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El impacto que genera el abandono y deterioro de inmuebles en Iquique

Desde 2018 se han realizado 900 denuncias por terrenos abandonados que generan distintos problemas a los vecinos, como, por ejemplo, cúmulo de basuras y consumo de drogas. Expertos entregan soluciones para revertir este problema.
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Crismary Castillo Marengo

En la avenida Santiago Polanco con Pasaje Nebraska, en Iquique, una casa donde nadie vive, genera molestia a los vecinos del sector. La historia de este inmueble se relaciona con un incendio ocurrido hace más de cuatro años.

Luego del siniestro, una serie de situaciones que atenta contra la salud y seguridad de los vecinos se viene repitiendo, pese a la denuncia que hicieron hace 10 meses con una protesta en la calle Rancagua con Santiago Polanco.

"Es un nido de delincuentes. Ellos llegan a vivir allí; guardan las cosas que roban, hacen fogatas y estamos solo a la espera de que no haya ningún daño mayor por un incendio que llegue a la casa del vecino que colinda con este terreno", explicó Rodolfo Uretras, habitante del sector.

En tanto, Isabel Castillo, otra vecina del lugar, aseguró que como comunidad esperan organizarse para solicitar el cierre del cuadrante. "De verdad que es insostenible por la delincuencia. Queremos poner un cierre tipo condominio porque actualmente quienes transitamos por ahí somos los mismos residentes junto a los delincuentes", contó.

Este panorama de sitios que pasaron a un estado de abandono y posterior deterioro se replica en distintos puntos de Iquique.

Hay casos como el histórico edificio que albergó al Instituto de Normalización Previsional (INP), ubicado en Serrano con Ramírez, que fue rematado en el 2013 por mil millones de pesos, pero que actualmente cobija en sus paredes deterioradas afiches de todo tipo y que no es usado con ningún fin.

Otro ejemplo es la casa de la familia Dawson, ubicada en la esquina de Zegers con Baquedano y que en los tiempos del salitre deslumbró por su belleza. Sin embargo, su cuidado y mantención no han sido los mejores y la última medida que se tomó fue sellar sus ventanas y puertas para que no entraran más personas en situación de calle.

Así, la lista sigue sumando espacios que están detenidos en el tiempo. En el barrio histórico de El Morro, hay al menos veinte casas en estado de abandono o deterioro, según explicó el presidente de la junta de vecinos, Cristián Bilbao.

"Lo primero que ocurre es un daño patrimonial enorme porque se han tratado de modificarlas sin tener el menor conocimiento", agregó el dirigente.

En segundo lugar, dijo que otras propiedades pasaron a ser conventillos. "Improvisaron nuevas ampliaciones para arrendar, pero no cumplen con normas básicas de electricidad o uso de cocinas y eso nos han generado incendios", dijo Bilbao.

Añadió que cuando se han propuesto tomar medidas sobre estos lugares, se complica contactar a los dueños. "Son casas que vienen, por ejemplo, del tiempo del Perú y que no se han regularizado. Efectivamente esto se ha mencionado a las autoridades y ha venido la Gobernación con el Juzgado de Policía Local, pero no prosperan (las acciones) porque las casas vuelven a abrirse y a tener a gente hacinada en malas condiciones", indicó.

Denuncias

Las denuncias sobre casas abandonadas en Iquique, que representan un peligro para los vecinos, requieren de un proceso de notificación, el cual puede ingresar de dos formas a través de Oficinas de Partes. La primera es una carta con atención al Alcalde Mauricio Soria para que luego él realice la derivación correspondiente a la Dirección de Obras Municipales (DOM), la segunda forma es un comunicado directo a la DOM.

"En lo que va del año 2019, se han realizado ante la Dirección de Obras Municipales un aproximado de 180 denuncias para fiscalización de casas abandonadas y sitio eriazos privados, donde destacan acciones que representa peligrosidad para vecinos y comunidad, mientras que en el año 2018 la fiscalización por denuncias recibidas fue de 720 aproximadamente", informó la alcaldía de Iquique.

Añadieron que desde la municipalidad de Iquique y a través del Consejo Comunal de Seguridad Pública, en la sesión de 21 de febrero del presente año, con la participación de la DOM, se expuso las competencias que tiene el municipio para fiscalizar y regular esta temática, y se precisó que esta dirección se rige bajo la Ley General de Urbanismo y Construcción.

En cuanto al procedimiento, señalaron que "después que ingresa la denuncia, se activa un proceso interno que tiene una duración aproximada de 10 días corridos, donde se realiza la búsqueda del inmueble y del propietario, donde se notifica a través de un comunicado, de acuerdo a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción en su Art. 2.5.1, también con base en la Ordenanza Local Municipal 405, sobre el mantenimiento de la propiedad, en cuanto a su higiene y seguridad".

"En el caso de los sitios eriazos se está desarrollando un programa de trabajo para convertirlos en espacios públicos, que contemplen proyectos armónicos de áreas verdes y esparcimiento", indicaron.

Impacto

Alex Ruiz, arquitecto urbanista, magíster en Desarrollo Urbano Territorial y especialista en espacio público, indicó que uno de los aspectos más graves de esta situación es la falta de un plan de gestión patrimonial en la región.

"Esto va en distintas escalas desde los inmuebles históricos con mayor valor como teatros o, en el caso local, Baquedano hasta los de menor valor como las habitaciones", dijo.

Ruiz indicó que en cuanto a las habitaciones se vuelven más importantes dada la cantidad, imagen y superficie ya que están en todos lados.

"También hace falta un plan de manejo y gestión. Aquí entran el municipio, agrupaciones vecinales e independientes y colegio de arquitectos porque el cuidado no solo debe ser de arriba hacia abajo, sino también desde abajo hacia arriba", manifestó.

Suelo urbano

Para el arquitecto Ruiz el otro problema de la región es la utilización del suelo urbano. "Al tener claridad en los usos del suelo se optimizan las ciudades y se evita que las casonas en el centro se transformen en grandes bodegas de tiendas comerciales, se vean alterados en un segundo piso con cités irregulares, se altere su construcción o se expongan de manera vulnerable a nuevas instalaciones eléctricas", describió.

El experto indicó que esto trae como consecuencia la depreciación de la imagen de identidad en la ciudad.

"También pierde valor la identidad. La seguridad de los vecinos colindantes se ve afectada y se fomentan malos usos que a la larga generan una incertidumbre en los destinos de la ciudad", refirió.

Estos malos usos se refieren por ejemplo a casonas que tenían un destino habitacional y terminan siendo comerciales o de industrias inofensivas, pero que también generan un impacto irreversible.

"Entre la estación de Vivar, la ex Longino, un porcentaje del estadio y la ballenera hay siete hectáreas de superficie que puede ser destinada a la comunidad. Si bien en la trama consolidada de Iquique no podría consolidarse, sí por separado como plazas de bolsillo", proyectó Ruiz.

La reconversión urbana es la idea que plantea el arquitecto como una parte de la solución. "Activar lo que está abandonado con nuevos usos armónicos a su contexto. Es la herramienta que nos falta. Es de suma importancia aumentar los acuerdos estratégicos entre entidades públicas, por allí es donde se alinean las gestiones: una entidad propone, otra genera un uso y la otra, mantiene", explicó el profesional.

Obsolescencia

Indentificar cuáles son los inmuebles patrimoniales que presentan mayores problemas por obsolescencia, representa un desafío en la región. "Cuando la comunidad que vive en torno a este inmueble no puede otorgarle un significado. Por ejemplo, cuando se tiene una ex estación de tren que no tiene un significado para la gente, comienza a ser utilizado por personas en situación de calle, como dormitorio o situaciones más complicadas como consumo de drogas. Esto se replica en distintos lugares de Iquique", observó el académico del Instituto de Estudios Patrimoniales, (Idepa) de la Universidad Arturo Prat, Felipe Martínez.

Como solución, dio como ejemplo el de la municipalidad de Santiago y su unidad de patrimonio. "Tiene amplias capacidades técnicas que les ha permito generar protección en sus inmuebles, no solo al alero de la Ley de Monumentos Nacionales y otra propia de los planos reguladores. Con esto han declarado gran parte de sus barrios históricos bajo una figura de protección", declaró.

Nuevos usos

Entre los ejemplos exitosos de nuevos usos, Martínez detalló que en el caso de Santiago se rehabilitaron algunos inmuebles para viviendas de migrantes o personas que tienen dificultades para acceder a una vivienda.

"Esto ha generado todo un proceso de renovación de barrios, de integración ciudadana. Es una dinámica muy interesante", sostuvo.

Sobre Baquedano, el arquitecto mencionó que los inmuebles no son de un solo dueño."En la intersección de Latorre hay dos inmuebles municipales que llevan años abandonados y que no tienen un uso, cuando perfectamente pueden ser entregados en una figura de concesión a entidades dedicadas a la cultura y al arte", aconsejó.

Martínez mencionó inmuebles más icónicos como la casa Dawson. "Acá también por parte de los propietarios falta cuidado, pero también falta una mayor fiscalización a la tenencia de ese bien en abandono", dijo.

Finalmente, Martínez apuntó que al no existir una fiscalización comienza a ocurrir el deterioro y pérdida del sentido de los barrios históricos.

"Son casas que vienen del tiempo del Perú y que no se han regularizado.

Cristián Bilbao, dirigente de El Morro"