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[En Verano]

Descubriendo la ciudad desde las alturas

Diferentes emociones se viven sobrevolando Iquique.
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Josefina Aravena

Realizar este deporte es una experiencia fascinante que entrega otra perspectiva de la ciudad, la cual en esta época del año se convierte en uno de los imperdibles para niños y adultos que buscan una nueva experiencia y algo emocionante que realizar.

Los grandes cerros de la ciudad son ideales para este emocionante deporte y ver la ciudad desde el aires.

Luego de una breve instrucción previa, el despegue se realiza desde Alto hospicio a alrededor de 530 metros de altura, que permiten desconectarse y entrar en otra dimensión.

La mayoría de las agencias certificadas ofrecen, el trayecto desde donde se hospeden los clientes, buzo, casco, arnés, y una sesión de fotos para guardar de recuerdo.

Una vez en el aire se buscan distintas tipos de corrientes de aire para buscar altura y permanecer dentro de esta y quizás, alcanzar una mayor altura dentro de los 15 o 20 minutos en que se desarrolla la actividad.

El paseo tiene una duración de aproximadamente 1 hora y media y se aterriza en playa Brava, Huaiquique o Cavancha, cuando se esta permitido.

No hay necesidad de un conocimiento previo o condición física muy especial para realizar parapente. Sin embargo, Jacob Espinoza, instructor de parapente de la escuela Purovuelo, recomienda que es mejor avisar con un día de anticipación para confirmar algunas condiciones del clima y peso de la persona "ya que si una persona, como los niños, es muy liviana quiere volar, no puedo hacerlo muy tarde porque el viento ya es muy fuerte o si es más pesada y el viento está muy suave, tiende a irse hacia abajo."

Por ende, considerando estos aspectos, las salidas se hacen de mañana o tarde. El precio es de 45 mil pesos por personas y se van en grupos de 4 o 5 personas.

El centro ceremonial de Isluga

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El pueblo de Isluga, se encuentra en el parque nacional homónimo, en medio del altiplano. Su historia se remonta a la época prehispánica.

Muchos sitios arqueológicos confirman que este sector fue un importante centro ceremonial para las culturas andinas.

En cuanto a la fachada del lugar, la mayoría de sus construcciones son hechas en base a piedra, algunas aún conservan techo de paja y están orientadas en dirección al sol.

Dentro de la zona destaca la iglesia, la que mide 12 metros de altura y esta compuesta por dos cuerpos.

El centro ceremonial y el pueblo en general, es reflejo de un proceso de sincretismo cultural que se ve expresado tanto en su valor arquitectónico como en la riqueza simbólica de la comunidad altiplánica.

Este místico Monumento Nacional está habitado por comunidades aymarás, aunque en la actualidad son muy pocos habitantes los que existen en la zona.

Esta localidad cuenta con mucha historia, por lo cual fue denominado como Patrimonio cultural del Chile y América.

Otro de los atractivos cercanos a la comunidad, es el Parque Nacional Volcán Isluga, el que se caracteriza por estar rodeado de volcanes, lagunas y cerros sagrados del pueblo con un impresionante paisaje, diversos senderos y excursiones, donde se pueden apreciar los ambientes ecológicos, flora y fauna como alpacas, ñandúes, cóndores y otros.