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La tradición de adornar las casas para Navidad

Protagonistas de esta práctica contaron qué las motiva a invertir tiempo para ornamentar el frontis de sus hogares durante esta temporada.
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Lorena Méndez Jara

Desde la de la avenida Tadeo Haenke, doblando hacia la calle Francisco Vergara es posible notar la llamativa decoración navideña que tiene Elena Serrano en su casa ubicada en la esquina de la calle Anker Nielsen, la cual atrae las mirada de los iquiqueños y turistas desde hace 30 años.

Y es que adornar su hogar es una tradición que tiene desde niña y que hoy disfruta junto a sus hijos, nietos y bisnietos, quienes la ayudan a instalar los variados adornos que ha ido juntado en el tiempo.

"Hace treinta años que llegamos desde Antofagasta a esta casa y partimos con el nacimiento en el ante jardín y de ahí fue surgiendo lo demás, aprovechamos las novedades que llegaban a Zofri, cuando traían cosas lindas porque ahora hay menos novedades", aseguró Elena Serrano.

Hasta el techo de su casa se sube una de sus hijas, quien con paciencia y dedicación instala los renos y un trineo, además su hija mayor junto a su nieto le colaboran en la ornamentación de su antejardín, lugar donde está el nacimiento, una chimenea y múltiples figuritas del Viejo Pascuero.

"A mi viejo (esposo) le gustaba mucho la Navidad y decorando nuestra casa es una manera de recordarlo con amor y cariño, es por eso que comenzamos a ordenar todo esto a mediados de noviembre", reveló.

Sin embargo, no solo el frontis de su casa es ornamentado con objetos navideños, sino que también el living de su casa, en donde, además de tener variados tipos de Viejos Pascueros, tiene figuritas de gente patinando sobre nieve, las cuales se mueven en diferentes direcciones.

Adaptación

Para poder acomodar el pesebre y monitos de nieves en el antejardín de su hogar, Elena Serrano optó por modificar el espacio de acceso a su casa.

"Antes tenía un jardín, pero como cada año iba colocando más adornitos tuve que sacarlo y optamos por instalar cerámica y hacer un altillo para que el pesebre (que le enviaron desde Italia) pueda quedar bien, además de la chimenea que la mandamos hacer para que se viera más bonito", agregó.

Para Elena Serrano, el día 25 de diciembre es muy importante, porque desde que cuentan con la llamativa decoración de su hogar, un grupo de pastorcitos llega hasta el frontis de su casa "para cantarle al niño Jesús, así que aquí los atendemos con cola de mono y pan de Pascua y es la única vez en el año en que se abre la reja del antejardín porque llegan alrededor de 50 personas, además de los vecinos que se acercan a mirar, además de una banda de bronces que viene a tocar dos canciones y eso es algo que a mí me llena el alma", dijo.

"Endulzar la casa"

Otra de las casas que no pasa desapercibida durante la época navideña es la que está en calle Barros Arana, entre Bulnes y O'Higgins, en donde hay un balcón ornamentado con pinos de Navidad y variados caramelos, los cuales se roban todas las miradas de los transeúntes que circulan por el céntrico sector.

Allí vive la Jéssica Castillo junto a su familia, quien desde la quincena de noviembre, acompañada por su primo partieron con la instalación de los adornos de la fachada, living, baño y comedor de su hogar.

"Nosotros continuamos con esta tradición porque a mi mamá le gustaba mucho la Navidad. Primero decorábamos la casa solo con rosas hasta que falleció mi hijo y a los meses después se fue mi madre, entonces quisimos cambiar las rosas por dulces y caramelos para endulzar la casa después de tantas pérdidas porque fueron muertes muy cercanas y nos afectó mucho", confesó Castillo.

Todos los años compra nuevos juegos de luces para decorar el interior y exterior de su casa, espacio que se convierte en el punto de encuentro de su familia, ya que para la Nochebuena y víspera de Año Nuevo son alrededor de 30 personas las que llegan hasta su hogar.

Un relato similar es el de Priscilla Alaniz, quien vive en calle Tadeo Haenke a pasos de Genaro Gallo, cuya fachada está repleta de luces de colores que atraen la atención, la cual adornó acompañada de su hijo.

"Desde siempre que arreglamos nuestra casa para Navidad y fue porque a mi papá y a mi mamá le gusta. Ahora mi mamá ya no está con nosotros, pero en honor a ella siempre lo vamos a seguir haciendo y así lo dejamos hasta la Pascua de los Negros, aparte que tengo a mi nieta de 6 años y es ella la que más disfruta de todo esto", expresó Alaniz.

Para la instalación del pesebre se tomaron alrededor de una semana, pero todavía faltan adornos por acomodar, como es el caso de la pista de tren que ponen al interior de su domicilio.

"Quisimos cambiar las rosas por dulces y caramelos para endulzar la casa después de tantas pérdidas".

Jéssica Castillo, Adorna su casa para Navidad"