Prevenir el maltrato entre escolares
Cifras lapidarias arrojó la encuesta de la Agencia de la Calidad de la Educación aplicada durante la prueba SIMCE a segundos años medios el año 2017, la cual reveló que 1.659 alumnos sufrieron algún tipo de maltrato de sus compañeros.
La encuesta se aplicó a 200 mil escolares en el país y en la región de Tarapacá 3.970 jóvenes de segundo medio contestaron el Cuestionario de Contexto. De ellos, el 42% afirmó haber sufrido algún tipo de maltrato o intimidación por parte de compañeros durante ese periodo.
El cuestionario de contexto arrojó que el 30% de los alumnos sufrió maltrato verbal, que se relaciona a insultos, burlas o amenazas verbales.
Además, el 25% de los estudiantes sufrió maltrato social, consistente en aislamiento, compañeros hablan mal de su par o humillaciones frente a otras personas.
Asimismo, un 10% sufrió maltrato a través de redes sociales y otro 10% maltrato físico.
La encuesta permite poner en relieve a través de la información que entregan los propios estudiantes, la gravedad de una problemática que muchas veces pasa desapercibida en muchos recintos educacionales.
Al mismo tiempo pone de manifiesto una forma de acoso, que es el de las redes sociales, donde el impacto puede ser mucho mayor, donde a través de perfiles falsos, que sin embargo los estudiantes saben quienes son los ejecutores, realizan un escarnio público entre sus pares, que es mucho más cruel en la red.
Es necesario que los establecimientos estén atentos a este tipo de acciones, sin embargo, también es muy importante que como padres seamos capaces de saber lo que hacen nuestros hijos, no solo si son víctimas de acoso, sino que además indagar si realizan este tipo de actos en contra de sus compañeros.
En el caso de las redes sociales, es necesario que los padres revisen constantemente los perfiles y lo que publican sus hijos como una forma de estar al tanto de su vida social.
Muchas veces niños y jóvenes cuentan con teléfonos celulares y sus padres no tienen ninguna regulación, lo que podría generar un problema con consecuencias insospechadas.
"En el caso de las redes sociales, es necesario que los padres revisen constantemente los perfiles y lo que publican sus hijos".