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Descubren nueva subespecie de orca en mar al sur de Chile

Un equipo internacional de investigadores asegura haber encontrado 24 de estas distintivas orcas nadando en las aguas frente a la costa sur de nuestro país. Están a la espera de los resultados de las pruebas de ADN de una muestra de tejidos.
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Associated Press - Medios Regionales

Durante décadas, pescadores y turistas hablaban de una misteriosa ballena asesina distinta a las demás y de la que incluso circulaban numerosas fotos, pero los científicos jamás habían visto una.

Ya la encontraron. Un equipo internacional de investigadores asegura haber encontrado 24 de estas distintivas orcas nadando, en enero pasado, en las aguas frente a la costa sur de Chile. Los científicos están a la espera de los resultados de las pruebas de ADN de una muestra de tejidos, aunque consideran que podría tratarse de una especie distinta.

El anuncio

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (Noaa, por sus siglas en inglés) tuvo la suficiente confianza para anunciar, el jueves, el descubrimiento de esta ballena asesina cuya existencia era rumoreada desde hace mucho tiempo. Algunos expertos externos fueron más cautelosos: reconocieron que las ballenas son diferentes, pero señalaron que esperarían los resultados de la prueba para responder a interrogantes sobre la especie.

"Esta es la ballena asesina con apariencia más distinta que haya visto", declaró Robert Pitman, ecólogo marino de la Noaa en San Diego, Estados Unidos. Pitman formó parte del equipo que detectó las orcas frente al Cabo de Hornos, en el extremo austral de América del Sur.

Mancha distintiva

¿Qué tan diferente? La distintiva mancha blanca cerca del ojo que tiene gran tamaño en las orcas ordinarias es pequeña en la especie apenas conocida. Adicionalmente, sus cabezas son un poco más redondeadas y menos elegantes en comparación con las ballenas asesinas ordinarias y sus aletas dorsales son más pequeñas y puntiagudas.

Estas ballenas es probable que se alimenten principalmente de peces, no de mamíferos marinos como focas, a diferencia de otras ballenas asesinas, señaló Pitman. Los pescadores se quejan de que estas orcas son muy buenas para cazar peces atrapados en sedales, de donde se pueden llevar hasta 90 kilogramos de una sola vez.

Pitman señaló que estas ballenas son tan distintas, que posiblemente no puedan aparearse con otras orcas y quizás sean una especie de reciente descubrimiento. Con un tamaño de entre seis y siete metros y medio de largo, son ligeramente más pequeñas que la mayoría de las ballenas asesinas.

7 metros, aproximadamente, mide la subespecie de orcas descubierta hace poco.

Estudio concluye que aumenta la cantidad de fracturas en mayores por pasear a sus perros

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Las fracturas sufridas por personas de avanzada edad cuando pasean a sus perros están en aumento y las de cadera son las más comunes, indica un estudio.

Investigadores de la Universidad de Pensilvania examinaron datos de visitas a salas de emergencia por parte de adultos mayores de 65 años que habían paseado sus perros, revela el estudio, que fue publicado el miércoles pasado en la revista especializada Jama Surgery.

Los números a nivel nacional pasaron de casi 1.700 en el año 2004 a aproximadamente 4.400 en el año 2017.

Casi el 80% de los pacientes eran mujeres, las que tienden a tener menos densidad ósea que los hombres.

Aunque los paseos de perros representan menos del 1% de los motivos de fracturas entre adultos mayores, la cifra es mayor a lo esperado y el riesgo suele desestimarse, según explicó el coautor del estudio, Jaimo Ahn, un cirujano ortopedista.

Las lesiones suelen suceder cuando los perros tiran de la correa y quienes los pasean pierden el equilibrio.

Las fracturas, especialmente las de cadera, suelen perjudicar profundamente la salud de los adultos mayores. Investigaciones previas muestran que tras una fractura de cadera, al menos uno de cada cuatro muere en cuestión de un año.

Sin embargo, la investigación demuestra que los perros son buenas compañías para los mayores y los ayudan a mantenerse activos. Así que antes de aventurarse a esos paseos, los mayores deberán considerar entrenamientos de fuerza por su cuenta y entrenar a sus perros a que obedezcan, dijo Ahn.

Susan Bush, de 69 años, se lesionó varias veces al caerse paseando a sus perros. La peor fue hace tres años, mientras ponía la correa a su pastora mestiza, Piper, en el porche de su cabaña en Pocono Pines, Pensilvania, justo cuando un oso salió del bosque.

"Le sujeté la correa fuerte para evitar que persiguiera al oso", recuerda Bush, quien cayó sobre su cadera derecha y se rompió la pierna.

Una extensa cirugía y rehabilitación repararon la fractura, pero "todavía me cuesta caminar. No puedo subir escaleras sin bastón", dijo. Después tuvo cirugía para reemplazar la cadera, pero no se dio por vencida con los perros.

"Los viejos necesitamos a nuestros perros, son como nuestros amigos", dijo Bush.

El doctor John Fernández, cirujano ortopedista del Centro Médico de la Universidad Rush en Chicago, dijo que atiende lesiones relacionadas con paseos caninos al menos una vez a la semana y ha notado un aumento entre pacientes mayores. Dijo que cambios en los códigos para dar más detalles en los registros de accidentes podrían justificar el aumento. Sin embargo, también cree que los números quizás reflejen el envejecimiento de la población en Estados Unidos.