EDITORIAL
Accidentes de tránsito
En el último mes las cifras de fallecidos por concepto de accidentes de tránsito en la región se han ido a las nubes. Solo en lo que va de 2019 son 8 los fallecidos, lo que sin duda es preocupante.
Además, en varias de estas muertes estuvo involucrado el consumo de alcohol, lo cual debe encender las alarmas a las autoridades con el fin de poder intensificar las fiscalizaciones y fortalecer las medidas de prevención.
Actualmente la normativa ha endurecido sus penas para quienes provocan accidentes tras haber consumido alcohol, sin embargo muchos desconocen tal situación y todavía relativizan las consecuencias que tiene esta práctica.
En 2014 la OMS publicó el Informe Mundial de Situación sobre Alcohol y Salud, donde evidenció que cerca del 10% de las muertes en Chile están relacionadas con el consumo desmedido de alcohol. El porcentaje implica 9.500 muertes anuales.
Las cifras de fallecidos por accidentes de tránsito si bien se han reducido y durante 2017 se registraron 1.483 fallecidos, cifra que representa la menor cantidad de víctimas desde hace 28 años, sin duda que se puede avanzar mucho más intensificando los planes de prevención, pero donde es clave que como ciudadanos tomemos conciencia.
El conducir bajo efectos del alcohol no solo afecta a quien cometió la acción, sino que la mayoría de las veces existen otros involucrados en los accidentes de tránsito.
Al mismo tiempo es importante generar planes de educación vial, sobre todo en Iquique, donde muchas veces Carabineros se encuentra con individuos que ni siquiera cuentan con los documentos que acrediten que sabe conducir.
Hay que trabajar y fortalecer la educación vial desde la época escolar, sobre todo en una región como tarapacá, donde el acceso a un vehículo es mucho más fácil y gran cantidad de jóvenes cuentan con vehículos propios incluso antes de ingresar al mundo laboral o tener una licencia de conducir.
Al mismo tiempo en el corto plazo, es necesario tomar esotos meses de verano para reflexionar respecto a nuestra conducta en calles y carreteras, principalmente por las terribles consecuencias que tiene un actuar imprudente.
"Hay que fortalecer la educación vial desde la época escolar, sobre todo en una región como Tarapacá (...)".