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Niños y adolescentes transgéneros buscan su espacio en la comunidad

Apoyo familiar, en el colegio y de su entorno, así como expresar su identidad son claves para la inclusión, expresan familiares y jóvenes que decidieron asumir su género.
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Patricio Iglesias P. - La Estrella de Iquique

Notas y seguimiento en redes sociales y medios de comunicación tuvo el caso de la joven transexual Arlén Aliaga, de 17 años, quien había solicitado dejar su colegio por problemas de convivencia en Santiago e ingresar al Liceo de Niñas de esa comuna.

La situación en un principio fue rechazada por el municipio de Santiago, pero por intervención del Ministerio de Educación la joven pudo matricularse en el Liceo 1 de Niñas, de la comuna de Santiago. Incluso fue seguida durante el primer día de clases por la prensa, en un primer paso de inclusión en ese tradicional establecimiento.

El caso de Arlén es solo uno de varios que ocurren a nivel país en el marco de la Ley de Identidad de Género, donde el sistema educacional acoge a niños y adolescentes transgéneros.

Pero más allá de esta figuración pública, en la región de Tarapacá las familias con hijos o hijas transgéneros buscan que se abran espacios y que la experiencia de convivencia sea de integración, respeto y de aceptación. Que sea comprendida y que se llegue a un proceso de inclusión que no solo vaya en los colegios por una normativa, sino en un cambio cultural que acepte la diversidad que se da también a una temprana edad, como es la infancia y adolescencia.

Por eso, familias han abierto sus experiencias con sus hijos para compartirlas.

En la región de Tarapacá ya existe esta inclusión y es una realidad que se vive en algunos establecimientos educacionales.

El seremi de Educación, Natan Olivos, precisa que existen normativas que establecen la inclusión de los alumnos o alumnas transgénero y que esto ha funcionado bien y que para ello se mantiene un protocolo ministerial.

"Esto está incluido dentro de una normativa legal, en tanto hay un cumplimiento que dar a este tipo de situaciones. Uno es lo legislativo, trabajo con los establecimientos educacionales y comunidades educativas, que se señala la ley, pero también ver como trabajamos esa inclusión", explica el seremi.

Olivos dice que no se ha cuantificado cuántos alumnos transgénero existen, "pues muchos aún no asumen y hay muchos factores de las personas, familiares y es un tema puntual que se va abordando en cada uno de los establecimientos, que se enfrenta con las comunidades educativas, las familias y los propios niños".

Los antecedentes de los alumnos se mantienen en reserva, pero la experiencia que viven ya es una realidad que se debe asumir.

Experiencia

Andrea Lillo es madre de Florencia, una niña transgénero que actualmente cursa cuarto básico en el colegio Academia Alto Hospicio.

Esta madre y la psicóloga Marcela Carrión dirigen la Fundación Selenna, entidad que trabaja con familias de madres y padres con hijos transgéneros y que tiene sede en la región de Magallanes, Iquique y Santiago.

El año 2017 se coordinaron una serie de intereses para dar orientación a padres, apoderados y alumnos. Su objetivo es transformar la educación, implementar cambios curriculares y hacer visible la identidad transgénero.

Mas difusión

Lillo manifiesta que el tema de los niños y adolescentes transgénero se ha podido conocer más en los últimos años, porque "antes se asociaba este tema a personas adultas, pero existen niños en esta condición y muchos padres no sabían cómo actuar".

Destaca que existen muchos niños y adolescentes trans, pero "que es difícil que se pueda hacer una cuantificación y que mucho se trataba como una situación terapéutica sin abordar esta como una situación interior y de identificación de género".

Es así que en la Fundación Selenna en Iquique cuentan con 16 niños y adolescentes, siendo la menor una niña transgénero de 4 años, que actualmente asiste al kínder. Mientras que el resto de los menores van al sistema escolar en enseñanza básica y media.

Para Andrea y Marcela la experiencia muestra que los niños transgéneros al asumir el género con que se identifican, se insertan en el sistema social y escolar. Andrea relata la experiencia de su hija, que al iniciar la transición, el cambio de niño a niña, "tuvo la aceptación de los vecinos de nuestro condominio de amigos, familia".

Reconoce que en el colegio contó con el apoyo de la dirección. Hoy "es una niña integrada". Incluso tiene un buen rendimiento escolar y tiene la amistad de sus compañeros, en el establecimiento mixto.

No obstante, pese a ello hay quienes no lo aceptan. En este caso Andrea identifica a grupos evangélicos que "presionaron y amenazaron con sacar a sus hijos del colegio, pero esto al final no sucedió".

Cree que influyó cómo la comunidad educativa abordó el tema de la niña y el respaldo y respeto con la familia.

Falencias

Destacan que existe mucho por avanzar en el tema de inclusión con personas transgénero y esto va en el tema de que se acepte el nombre social de los niños y adolescentes, que se asuma este proceso, que aún en algunos menores existe temor, por ejemplo, en usar los baños.

Por eso trabajan en difundir la ordenanza de Educación que rige para recibir a niños trans en colegios. Reconocen que esta muchas veces está "invisibilizada" por concepciones o visiones sesgadas en algunos colegios, pero creen que son los casos menores.

Normativa

La Superintendencia de Educación, con fecha 27 de abril de 2017, elaboró la Circular de Derechos de niñas, niños y jóvenes trans en el ámbito de la educación, y las Orientaciones para la Inclusión de Personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex.

La circular, elaborada por la Superintendencia de Educación, "define como principios orientadores para la comunidad educativa respecto a las niñas, niños y estudiantes trans, los conceptos de dignidad del ser humano, interés superior del niño, niña y adolescente, la no discriminación arbitraria y la buena convivencia escolar".

También establece que los sostenedores y directivos de establecimientos educacionales están obligados a respetar todos los derechos que resguardan a estudiantes, "junto con tomar las medidas administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger y garantizar esos derechos contra toda forma de acoso discriminatorio, tales como prejuicios, abuso físico o mental, trato negligente, vulneración de su intimidad y privacidad y/o malos tratos; velando por el resguardo de su integridad psicológica y física, y dirigir todas las acciones necesarias que permitan su erradicación en el ámbito educativo".

La circular señala que los padres, madres, apoderados o el propio estudiante si es mayor de edad, pueden pedir al establecimiento el reconocimiento de la identidad de género y medidas de apoyo.

El incumplimiento implica sanciones.

Las orientaciones para la inclusión de escolares fueron elaboradas desde el enfoque de los derechos humanos, tomando la dignidad del ser humano como elemento central; incorporando los principios del sistema internacional de los derechos humanos; resguardando la igualdad y no discriminación y reconociendo y fomentando la participación ciudadana en las etapas de levantamiento de información y formulación. Considera acciones para apoyarlos en caso de que no cuenten con el respaldo de sus familias y ejes y objetivos de aprendizaje para abordar este tema.

Alumno

Axel tiene 17 años, estudia en el colegio Marista Hermano Fernando en Alto Hospicio. Hoy se siente muy contento, incluso dice que está interesado en ser presidente de curso.

Su vida dio un cambio importante por cuanto en junio de 2018 dejó su anterior identidad y hoy es un estudiante varón, motivado y alegre.

Junto a su madre Nancy Rojas vive momentos importantes, así como sus hermanos y su padrastro.

"Yo a principio del 2018 comencé a ver videos de maquillaje, el cambio de niñas para verse como hombres. Me empezó a gustar más y ver el tema de la hormonización y todo ese cambio que se podía producir, físico y psicológico", explica.

Dice que sus compañeros y profesores la han dicho que ha tenido un cambio en su conducta "antes me mantenía en silencio y ahora quiero ser hasta presidente de curso".

Plantea que se siente bien: "Yo, como persona, con mis compañeros y nadie me molesta".

Valora el apoyo de su familia "y ha sido importante y de la fundación Selenna. Porque al principio (cambio) nadie entiende lo que pasa y se dejan llevar por la opinión de otras personas y ellos nos ayudaron en los términos y ver otras familias que están pasando por lo mismo".

Axel ha conocido personas que llevan años con su identidad transgénero y "que ayudan a otros a ser quien son, que no se ocultan. Nos apoyamos con otros niños entre nosotros".

Dice respecto a su nombre social, que en el colegio no tiene problemas porque de acuerdo a la circular se le dice con su nueva identidad cuando recibe diplomas, en clases.

"Como la fundación Selenna tiene un beneficio, ahora cuando firmo en el carnet, puedo hacerlo con mi nombre social".

Dice que espera cumplir 18 años para poder cambiar su nombre en base a la Ley de Identidad de Género.

Respecto a si conociera a un niño que esté por un cambio, le recomendaría "que sea él mismo, necesita un cambio, estaré ahí para apoyarlo o apoyarla. El colegio lo puede apoyar y la familia".

Axel es un agradecido de su colegio: "Yo creo que el colegio ha sido importante, porque uno tiene miedo a lo que dirán sus compañeros y porque es un colegio marista por lo religioso. Pero aún así me aceptaron, mis compañeros lo tienen claro y he podido hacer todas mis cosas".

Su transición asume que costó a algunas personas, "pero para todos ha sido difícil el cambio, hasta mi mamá, pero lo han tomado muy bien".

Su madre, Raquel Rojas, dice que fue un reportaje publicado por La Estrella de Iquique sobre la Fundación Selenna el que le permitió comprender el proceso que iniciaba su hijo. "Pude comprender y lo acompañamos en su paso".

Proceso

El psicólogo y director de la carrera de Psicología de la Universidad Arturo Prat, Guido Cerda, aseveró que la experiencia de niños trans se ha visualizado en los últimos años y se han roto algunos tabúes.

Sin embargo, advierte que "los casos implican un cambio en las familias. Los padres proyectan en ver sus deseos en los hijos y cuando esto no ocurre se producen situaciones complejas".

Cree que, no obstante, hoy existe más información y valora el aporte que hacen algunas organizaciones para orientar a padres y madres en que sus hijos expresan su necesidad de género. "El hecho de que se visualiza en la infancia el ser transgénero, demuestra que la diversidad es muy amplia".

Sostiene que en materia de género no todo se remite a lo masculino y femenino, no es binarismo, sino que hay matices.

Cerda considera que en estos casos es relevante el apoyo de la familia: "Los cambios que se dan en una identidad de género no ocurren de un día al otro, son procesos que pueden llevar dos a tres años".

Precisa que los padres deben estar atentos a los comentarios de sus hijos, pues muchas veces la identidad va siendo asumida por las inquietudes del menor. Incluso reconoce que es común que cuando realizan el proceso de transición, estos ya tienen asumido su nueva identidad de como quiere ser conocido, resaltando que es así en niños y adolescentes.

Valora que en los casos que conoce se ha dado un apoyo del entorno del niño o adolescente, partiendo la familia y la comunidad en que se inserta y lo escolar.

Por eso valoró el trabajo sostenido por la Fundación Selenna.

"Me aceptaron, mis compañeros lo tienen claro y he podido hacer todas mis cosas

Axel, estudiante y su experiencia escolar"

En resumen


En 2018 se aprobó la Ley de Identidad de Género

La ley destaca la facultad de toda persona cuya identidad de género no coincida con su sexo y nombre registral, de solicitar la rectificación de éstos. Se entiende por identidad de género la convicción personal de ser hombre o mujer, tal como la persona se percibe a sí misma.


Menores de edad y cambio registral

La ley de Identidad de Género señala que en el caso de los mayores de 14 años y menores de 18, la solicitud deberá ser presentada por los representantes legales o alguno de ellos. Además tendrán que presentarse antecedentes y fundamentos conforme a las cuales es beneficiosa para el mayor de 14 y el menor de 18 años que se proceda al cambio de sexo registral. La legislación establece una audiencia donde el juez citará al menor y a la persona que presentó la solicitud en un plazo de 15 días.

16 niños y adolescentes, según la Fundación Selenna, son transgéneros en Iquique y Alto Hospicio, concurriendo al colegio y jardines. No hay una cuantificación oficial de niños trans.

2017 La Superintendencia de Educación dicta una normativa para colegios sobre niños y adolescentes transgénero que considera deberes y obligaciones y respeto de derechos humanos.