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Casino Español: admirable referente del barroco morisco en Iquique

El edificio fue inaugurado en 1904 y es una huella del auge del salitre de los siglos XIX y XX.
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Rodolfo Capino Valencia

"Es una joya para Iquique". Con esas palabras Marco Fernández, administrador del Casino Español, califica la importancia del edificio que llama tanto la atención por su particular arquitectura y mobiliario.

El inmueble es un buen ejemplo del estilo barroco morisco, lo que sitúa al edificio como una destacada muestra de la decoración y arquitectura de tipo abaresca, que cuenta con muy pocas alusiones en Chile.

El Casino Español nació gracias a la creciente comunidad de ese país que llegó a Iquique en el siglo XIX. Ante la necesidad de tener un lugar para reunirse y añorar el terruño, "La Estudiantina Española" se propuso buscar un inmueble que cobijara a la comunidad. De ese modo, más tarde fueron acogidos -mediante el pago de un arriendo- en el segundo piso del Cuartel de la Compañía Española de Bomberos de calle Lynch.

Sin embargo, con el correr del tiempo el espacio se hizo pequeño y la sociedad tuvo que buscar otro lugar para reunir a los miembros del círculo.

En ese contexto, y tras la búsqueda de un terreno, la constituida Sociedad Recreativa Casino Español compró un espacio cercano a la Plaza Prat para construir su sede, la que finalmente fue inaugurada el 10 de junio de 1904.

De eso han pasado casi 115 años, en que el edificio ha visto pasar la historia de Iquique. Actualmente está convertido en un restaurante, cuyas mesas reúnen delicadas preparaciones. Asimismo, el espacio llegó a ser una especie de museo, que recibe la visita de curiosos, quienes se maravillan con la elegancia arquitectónica y decoraciones ornamentales de su interior.

El Casino Español en el primer piso cobija un gran salón donde se ubican las mesas del restaurante. Se suman la barra y otra habitación solo destinada para los socios. Estos espacios están adornados con obras pictóricas con remembranza a la cultura española.

Al subir la escalera central, hay otras piezas pequeñas, que sirven de oficina. No obstante, destacan el Salón del Rey y otra que tiene una mesa de billar.

El edificio se ve coronado por la cúpula, cuyos ventanales iluminan las demás obras de arte colgadas en sus paredes.

"Este edificio es un vestigio de los años gloriosos del inmigrante español que le fue bien gracias a la bonanza del salitre y del comercio. Por eso, para nosotros es muy importante mantener este lugar", manifiesta el administrador de Casino Español.

Fernández agrega que el compromiso de la comunidad es cuidar el inmueble y traspasarlo a las siguientes generaciones, para que se sientan orgullosos y digan que en Iquique existe un trozo de España.