La ciudad que queremos
Todos los días se pueden leer quejas ciudadanas en redes sociales respecto a problemáticas en la infraestructura de la ciudad.
El mal estado de las calles, vehículos mal estacionados, basura, quejas de pacientes que deben esperar más de la cuenta por una atención de salud, entre muchos reclamos que nos llaman a reflexionar sobre las necesidades de una ciudad que busca mejorar cada día, pero que para lograrlo requiere del trabajo de toda la comunidad, incluidas las autoridades.
Cuando estamos por finalizar la segunda década del siglo 21, hay muchas deficiencias básicas que tenemos como ciudad que pueden mejorarse si existe una buena comunicación entre vecinos, gobierno y municipio.
Actualmente se habla mucho de las ciudades inteligentes, sin embargo, es necesario que podamos resolver temas más básicos para poder encontrar este camino. La ciudad tiene un problema de transitabilidad, tanto para automóviles, vehículos no motorizados, como también para los peatones. Un crecimiento inmobiliario indiscriminado en forma vertical, no contar con una gestión moderna e integral en los residuos, como también la carencia de una salud de calidad para todos, son deficiencias que pueden abordarse en forma concreta para que en el mediano plazo se resuelvan.
Es importante que como ciudadanos seamos capaces de exigir estas y otras prestaciones que son parte de lo que se llama una ciudad moderna y que apunta a una economía circular, de la cual hoy en día solo tenemos el concepto y vislumbran ciertas acciones.
Hay varias iniciativas particulares y públicas que en forma aislada están buscando que Iquique y Alto Hospicio mejoren su calidad de vida, sin embargo, lo que se requiere es un plan por el desarrollo de las ciudades donde quede fuera la mezquindad política.
Iquique y Tarapacá en general gozan de condiciones naturales envidiables, no obstante, muchas veces estas mismas bondades nos hacen que nos dejemos estar y nos conformemos.
Las ciudades de nuestra región pueden ser reconocidas más allá de sus bondades naturales y podemos posicionarnos como un ejemplo de desarrollo regional. No nos conformemos.
"Lo que se requiere es un plan para el desarrollo de las ciudades en que quede fuera la mezquindad política".