Francisca Cabello Iriarte

Causó furor en las redes sociales tras publicar unas imágenes en que le realizaba una sesión de manicura a una mujer en situación de calle. Con más de mil "me gusta" en Facebook, muchas personas alabaron el noble gesto que tuvo Karla Velásquez con Rubí, con quien tiene una real amistad.

Se conocen hace años, afirmó la esteticista; Rubí a veces llega hasta el local de manicura para que Karla Velásquez la regalonee con cualquier cosa que la haga sentir más bonita. Ese día le dijo que no tenía dinero pero que estaba de cumpleaños y quería ponerse uñas, ya que así las solía llevar su abuela y que fuesen de color lila, tono del vestido y las flores que le regalaron para su graduación.

"Karlita siempre piensa en ti": es la frase que acuñó la manicurista para su vida y las de todas las mujeres porque no solo ha solidarizado con Rubí sino también con muchas más mujeres a lo largo de Chile realizando de forma gratuita talleres de "Amor Propio", como ella los llama.

Historia

Velásquez es oriunda de Valparaíso y desde allí llegó hace 10 años para radicarse en Iquique junto a sus tres hijos luego de sufrir violencia intrafamiliar. En ese entonces, solo contaba con 50 mil pesos en el bolsillo así que partió a la Zofri compró unos lavatorios y comenzó a vender cualquier tipo de productos para mantener a su familia.

El talento de comerciante lo lleva en los genes y a pesar de que toda su vida tuvo una buena situación económica aquí aprendió lo que era "ganarse la vida". En Alto Hospicio llegó a un salón de belleza para arreglarse las manos, la atención no le gustó y en ese momento supo que quería dedicarse a ese rubro.

Comenzó a ofrecer el servicio a $500, junto a su hijo llegaba a instalarse a Playa Cavancha, se comían un pan con pollo y llegaba a hacerse hasta diez mil pesos por día. Otro de los hechos que recuerda es que fue la primera en inaugurar un salón en Iquique donde pintarse las uñas tenía un costo de mil pesos.

Así comenzó a cambiar la vida de las mujeres, en aquella época dijo haber tenido unos kilos de más que le propinaron un infarto algo que la hizo cambiar del chip y comenzar una vida más saludable.

Por un lado pintaba las uñas y por otro se dedicaba al comercio ofreciendo también productos para bajar de peso, los mismos que la hicieron perder hasta 34 kilos, luciendo una excelente figura que la mantienen vital a sus 38 años.

Su ideología es cobrar menos para que se sientan más lindas, algo que también ha podido experimentar con una iniciativa propia de cursos gratuitos de crecimiento personal, luego de capacitaciones que le otorgaron por ser una buena vendedora en una compañía en la que trabajaba.

"Me empezó a ir bien y mucha gente no tiene los recursos para hacerse cosas. Ahora me siento realizada y exitosa pero no por dinero sino porque comparto lo que tengo", sostuvo.

Hoy en día cuenta con un salón en Iquique y otro en Valparaíso pero además sigue activamente su relación con mujeres que tengan problemas de actitud o autoestima a lo largo de todo Chile buscando ser un aporte para la sororidad, visión que refleja a diario en sus redes sociales como Instagram (@karliitaa_alejandra), donde tiene más de 13 mil seguidores.

"Ahora me siento realizada y exitosa pero no por dinero sino porque comparto lo que tengo".

Karla Velásquez, esteticista y comerciante."