Hemos escuchado acerca de la idea e intención de potenciar y/o transformar la Zona Franca de Iquique en un centro productivo, comercial, logístico, de servicios, sustentable, etc. Hoy tenemos una Zofri comercial que, desde su origen ha estado dedicada a abastecer a los países vecinos y a la zona de extensión (Arica, Parinacota y Tarapacá), con los beneficios tributarios conocidos, libres de impuestos (renta e iva) y derechos aduaneros.
La transformación será posible, en gran medida, si se logra el concurso de Privados y el Estado, los primeros aportando inversión, conocimiento y tecnología y el segundo mediante la oferta de concesiones especiales en materia de aranceles de aduanas, impuestos, infraestructura física para la producción y el transporte, logística y otros incentivos, entre los que destaca la bonificación a la contratación de mano de obra.
Incentivar la llegada de empresas transnacionales, que, para reducir costos, establezcan filiales o subcontraten empresas en la región, con tareas que pueden ser de sectores industriales con bajo contenido tecnológico, como la confección de ropa, también pueden ser de tecnología media, como ensamblaje de la industria del automóvil, o de alta tecnología, como productos terminados de la electrónica de consumo y extenderse a los servicios para las empresas, como los centros de llamadas (call-centers).
Este modelo contribuiría a complementar la especialización de la Zofri, al pasar de exportar mayoritariamente productos terminados a concentrarse en los productos manufacturados, cambiando radicalmente la inserción internacional de su giro. Eso, unido a la llegada de inversión extranjera, puede valorarse como una importante contribución al crecimiento económico. Pero no es tan así, ya que la Zofri generaría muy poco valor añadido.
En efecto, el valor añadido que quedaría en la región, donde se llevaría a cabo la actividad, equivale a la diferencia entre el valor de los productos exportados y el de los componentes importados. Además, ese valor añadido se distribuye entre sueldos, beneficios, materias primas nacionales, pago de servicios y, en su caso, impuestos, por lo que no se producen encadenamientos productivos que contribuyan a generar tejido industrial. Se trataría más bien de la "exportación indirecta de mano de obra local" incorporado en los productos procesados.
Ahora bien, empleadas como un instrumento más en el marco de estrategias de industrialización de base exportadora, estas actividades podrían dar buenos resultados.
"Este modelo contribuiría a complementar la especialización de la Zofri"
Darío Blanco Leiva, gerente, Asociación Usuarios Zofri A.G.1"