de reincidencia, donde el agresor ya ha sido condenado por episodios anteriores o bien está sujeto a medidas cautelares como prohibición de acercarse a la víctima. Esto da cuenta de un tema que debe ser profundamente analizado por legisladores y la autoridad política administrativa, de modo que se busquen herramientas que permitan que los mandatos judiciales se cumplan efectivamente y no queden como letra muerta.
La tarea es tan compleja como urgente. Sin embargo, la realidad que enfrenta nuestro país en esta materia demanda acciones rápidas para evitar que más familias continúen viviendo en medio de la violencia, que por cierto suele traspasarse de generación en generación como una forma normal de comportamiento.
Como en otras materias, la educación es una pieza clave para combatir el problema de fondo. No obstante, en estos casos también se requiere de medidas paliativas inmediatas y efectivas.
"En reiterados casos se trata de situaciones de reincidencia, donde el agresor ya ha sido condenado".