Crismary Castillo Marengo
Durante décadas las comunidades agricultoras aymaras han culpado a los pumas y zorros de ataques hacia llamas y alpacas.
Así lo indicó un estudio realizado por Omar Ohrens, PhD, que realizó su doctorado con un proyecto afiliado a la Universidad de Wisconsin-Madison y a la Pontificia Universidad Católica de Chile y financiado por US Fish and Wildlife Service (USA).
Ohrens presentó evidencia sobre la efectividad de un disuasivo de luz conocido como Foxlights, sobre el puma concolor y zorro culpeo para reducir ataques a alpacas (Vicugna pacos) y llamas (Lama glama) en el altiplano de la región de Tarapacá.
"Según nuestro conocimiento, este es el experimento más riguroso jamás realizado sobre un disuasivo no letal en pumas, el primero de este tipo en toda América Latina, y el mayor experimento aleatorio llevado a cabo con un método de control de grandes carnívoros en cualquier parte del mundo", indicó Ohrens.
Estudios previos
Un trabajo previo de Ohrens en el área de estudio del altiplano chileno reveló que ambas especies de carnívoros fueron percibidos negativamente por los aymaras.
"Culpaban a los pumas por una pérdida promedio del 10% del rebaño cada año. En la misma encuesta, los aymaras mostraron preferencia por la adopción de intervenciones no letales, por ejemplo disuasivos,que no resultara en la muerte de especies", dijo el profesional.
"Nos dijeron que su idea de reducir el problema era usando un método donde no se matara a los animales. En este caso, mostraron preferencia por los disuasivos o repelentes, como, por ejemplo, una luz", agregó Ohrens.
Esta información basal y de referencia permitió realizar talleres participativos de planificación e intervenciones junto a aymaras y el Servicio Agrícola y Ganadero, la Corporación Nacional Forestal, programas municipales de Indap, proponiendo la utilización de un experimento controlado aleatorizado para evaluar la intervención elegida por los participantes.
¿cómo funciona?
"Esta es una luz disuasiva que está hecha para funcionar en las noches o durante la época donde más ocurren los ataques. La luz se activa de manera independiente ya que tiene un sensor. Tiene patrones aleatorios de tres tipos de colores: azul, blanco y rojo. Es como si una persona caminara con una linterna a la distancia", precisó.
Se instalaron en el periodo de noviembre a febrero llamado de "pariciones" porque en esta época es donde las crías están mas vulnerables y, también, es el tiempo donde el zorro ataca con mayor fuerza, de acuerdo al experto.
"Indap financió el método elegido y fue el que compró las luces. En total pudimos instalar 12 luces; dos de estas por rebaño. En total participaron 12 agricultores. Seis de ellos tuvieron la luz en el primer periodo y los otros no. Así se hizo de forma aleatoria", indicó.
El estudio pudo evidenciar que los Foxlights disuadieron a los pumas de atacar a al ganado camélido, pero no a los zorros. "Donde se instalaron las luces no hubo ataques. Sin embargo, no pasó lo mismos en donde no los instalamos porque sí hubo ataques de pumas", contó.
Añadió que el proyecto terminó el año pasado. "Esperamos que este enfoque experimental y participativo ayude a formar la política basada en la evidencia no solo para la fauna y la ganadería, sino también para la conservación del medio ambiente y la biodiversidad", cerró.
12 luces tipo Foxlights se instalaron en el altiplano en la comuna de Colchane.
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