La Navidad o la Pascua, para los chilenos tiene una significación ideológica por dos ámbitos, una la cristiana que viene desde la época medieval y la siguiente es capitalista, entre ellas, su mejor ícono es Santa Claus, el Viejito Pascuero.
En Iquique, las Navidades tienen elementos que se deben considerar para el estudio de la historia, estas celebraciones son culto del pueblo, no son menores, relevan la religiosidad popular y la institucional, como la Misa de Gallo. Además, demuestran la fuerza de lo gremial y sindical, como los carros alegóricos que tienen su origen en los trabajadores de Correos con autos primero y de los Estibadores del puerto de Iquique, que son los primeros en salir con camiones. Actualmente se hizo un concurso de carros, no es primera vez, ya hace 20 años, lo había hecho el Municipio.
La Navidad es una fiesta popular, la antigua Nochebuena del siglo XX para los iquiqueños era de chocolate caliente, dulces y pan de Pascua, no había cena, esta era del Año Nuevo, la herencia de ello, era inglesa, asimilada por pampinos e iquiqueños, tal como la costumbre de untar la galleta en el té caliente.
Los registros de Navidad se pueden apreciar en los diarios y registros de archivo regionales, estas nos describe el rol de la Iglesia presente, como del comercio, es una fiesta de consumo, que se industrializa luego de la Segunda Guerra Mundial. En Iquique, las niñas y niños, esperaban regalos poniendo zapatos o calcetines en las ventanas en espera del Viejo Pascuero, muchos aseguraban haberlo visto surcando el cielo en su trineo.
El día 25, era de niñas y niños luciendo juguetes, muchas veces esta salida demostraba la asimetría salarial de los padres, no todos tenían lo mismo, algunos no tenían nada y ante ello, Juntas Vecinales, Iglesias, etc reaccionaban. Actualmente, pocos niños salen a las plazas y calles, los juguetes son distintos e individuales.
Hacia 1907, se vivió una Navidad triste en Iquique y la Pampa Salitrera, niñas y niños huérfanos e incluso heridos a bala, un ejemplo de ello, es Pablo Mesías de 8 años, poblador del Barrio El Colorado, conocido como el "Sordo Pablo", escribo por él, mi tío abuelo.
"Actualmente, pocos niños salen a las plazas y calles, los juguetes son distintos e individuales".
Patricio Rivera Olguín,, académico Unap"