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Fraile recorre el mundo sensibilizando sobre el VIH

Marcelo Monti es un religioso franciscano brasilero que pasó por Iquique y está caminando por Sudamérica con un mensaje de empatía.
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Crismary Castillo Marengo

En nuestra región los casos de VIH confirmados por Instituto Nacional de Salud Pública crecieron un 58% en los últimos años. Por lo anterior, Tarapacá se sitúa ente las regiones con más incidencia de este virus. Según las cifras entregadas por la Seremi de Salud en 2018 se confirmaron 154 nuevos casos de esta afección, a diferencia de los 111 casos en 2017, según informó la Seremi de Salud.

En este contexto llegó a Iquique el fraile franciscano capuchino, fray Marcelo Monti, que inició el 28 de agosto del 2018 un proyecto para recorrer los cinco continentes con el objetivo de llevar un mensaje a las personas con VIH y a la sociedad sobre la importancia de tener empatía y no sentir rechazo cuando alguien tiene esta enfermedad.

"Estamos en un mundo que hace mucho ruido. Mi mensaje es dar un paso y en cada camino, encontrarme con la gente para entrar en sus historias, compartiendo sus esperanzas y sus miedos", contó.

Monti describió que salió de su natal Porto Alegre con la idea de caminar durante diez años. "Llevo caminando en Chile más de 1.200 kilómetros pasando por todas las regiones porque comencé a bajar por Los Andes", recordó.

Su proyecto lleva por nombre "Caminho de Aline volta ao mundo a pé pela vida contra a Aids" .

"Aline era mi hermana. Tenía 28 años y descubrió que tenía VIH. Ella no quiso tratarse por miedo al rechazo porque no quería vivir. Más fuerte que el deseo de vivir es el miedo al rechazo y de ser visto como una luz roja que dice 'alerta, soy un peligro para ustedes' cuando no lo son, son personas", indicó.

A su juicio, tener una vida marcada por el rechazo y el prejuicio no es justo para una persona con VIH. "Las mujeres saben lo que es tener una vida con prejuicios, los obesos, los negros. Esta vulnerabilidad en común nos tiene que sensibilizar a cambiar esta cultura de rechazo y estigma por una cultura de empatía", planteó.

A sus cuarenta años tiene la convicción de que es posible dar un mensaje de reflexión. "Llevo 4.458 kilómetros desde que salí, pero esto no lo hago en un día, sino que voy sumando. Parece que dijera algo tonto, pero estamos acostumbrados a ver la vida desde una misma ventana y hay muchas ventanas. No digo que la mía sea mejor o peor que otras, sino que es posible estar en el mundo de otra manera", indicó.

Monti contó que se dedica principalmente a dar charlas en escuelas y sobre todo, a conversar sobre el VIH con todas las personas que se encuentra en los caminos.

"¿Cuántas personas cuentan su historia sobre VIH en esta región? Hablamos de personas como un concepto general, pero estamos hablando de María, Pedro, Juan pero no pueden aparecer y no queremos que lo hagan y ellos tampoco lo desean por miedo a que todo cambie", expresó.

Según contó, salió de su hogar porque quiso darle un nuevo significado a la vida y estaba seguro que el encuentro con otras personas siempre transforma.

"Ahora iré con rumbo a Huara para salir por Colchane de Chile hacia Bolivia. Fueron tres meses y medio de conversaciones, de confianza. Me recibieron como un hermano y estoy muy agradecido porque una bella familia me cantó 'Si vas para Chile (...) Y veras como quieren en chile al amigo cuando es forastero", finalizó.