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"El rechazo que se le tiene a los migrantes hoy día está estructurado en la historia"

La socióloga María Emilia Tijoux, académica de la Universidad de Chile y madre de la cantante nacional Ana Tijoux, expuso su punto de vista sobre los fenómenos de migración y racismo que siguen siendo sentidos en Chile.
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Francisca Cabello Iriarte

María Emilia Tijoux, doctora en sociología de la Universidad de París y académica de la Universidad de Chile, abrió el diálogo en torno al racismo y migraciones en el marco de la Escuela de Temporada "Iquique Sin Fronteras" que se realizó en la ciudad durante toda la semana y ahondó sobre por qué es una temática que ha abordado desde hace casi 20 años, de dónde viene el fenómeno de racismo y cuál ha sido el trabajo que la ha ligado con la Región de Tarapacá.

-¿Cuáles han sido las hipótesis que se han referido a los fenómenos de racismo y migración?

-La sociología sola no va a entregar los elementos que nos permiten armar esas hipótesis y hay que recurrir a la historia por una parte e ir a buscar en la constitución de nuestro país como estado-nación pero también en el periodo colonial para saber más cosas y conocer, por ejemplo, que efectivamente hubo esclavos en Chile, que llegaron africanos en calidad de esclavos, que llegó un mundo de África que luchó en la guerra, que estuvo presente en la guerra y que hubo también africanos y africanas que vivieron sobre todo en el norte de Chile (...) es una herencia que hoy día afortunadamente muchas comunidades están reivindicando, están solicitando censos particulares, están reivindicando el lugar de la negritud, por ejemplo, en Chile. También por otra parte nos encontramos con lo que ocurre con la constitución del estado-nación chileno, en el siglo XIX y principios del XX y enfrentamos, por lo tanto, una suerte de ideología del desarrollo, que en ese momento lo que pide o lo que busca es un desarrollo a la europea y sí hay inmigración cuando se solicita a una fundamentalmente alemana que fue la principal que solicitó para venir a Chile, en donde el gobierno chileno les pidió venir, les entregó tierras, herramientas, dinero con un fin colonizador y fue principalmente para poblar el sur y también, tal como lo señalan pensadores de ese tiempo, "mejorar la raza". En ese sentido, cuando uno va a buscar esas raíces de lo que nos constituyó como estado, como nación, como sociedad, efectivamente ve que el rechazo que se le tiene a los migrantes hoy día está estructurado en la historia.

-¿Se podría decir que el chileno es aspiracional?

-Respecto a la historia no necesariamente partió por ahí porque no fue la sociedad chilena la que pidió eso, fueron los gobiernos de la época, es decir, fue el estado, en realidad (...) pero si colocamos hoy día ese lugar que tendría el chileno como ciudadano blanco, por ejemplo, porque nadie se dice a sí mismo mestizo, sí podría tener un vínculo con lo que es lo aspiracional, es decir, conseguir algo no solamente por el hecho de ser chilena o chileno sino por el hecho de ser blanco, blanca o tener un linaje europeo o sobre todo un linaje que económicamente esté atado también a un lugar "de superioridad" en la sociedad chilena, entonces hoy día hay muchas cosas que se mezclan con eso, o sea, no cabe la menor duda y de esto hay varios estudios que lo han demostrado que ante la búsqueda de trabajo, de personas que tienen diplomas idénticos, calificaciones similares, estudios similares aquí, afuera o donde sea, al momento de la entrevista el cuerpo, la edad, el género de la persona juega mucho para la decisión que toma un empresario para poder dejarlo o no dejarlo.

-¿Qué rescata del trabajo que ha hecho en la región?

-He hecho lazos con personas que para mí son de referencia muy importantes, no solo por su inteligencia porque tienen una inteligencia que a mí me ha conmovido a pesar de las condiciones adversas de la vida como Ángela Popo y Lorena, por ejemplo, que militan en la Ampro (Agrupación de Migrantes y Pro Migrantes de Tarapacá) pero además están en la Red Nacional Migrante y están en el Movimiento Acción Migrante. Ángela Popo cuando vinimos la vez anterior ganó un premio acá que se lo entregaron públicamente y su dedicación, su habilidad y conocimiento también sobre lo que implica la vida en los campamentos, la solidaridad. Da mucha esperanza y da para pensar que no todo está tan feo, que no todo es tan terrible, que hay personas luchadoras en realidad, son mujeres además con todas las dificultades que eso implica para estar siempre en primera línea defendiendo a la población migrante, ayudando, entregando elementos de comprensión, haciendo talleres con un conocimiento muy grande sobre la migración (...) en ese sentido no podríamos hacer investigación científica sin el trabajo que hacemos con personas que están completamente integradas en esa investigación.

-¿Cuál es la sensación que tiene de este territorio?

-El vínculo con Iquique está consolidado, a mí me interesa mucho que eso continúe dándose pero además por razones más antiguas diría yo, tengo muchos amigos en este lugar que quiero mucho y es una ciudad muy acogedora, es hermosa que también ha vivido cosas muy duras, que ha tenido todas estas historias terribles que han sucedido no solo en la dictadura sino posteriormente con la desaparición de José Vergara o la búsqueda eterna de Freddy Taberna y de sus compañeros porque no es el único y también de lo que sucede en una ciudad como Alto Hospicio, en donde me entero el otro día que las edificaciones están hechas sobre verdaderas cavernas que pone en peligro a la gente. Entonces yo me pregunto por qué condenamos a personas a vivir en el peligro si ya somos un país sísmico, el peligro está, hemos aprendido a enfrentarlo, por qué más de eso en un sector que yo diría está abandonado por el Estado, lo voy a decir con todas sus letras, en donde no hay mucho interés por cuidar sus vidas.

"(Iquique) ha vivido cosas muy duras, que ha tenido todas estas historias terribles que han sucedido

María Emilia Tijoux"