El primer muelle de pasajeros de Iquique fue construido por Carlos Lafrentz en tiempo del Perú, después fue reemplazado por el actual, obra del contratista alemán Sparenberg a principios del siglo pasado. Por lo tanto este último no tiene ninguna relación con Arturo Prat cuando bajó a tierra para notificar el bloqueo del puerto, ni tampoco para desembarcar sus restos luego del combate naval de Iquique, igualmente para embarcar sus restos que se encontraban provisoriamente en la ciudad y que fueron trasladados rumbo al sur en 1888. Todo lo señalado se hizo por el muelle Lafrentz. De todas maneras todo esto no resta importancia histórica al muelle de pasajeros, mudo testigo de las actividades de embarque y desembarque de pasajeros en la época salitrera, con sus años de bonanza y de crisis.

El muelle Lafrentz, llamado también de la Aduana, lo construyó Carlos Lafrentz, de acuerdo a una concesión del gobierno peruano, que a cambio de esa obra le otorgó el cobro del derecho de muellaje, el abuso tarifario causó protestas que se hicieron potentes cuando Chile ocupó Iquique. Este asunto pasó a la justicia, finalmente se terminó con esa concesión de un muelle antiguo que no respondía a las necesidades del pujante puerto salitrero. Fue desarmado. En esa área se construyó un relleno dentro de las obras que se realizaron en la última década del siglo XIX y que no eran las que precisaba Iquique. Estas se concretaron más tarde con la construcción del Puerto Artificial. Lo único que quedó fue la explanada donde hoy está emplazada la Caleta Guardamarina Riquelme.

En las antiguas obras del puerto ya señaladas se creó una dársena protegida por un inadecuado molo de unión con el islote y un rompeolas por el lado del Patilligüaje. Como ya había desaparecido el viejo muelle Lafrentz, provisoriamente se utilizaron unas escalas en la explanada hasta que se terminó la construcción del actual muelle de pasajeros, obra del contratista Federico Sparenberg, que llegó a tener la conocida maestranza Sparenberg y Jiménez.

Visitar el muelle de pasajeros y observar la bahía permite recrear esos años en que recalaban gran número de veleros y después vapores para embarcar salitre. Sobresalían los clippers de bandera alemana de la línea "P" y los de la famosa Casa Bordes que competían en establecer récords de navegación entre Europa e Iquique y viceversa, empleando menos tiempo. Los veleros ingleses no estaban interesados en esa carrera. Lástima grande que Iquique no posea un museo naval y marítimo que sea independiente del Museo Naval de la Armada solo dedicado a los Combates de Iquique y Bahía Chiquinata (Punta Gruesa). Tenemos un inmenso historial marítimo en el litoral tarapaqueño desde Caleta Camarones a la desembocadura del río Loa. ¿Podrá la Unap o la Municipalidad considerar esa idea de alto interés cultural?

Mario Zolezzi Velásquez

@ClubDIquique

Hoy queremos enviar un afectuoso saludo a uno de nuestros grandes Dragones que ha dejado el nombre de Iquique en alto. ¡Cuántos momentos especiales hemos vivido junto a ti! ¡Muy feliz cumpleaños al 'Mago iquiqueño', @EdsonPuchCortez!

@MandrilesIquique

De nada sirve un vehículo policial de @Carabdechile si eso no evita conductas prohibidas. La disuación no sirve en #Iquique. Mejor se bajan del bus y sacan partes a los mal estacionados @IquiqueDeTodos (Vivar/Serrano)

@c0p0denieve

Iquique es bonito para el sector sur, playas y paseos, pero nuestro alcalde no se ha preocupado de mejorar el resto de la ciudad y si lo hace es a medias por decir mucho..

@gusanitolindo

Supongo que el alcalde ya no apoyará el proyecto. ¿El Sr Schwarz es chileno? Cómo es posible que compare Praga y Viena con Iquique, con la intención de menoscabar y ofender!

@DagoCabreraT

En cualquier lugar, en cualquier ciudad, se puede encontrar cosas lindas y cosas feas. Yo en particular prefiero apreciar las cosas bellas. Y, la ciudad de Iquique tiene cosas bellas. A mí esposa y a mí nos encanta visitar Iquique.