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Región no cuenta con un registro completo de su patrimonio

La fiscalía de Tarapacá, además, suma 26 denuncias por daños y apropiación de Monumentos Nacionales desde 2016. Expertos analizan los efectos irreversibles en sectores patrimoniales alterados por desconocidos.
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Crismary Castillo Marengo

En los últimos tres años y lo que va del 2019 la Fiscalía Regional de Tarapacá registra un total de 26 denuncias por daños y apropiación de Monumentos Nacionales.

Específicamente en el 2016 hubo cuatro, en el 2017 fueron nueve, el 2018 registró doce y este nuevo año ya cuentan con una.

"En las denuncias recibidas el año 2018, hay algunas referentes a daños a sitios arqueológicos de Camiña, Coscaya, Huara y la Tirana, entre otros sitios de la región. Estas denuncias fueron realizadas por particulares y por instituciones como la seremi de Bienes Nacionales, Consejo de Monumentos Nacionales, municipalidad de Huara, Conaf y otras", indicaron desde la Fiscalía.

Estas denuncias se hacen bajo la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales, que en su artículo 38 señala que "el que causare daño en un monumento nacional, o afectare de cualquier modo su integridad, será sancionado con pena de presidio menor en sus grados medio a máximo y multa de cincuenta a doscientas unidades tributarias mensuales".

Delitos

Por el delito de daños o afectación a un monumento nacional fueron formalizados el 14 de enero de 2019 por la Fiscalía del Tamarugal, los imputados de nacionalidad belga Wanda Larrocha López, Esteban Vilugron Silva y Nikolaou Panagiota -los dos primeros también con nacionalidad chilena-, quienes fueron detenidos por haber ingresado con un vehículo y haber caminado por el Cerro Unita y "Gigante de Tarapacá". A solicitud de la Fiscalía, la jueza Isabel Peña decretó el arraigo nacional de los imputados mientras dure la investigación, la cual se le fijó en un plazo de 30 días.

A lo anterior se suma una causa en Pozo Almonte por una denuncia que se realizó en contra de un hotel de esta comuna por, supuestamente, tener piezas arqueológicas en su interior, según informó el fiscal jefe del Tamarugal, Hardy Torres.

"Esta causa está con la audiencia de formalización solicitada ante el tribunal el 18 de enero y no compareció la imputada y por ello, se despachó una orden de detención en su contra. Las policías tienen la orden para proceder a la detención", indicó.

Después de la detención, se llevará ante el tribunal para proceder a desarrollar la formalización de cargos.

En cuanto al caso del Gigante de Tarapacá, Torres informó que se están realizando los peritajes que permitan de manera concreta determinar el tipo de daño, y recuperar parte de la totalidad de los mismos a objeto de poder plantear en el tribunal una condena o continuar con la causa en un juicio oral.

"El problema fundamental asociado a este tipo de ilícitos es que son lugares que no tienen personas viviendo en sus alrededores y, por lo tanto, no tenemos testigos, sino solo la constatación del hecho. En la medida en que la gente se involucre y haga las denuncias, la respuesta de las policías y la Fiscalía será más efectiva y oportuna", sostuvo.

Alto barranco

El arqueólogo y profesor de la Universidad de Tarapacá Luis Briones acusó que, desde hace más de un siglo, el desierto ha sido intervenido en una infinidad de veces provocando daños al patrimonio.

Se refirió, por ejemplo, al sitio arqueológico Alto Barranco, ubicado a 45 kilómetros al sur de Iquique, frente a la Caleta Caramucho.

"Alto Caramucho es un sitio emblemático por la suma de destrucción (...) Ese sitio hace cincuenta años atrás estaba intacto, pero actualmente está completamente alterado".

Briones es Premio Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural de Chile, año 2012, otorgado por el Consejo de Monumentos Nacionales y ha dedicado gran parte de su vida a la investigación con especial énfasis en la etnohistoria, antropología y arqueología.

"Las alteraciones en Alto Caramucho son irreversibles. Uno puede entrar a restaurar o realizar valoraciones, pero no es lo mismo", apuntó.

El arqueólogo estimó que en unos 150 sitios de arte rupestre, un 20% está alterado.

"Siempre me llama la atención que no hay ningún sitio por donde no haya pasado un vehículo por encima. No sé cuál es la habilidad de apuntar a sitios que son de acceso complejo; sin embargo, uno los encuentra y ya le ha pasado un vehículo hace 50 años atrás o uno hace pocos meses", acusó.

Salvataje urgente

Esta semana, el arqueólogo y paleontólogo Luis Pérez realizó un salvataje urgente de un fardo funerario y un cuerpo momificado en Huarasiña con la colaboración de un equipo multidisciplinario de especialistas en arqueología y la comunidad indígena.

"Logramos salvatar dos fardos funerarios, asociados al Periodo Formativo Tardío(1.000 a.C. al 0 aproximadamente). Esta fecha relativa se basa en algunos elementos culturales característicos cómo cesteria en espiral, cerámicas, y textileria", detalló López.

El paleontólogo planteó que la situación del robo sufrido antes del salvataje de bienes arqueológicos es grave ya que las piezas son únicas tanto por su tipo, estilo, antigüedad, y porque estaban intactas.

"La comunidad indígena de Huarasiña había informado oportunamente al Consejo de Monumentos Nacionales de la situación y urgencia de salvatar y resguardar los bienes patrimoniales, tarea que me encargaron como arqueólogo y asesor de la comunidad", precisó.

Reconocimiento

"Hay un problema grave: el Estado no reconoce la territorialidad de estas comunidades respecto al patrimonio, a pesar de que Chile ha suscrito convenios internacionales. Las mineras o la Dirección de Vialidad u Obras Hidráulicas del MOP operan sin poner atención ni consultar a las comunidades indígenas", contó.

Por esta acusación, La Estrella se contactó con Obras Públicas de Tarapacá, para conocer su versión, pero no contestó.

Pérez opina que la conservación de especies silvestres de animales y vegetales se ha dado en territorio indígena y, todo lo que está fuera de él, ha sido destruido.

"Sucede lo mismo con el patrimonio. Las comunidades menos estudiadas logran conservar la mayor parte de su patrimonio", agregó el arqueólogo.

López explicó que de la pampa del Tamarugal hacia abajo no hay comunidades indígenas. De la pampa y de las quebradas hacia arriba, están todas las comunidades. "De las quebradas para arriba se ha logrado proteger el patrimonio , pero de la pampa hacia abajo, está el desastre más grande de la historia en términos patrimoniales", formuló.

Protección

Dentro de las figuras de protección del patrimonio está la ya mencionada Ley 17.288 y los planes reguladores que en sí mismos definen otras dos figuras, según explicó Felipe Martínez, arquitecto del Instituto de Estudios del Patrimonio de la Universidad Arturo Prat, Idepa.

"Los planes reguladores definen las zonas e inmuebles de conservación históricas. En el caso de Iquique, dados los atrasos en un nuevo plan regulador, estas figuras aún no han sido implementadas y esto es preocupante porque estas figuras son más ágiles y pueden darle una protección más rápida al patrimonio", dijo Martínez.

Habló además de lo complejo de separar el patrimonio tangible del intangible. "Son indivisibles, incluso para el análisis. Si sacas lo humano, el edificio se vuelve una cáscara sin sentido. Las políticas de intervención debiese ir por aquellos elementos que representen más a las personas", propuso.

El arquitecto comentó, también, que los procesos productivos del guano, nitrato, la plata y, actualmente, el cobre, han dejado huellas en Huanillos, Huantajaya, las salitreras o Baquedano.

"Enfrentan una nueva crisis: ¿cómo lo reinterpretamos? En Baquedano tenemos su uso sin que esté regulado. Hay que aunar criterios de las instituciones que tienen que ver estos temas", mencionó.

Por su parte, Bernardo Dinamarca, director del Idepa, dijo que la zona típica de Iquique fue definida por externos.

"No hay participación de las comunidades en poder definir qué sucede con ese patrimonio. Todos los procesos de declaración de patrimonio se basan en reuniones que existieron antes de que participaran las mismas comunidades", dijo.

Dinamarca expresó, en tanto, que es urgente la creación de un registro de patrimonio. "Saber qué tenemos. No hay planos, registros con información de los edificios o zonas en términos del uso o cambios que han tenido. Nada de eso existe; hay que estar rastreándolos. Sería muy distinto tener una bitácora de esta realidad. Esto no existe actualmente", sostuvo.

Para el académico, este registro sería uno de los principales elementos que podría detener el daño al patrimonio.

Sin catastro

La seremi de Bienes Nacionales respondió que "no contamos con un catastro del patrimonio en territorio fiscal, pero creemos que gran parte está dentro de él, ya que en Tarapacá, el 89,9% del territorio es de propiedad fiscal".

En todo caso, estamos trabajando en este momento con la Unidad de Gestión Territorial y Patrimonio del Ministerio, catastrando monumentos arqueológicos de la Quebrada de Tarapacá y en el sector de Huatacondo. También se está trabajando con algunas comunidades indígenas para catastrar y proteger sitios ceremoniales y vestigios arqueológicos", comunicaron.

Educación

A juicio del Premio Nacional de Historia, Sergio González Miranda, falta protección, pero sobre todo educación.

" Sería ideal que en el currículum escolar existieran cursos sobre patrimonio regional, que incluya visitas a museos. Para ello, deberíamos tener buenos museos, de los que carecemos. Sugiero una campaña regional para la construcción del gran Museo de Tarapacá".

González planteó que es necesaria la elaboración de planes de manejo para una mejor gestión de sitios patrimoniales.

"También es preciso que el sector público trabaje coordinadamente con el privado con el objetivo común de la protección de un determinado sitio. No es en mi opinión contradictorio la protección de un sitio patrimonial con el que tenga también un valor turístico. La puesta en valor del patrimonio es también una nueva economía regional", dijo.

A su parecer, la estrategia de desarrollo regional debería considerar la protección del patrimonio (incluyendo el paisaje) entre sus prioridades. "Es importante la protección de aldeas precolombinas como Caserones, Ramaditas, entre otras. Petroglifos como los de Tamentica y Camiña. Todos los geoglifos están en peligro por la acción de los vehículos todo terreno. En los últimos años hemos sido testigos de una acelerada destrucción de oficinas salitreras. Se debe controlar más el huaqueo de piezas precolombinas y también su contrabando".

"De la pampa hacia abajo está el desastre más grande de la historia en téminos patrimoniales

Luis Pérez, arqueólogo."