Estamos próximos a una nueva conmemoración de la Pascua de Resurrección y sobreviene una tradición muy arraigada en los iquiqueños y que tiene como base el mito de no comer carne y reemplazarlo por productos del mar, como una muestra de sacrificio y humildad. Si bien la tradición de comer pescado se concentra en esta época específica del año, debiese ser una costumbre permanente, sobre todo en nuestra tradición costera.
Contamos con un gran litoral, con caletas pintorescas, en las cuales existe venta de platos con productos del mar a precios muy razonables, donde se puede degustar desde las famosas empanadas de Los Verdes, pasando por la fresca albacora de "Caleta Riquelme", o reponedores ceviches de Caleta Cavancha, o los contundentes sándwich de pescado de Caleta Pisagua, o los "criatureros" erizos de caleta Rio Seco, entre otros lugares a los cuales se puede ir a disfrutar del mar y su diversidad.
Hay mucho potencial "turístico gastronómico" en nuestro borde costero, pero requiere de un trabajo y apoyo permanente, el cual se ve dificultado por diversas razones, como la falta de servicios básicos (agua potable y luz) y de transporte público permanente hacia dichos sectores. Desde la Caleta San Marcos hasta Iquique hay una distancia de casi cien kilómetros, por lo que es casi obligatorio tener transporte privado, y no existen muchos operadores turísticos que sostengan tours a la "ruta gastronómica del borde costero".
Las inversiones realizadas y que se realizarán en el borde costero, y que están siendo efectuadas por la Minería y Pesca Industrial (Corporación Norte Pesquero), sin duda serán un elemento revitalizador para estos sectores, ya que otorgarán una mejor infraestructura para las caletas, capacitaciones para sus habitantes, nuevas fuentes de trabajo y emprendimientos para microempresas.
Hay mucha gente que llegará a visitar estos sectores, los que requerirán no sólo hoteles y restaurantes, sino que mecánicos, servicios y comercio, lo cual le irá dando un nuevo dinamismo a lugares que, de lo contrario, no tendrían mucho movimiento ni vida. Hay oportunidades de emprendimiento sustentable para el borde costero, y hay que aprovecharlas.
"Hay mucho potencial "turístico gastronómico" en nuestro borde costero, pero requiere de un trabajo y apoyo permanente".
Marcos Gómez Barrera,, gerente Asociación de Industriales de Iquique y el Tamarugal"