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Bailarines confirman su fe ante "La Chinita" y el "Lolo"

Cerca de un centenar de danzantes cumplieron con el sacramento de la confirmación en La Catedral.
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Crismary Castillo Marengo

Confirmar su fe a la Virgen del Carmen y a San Lorenzo de Tarapacá. Esto fue lo que hicieron un total de 97 bailarines la tarde de ayer en una emotiva ceremonia en la Catedral de Iquique.

Al lugar llegaron desde las 15 horas con atuendos de gitanos, morenadas y diabladas. Todos luciendo de punta en blanco para llegar hasta el altar y cerrar un ciclo que comenzó hace un año.

Del baile Gitanos Nuestra Señora del Rosario llegó Yesenia Araya. La danzante contó que es un proceso que requirió mucha entrega dadas las múltiples actividades en las que participa un baile religioso.

"Tenemos varios procesos como los encuentros con otros bailes, los ensayos, aniversarios de bailes. Aparte nosotros bailamos en la fiesta de la Virgen de la Candelaria que se celebra en Iquique y Tarapacá. Vamos a misa a representar a nuestros bailes. Todo el año tenemos actividades y no descansamos porque nuestra misión es 24/7 los 365 días del año", describió.

Araya manifestó que cinco personas de su baile hicieron el sacramento de la confirmación.

"Con esto me acerco más a Dios, como persona y de forma espiritual. Es un camino que quiero seguir", dijo.

Sacrificios

Yazmín Contreras trabaja por turnos en el Hospital de Iquique como enfermera. Sus horarios se dividen entre las guardias del fin de semana, los ensayos y este año se añadieron las clases de catequesis.

Ella es bailarina de Tata Jachura. "Este es uno de los sacramentos más importantes. Estamos confirmando nuestra fe en Dios para llegar a evangelizar a los mismos bailes. Ahora somos discípulos de Cristo", expresó.

Contreras recordó que muchas veces su descanso de traducía en ir a las clases de catequesis y al salir, irse al hospital para cumplir con sus guardias nocturnas.

"Es bien complejo pero al final, el sacrificio es súper lindo porque esta es una ceremonia muy importante. Ahora me visualizo como una evangelizadora y haciendo catequesis en mi baile religioso", contó.

En tanto, Bernardo Monardes, un joven de la Primera Diablada Devotos San Lorenzo, conoció los bailes religiosos en La Tirana a los cinco años.

"Comencé a bailar en el 2012 cuando conocí a San Lorenzo. Ha sido un proceso largo y complicado. Son etapas que uno va combinando en el año", indicó.

Por ejemplo, pedir vacaciones para las fiestas y poder estar presentes en estas celebraciones.

"Para San Lorenzo tenemos tres fiestas y tratamos de cumplir siempre. Es un sacrificio. Yo creo que se deja todo de lado y por la fe, uno distribuye bien su tiempo", dijo.

A su juicio si una persona quiere danzar y es devoto a un santo, siempre cumplirá más allá de los compromisos que tenga.

"Siempre hay cosas que pueden complicar la situación, como enfermarse, pero uno trata de estar siempre allí", dijo.

En cuanto a la preparación para la confirmación, Monardes explicó que durante todo el año estuvo entre los ensayos de su diablada los días sábados, la catequesis y sus turnos laborales. "Tratar de cumplir con las tres fue cosas complicado, pero con un poco de esfuerzo pude cumplir la meta y así, cerrar este ciclo en el proceso de ser un bailarín religioso", manifestó.

"Estamos confirmando nuestra fe en Dios para llegar a evangelizar".

Yazmín Araya, danzante del baile religioso Tata Jachura."