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"Que la inteligencia artificial quite trabajos es un mito"

El responsable en la firma multinacional de llevar la inteligencia artificial a América Latina dice que la tecnología está para hacer más eficientes a los profesionales, no para sustituirlos, y sostiene que los gobiernos deben regular su comportamiento.
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Claudio Abarca

Sergio Sotelo sonríe cuando se le pregunta si Watson, la plataforma de IBM que provee servicios de inteligencia artificial (IA) a las empresas, fue nombrada así en honor al doctor John H. Watson, el célebre ayudante del aún más celebre Sherlock Holmes, el detective privado londinense creado por el escritor Arthur Conan Doyle a fines del siglo XIX. Después de todo, Holmes y su colaborador destacaban por su inteligencia y agudeza.

En realidad, este ingeniero de sistemas con formación en IA en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, en inglés) y líder en IBM de Watson Data & Inteligencia Artificial, responsable de llevar la IA a América Latina, aclara que el nombre de la unidad se debe simplemente a Thomas J. Watson, presidente de IBM en sus primeras cuatro décadas (1914-1956). De todos modos, dice que la coincidencia es muy conveniente, por las grandes capacidades de observación y analíticas que exhiben los personajes de Conan Doyle.

- ¿Cómo define usted la inteligencia artificial?

- Me gusta la definición del MIT: máquinas que actúan de manera similar a los humanos. Hay ciertas tareas que pueden automatizarse y que hoy hacen los humanos, así, se ayuda a un profesional a ser mucho más eficiente. Se le potencia.

- Uno de los grandes focos de la inteligencia artificial es optimizar el uso de los muchísimos datos que se manejan en las organizaciones, en orden a transformarlos en conocimiento y hacer más eficientes a las empresas e instituciones. ¿Cómo opera la IA en este ámbito?

- El mundo de hoy es un mundo que maneja cada vez más y más datos, de forma desestructurada. Entonces, hay una gran brecha entre los datos y lo que podemos saber y que nos sirva para hacer más eficiente y exitoso nuestro negocio. El desafío para la IA es cómo acortar esa brecha. Por ejemplo, en Santiago, tenemos una firma eléctrica que quiere predecir con precisión los tiempos de reposición del suministro de energía y así evitar multas. Esa compañía está usando los datos y la inteligencia artificial para ello. También lo está haciendo un cliente en Perú que desea predecir el número y la composición de las personas que visitarán el país como turistas, con miras a generar modelos. Lo mismo pasa con empresas de telecomunicaciones que buscan reducir los costos de llamadas a sus centros de contacto (contact center) y resolver mejor los requerimientos de sus usuarios. Asimismo, creamos Watson for Oncology, para que con IA el médico tratante tenga una segunda opinión respecto del caso de un paciente: Watson recibe información sobre el estado de este, maneja antecedentes generales y, en base a esto, entrega una propuesta para el caso. Este servicio está disponible para los cánceres de colon, mama, recto y pulmón.

ética y transparencia

- El ser humano usa la inteligencia para cosas buenas y también para cosas muy malas. ¿Hay una manera de controlar la IA considerando que hay quienes la emplean en desarrollos negativos para el ser humano?

- Acá es donde entran los principios de ética y transparencia, debido a lo que tú mencionas. IBM tiene sus principios. El primero es que la inteligencia artificial sea utilizada para aumentar las capacidades humanas, el segundo es que la información que utilices dentro de la IA solo sea empleada por el creador de ella y el tercero es que en cualquier cosa que se haga a través de la inteligencia artificial debes ser transparente y poder explicar por qué tomaste ciertas decisiones. Por esto tienes que contar siempre con alguien revisando lo que se está haciendo, en medio del proceso. Además, tenemos sistemas que permiten revisar si los algoritmos están siendo hechos ética y transparentemente, (si) son confiables y pueden dar lo que se espera de ellos.

- ¿A su juicio, habría que regular desde los gobiernos para que la IA no se use negativamente?

- Pienso que, en el futuro cercano, deberá haber regulación en torno a cuál ha de ser el comportamiento de la IA en diferentes usos. Hay que establecer condiciones, normas, leyes, de modo de contribuir a que la IA tenga el mejor comportamiento posible.

- En general, ¿cuál diría usted que es el estado actual del uso de la IA en las empresas?

- Es una realidad en muchas partes del mundo, en América Latina se está usando bastante. Llevo cuatro años en el tema en IBM y los bancos, las firmas de seguros, el retail, las empresas de salud y otras grandes compañías están utilizando IA, pero también hay starts up y desarrolladores aplicándola. Es una tecnología que avanza a buen ritmo en Sudamérica. En Chile, Ripley está usando IA con IBM.

Automatización

El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, reveló un estudio que hizo por encargo de Microsoft: un ejercicio de simulación de escenarios alternativos de adopción y difusión de la IA en América Latina y nuestro país. Según el informe, solo un 22% de los trabajadores cuenta con las habilidades que se potenciarán con la inteligencia artificial, y entre los trabajos más susceptibles de ser automatizados en Chile, están los fotógrafos, los modelos de moda, arte y publicidad, los bibliotecarios, los cajeros y los vendedores telefónicos.

- Dado que complementa actividades humanas, muchos creen que la IA reemplazará al hombre. ¿Cuál es la actitud que los profesionales debieran tener frente a la IA?

- No creo que la IA acabe reemplazando a los trabajadores. Lo mismo se decía de la Revolución Industrial, pero no fue así. Este año, un estudio del Foro Económico Mundial indicó que si bien muchas actividades serán automatizadas, la IA generará más de 60 millones de puestos de trabajo en el mundo para 2025. Que la IA quite trabajos es un mito. Los nuevos profesionales deben integrarse a ella prepararse para hacer distinto lo que se hacía antes.