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Campamentos aumentan un 25% en siete años y llegan a 822

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En Chile hay 822 campamentos distribuidos en el país. Esto, de acuerdo al Catastro de Campamentos 2018 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) dado a conocer ayer. La cifra consitutuye un aumento de 165 campamentos con respecto al último registro que data de 2011, cuando el número de campamentos alcanzó los 657 en el país. Es decir, un aumento del 25%.

El nuevo registro, que se realizó durante siete meses, con 150 profesionales en terreno, detalló que hasta octubre de este año los 822 campamentos contenían a 46.423 hogares a nivel nacional.

"El catastro nos va a ayudar para que podamos tomar buenas decisiones. Estamos trabajando con el sector privado, con la sociedad civil y con las ONG's. Si seguimos haciendo lo mismo, vamos a seguir con este ritmo", detalló ayer el ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, en una actividad en Arica.

En cuanto al panorama región por región, la única que no contaba con campamentos era Magallanes, mientras que Valparaíso, con 182, era la que tenía la mayor cantidad. La siguieron las regiones de Biobío (138), Metropolitana (91), Antofagasta (78) y Atacama (72). En cuanto a las zonas en que aumentaron los campamentos con respecto a 2011, destacó la zona norte: Antofagasta pasó de 28 a 78 campamentos; Atacama, de 27 a 72 asentamiento, y Tarapacá, de seis a 42 campamentos.

Además, el 75% de los campamentos mostró un acceso deficitario a servicios eléctricos; sólo el 10% de los asentamientos registró acceso regular a agua potable y el 81% de los campamentos exhibió acceso deficitario a servicios sanitarios.

Monckeberg llamó a analizar pensiones "en el largo plazo"

El ministro del Trabajo se refirió, de este modo, al mal cierre de año de los fondos más riesgosos: el A ha perdido 6,57% en lo que va del año.
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Mauricio Mondaca - Medios Regionales

El ministro del Trabajo y Previsión Social, Nicolás Monckeberg, pidió ayer a los usuarios del sistema de pensiones "ver la rentabilidad en el largo plazo" para adoptar las mejores decisiones, al reaccionar a los magros resultados de los fondos más riesgosos del sistema.

Según consignó El Mercurio, la cartera A registra una pérdida de 6,57% en lo que va de año; el B una caída de 4,54% y el C un retroceso de 1,67%. Con dichos retrocesos, acumulan su peor año desde 2011 y su tercer peor resultado anual desde la creación de los multifondos (2002).

"Las rentabilidades en el corto plazo tienen subidas muy altas y muy rápidas, y bajadas a veces más rápidas de lo que uno quisiera", mencionó el secretario de Estado. Según Monckeberg, "lo que hace que una pensión mejore es cuando uno ve la rentabilidad en el largo plazo". "Sin duda cuando uno ve la rentabilidad de los fondos en los últimos 10 años es notoriamente positiva y buena", explicó el secretario de Estado.

Mejora al sistema

En esa línea, el jefe de la cartera recordó que "en todas las inversiones, no solo de pensiones, en el mundo ha habido una caída general en los últimos meses, producto de la guerra comercial entre dos potencias y otros factores".

El titular de Trabajo agregó que es esencial enfocarse en las mejoras y en la introducción de más competencia entre las administradoras de fondos para mejorar la entrega del servicio. "Nuestra reforma incorpora muchos más actores a administrar los fondos de pensiones, precisamente para que compitan en dar mejor servicio y mejor rentabilidad", explicó el secretario de Estado.

Consultado respecto del efecto que podría tener la caída de los fondos de pensiones en la discusión del proyecto que el Ejecutivo espera sacar adelante en el Congreso, el ministro Monckeberg aseguró que "analizar una reforma de pensiones en función de un alza importante de los últimos dos meses o una baja importante de los últimos tres meses es poco serio; las rentabilidades hay que analizarlas en el largo plazo".

En octubre pasado, La Moneda presentó los ejes centrales de la propuesta de cambio al sistema de pensiones. Entre estos destacan aumentar el ahorro previsional de los trabajadores, mediante el aporte adicional y mensual del 4% del sueldo de cada trabajador, que será financiado por los empleadores. Por otro lado, se propone aumentar gradualmente el aporte al Pilar Solidario hasta llegar a 40%, pasando del 0,8% actual a 1,12% del PIB.

En otro ámbito, el Estado entregará recursos adicionales para financiar un nuevo aporte a pensionados de la clase media que superen un mínimo de cotizaciones, que será creciente con los años de cotización. El Estado también hará aportes adicionales a quienes voluntariamente posterguen su permanencia en la fuerza de trabajo y su edad de jubilación.