Permiso para aportar
El gobierno ha intentado generar importantes avances en la desburocratización de los proyectos mineros en chile. De esta forma, el año pasado creó la oficina de gestión de proyectos sustentables, la cual contribuiría al incentivo de la inversión minera en nuestro país, que es lo que necesitamos.
Son más de 400 los permisos que involucra la materialización de un proyecto en nuestro país. Si a esto le sumamos que los servicios públicos que otorgan permisos y fiscalizan los diferentes procesos, no cuentan con la cantidad adecuada de recursos y/o personal, y que muchas veces las autorizaciones que generan son distintas para algo similar, los proyectos se tardan una enormidad en poder comenzar su ejecución. De hecho, Chile es uno de los países con mayor complejidad en procedimientos regulatorios de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE.
Joseph Ramos, presidente de la Comisión Nacional de Productividad (CNP), en una entrevista otorgada a la Segunda, manifestó su asombro de que las autoridades Australianas estuvieran insatisfechas de que los procesos de aprobación de los grandes proyectos mineros en dicho país tomaran 3 años, cuando en Chile demora en promedio 5 años.
Por otra parte, el aporte social de la minería no es una práctica reciente. Durante muchos años, las empresas mineras regionales han apoyado a las comunidades que las rodean, lo cual ha mejorado enormemente la calidad de vida de sus habitantes. Las comunidades siempre han estado activas en sus zonas de influencias, generando infraestructura, ayuda directa y planes de desarrollo de las diferentes comunidades vecinas.
Los términos "Responsabilidad Social" y "Desarrollo Sostenible" se han convertido en parte del lenguaje oficial de las principales empresas mineras, e incluso del Estado. El mantenimiento de buenas relaciones con grupos de interés es clave tanto para la aprobación, como para la continuidad de las operaciones, sin embargo, la aparición de "ciertas organizaciones, líderes y/o profesionales" que asesoran a las comunidades donde se desarrollan los proyectos de inversión minera, en algunos casos están más interesados en la creación de "grupos de presión" que coloquen trabas a la implementación de estos proyectos, y no en contribuir a la relación de ambas partes en el proceso, buscando beneficios distintos o específicos y no para la totalidad de las comunidades.
"Las empresas mineras regionales han apoyado a las comunidades que las rodean ".
Leopoldo Bailac, Presidente de la Asociación de Industriales Iquique y El Tamarugal"