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Hombre golpeó a expareja y tribunal ordenó prisión

El imputado ya registraba una condena por violencia intrafamiliar.
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Romel J. Puche

"Auxilio por favor, me están matando", fueron los gritos desesperados de una mujer que era agredida por su ex pololo en el interior de un domicilio ubicado en calle Pedro González de la comuna de Iquique. La víctima logró zafarse del ataque a golpes por ayuda de un testigo, quien atendió su llamado y evitó un episodio todavía más grave.

De acuerdo a lo indicado por el Ministerio Público, el atacante, identificado por las iniciales C.G.M.E., causó a la joven lesiones de carácter grave de acuerdo a lo indicado por el registro de atención de urgencias, resultando con una fractura nasal y contusiones graves en las costillas.

El fiscal subrogante, Sebastián Álvarez, refirió en la audiencia de formalización que el imputado "propinó golpes de puño y pie a la víctima, además de tomarla por el cabello y arrastrarla por el suelo".

Álvarez dijo que el individuo concurrió alrededor de las 19 horas del pasado martes al Mercado Centenario, lugar de trabajo de su expolola, cuya relación acabó hace un par de meses. "El imputado pide a la mujer que se suba a la moto para ir hasta otro lugar a conversar, a lo cual ella accede por temor a generarse una discusión en plena calle".

En esas circunstancias C.G.M.E., condujo hasta su casa, donde en aparente estado de ebriedad inició el atentado en contra de la víctima, a quien de acuerdo a la Fiscalía recriminaba por el término de la relación amorosa.

"La víctima se zafa y corre a la puerta para pedir ayuda, siendo socorrida por un testigo", el fiscal indicó que el imputado tomó un cuchillo, con el cual amenazó a quienes arribaron a prestar ayuda, logrando escapar del sitio sin ser aprehendido.

Transcurrida las horas y mientras la afectada era atendida en dependencias del Hospital Regional de Iquique, llegó el responsable de las agresiones, siendo reconocido por la madre de la víctima, quien alertó de aquello a carabineros de la guardia de turno.

"Al ser abordado por carabineros el imputado confesó ser el responsable de los hechos", aseveró Álvarez. Posterior a ello el agresor fue trasladado hasta la Primera Comisaría de Iquique.

El Ministerio Público pidió para C.G.M.E., la medida cautelar de prisión preventiva, por representar su libertad un peligro para la seguridad de la víctima, además de configurarse un peligro de fuga.

La defensa del imputado, encabezada por el abogado Jorge Bacián, consideró desproporcionado el pedido fiscal, y solicitó en subsidio la prohibición de acercamiento a la víctima y el arraigo nacional.

Finalmente la jueza, Verónica Opazo, determinó el traslado del imputado hacia el Centro Penitenciario de Alto Hospicio, en calidad de prisión preventiva.

"¿Qué hubiese pasado si el testigo no interviene?", fue el cuestionamiento hecho por la magistrado, Verónica Opazo, en su razonamiento para determinar la medida cautelar a decretar sobre el agresor de la mujer. Dicho debate también fue expuesto por el fiscal Álvarez, quien señaló que de no ser por la intromisión de terceros "capaz estuviésemos formalizando por un delito más grave que el de lesiones".

Una amenaza

3 condenas; una por violencia intrafamiliar y dos por tráfico de drogas tiene el imputado.

60 días de investigación fue el tiempo decretado por el tribunal para la causa penal.

Robaron celular a chofer de taxi y fueron detenidos

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Un hombre, identificado como H.D. A., junto a una mujer de iniciales M.M.P., fueron detenidos por Carabineros tras ser reconocido por la víctima, a quien minutos antes le habían despojado de su teléfono celular.

El afectado, un chofer de taxi colectivo, se encontraba en calles Amunátegui con Serrano cuando la pareja, a través de la sorpresa, sustrajo el teléfono en momentos en que este atendía una llamada.

Carabineros, a través de la Central de Comunicaciones, observaron lo acontecido e iniciaron una búsqueda de los imputados, logrando su detención en calle Thomson. Ahí hallaron en su poder la carcasa del teléfono sin poder recuperar el aparato.

En procedimiento abreviado, H.D.A. fue condenado a la pena de 541 días de presidio, mientras que M.M.P., deberá permanecer por 100 días privada de libertad.