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Emprendedores quieren darle una nueva imagen al centro de Iquique

Tras abrir Galería Bolívar, esta semana se inauguró Jardín Bolívar. La idea es revitalizar el caso histórico de la capital regional.
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Mauricio Torres Paredes

Tras el sismo del 1 de abril de 2014, la librería Porcel y el restorán Sabores de Nuestra Tierra se hicieron cenizas luego del incendio que se decretó con el terremoto. Por años fue un sitio eriazo y en 2016 se transformó en estacionamiento. Este miércoles comenzó a escribir un nuevo episodio con Jardín Bolívar, un espacio que busca revitalizar el sector centro.

Dicen que toda idea que llega desde el extranjero, aterriza en Santiago y luego se desprende a regiones. Así fue en este caso, luego que uno de los socios creadores, Fabrizio Aguirre, se basara en el Jardin Mallinkrodt del Barrio Bellavista en la comuna de Providencia. Faltó poco para que intentara debutar en Iquique.

"En 2017 conocí a Andrés Ugarte (presidente de la Asociación Gremial Emprendedores Iquiqueños en Movimiento), que tenía su combi negra y vendía fajitas. Me pidió que le arrendara un espacio, pero le dije que no tenía agua ni luz. Yo encantado, pero no tenía las condiciones para recibirlo", cuenta.

Las cosas cambiaron cuando en febrero Fabrizio abrió Galería Bolívar en la misma calle. Ahí se contactó nuevamente con Ugarte. Tras una lluvia de ideas decidieron correr el riesgo.

Comenzaron a tramitar los permisos, mientras en paralelo se diseñaba el espacio. Fue ahí cuando se dieron cuenta de que no sería fácil. "Nos demoramos tres meses en tener agua y eléctricidad. Lo público fue súper rápido, pero lo privado, al contrario, fue burocrático", recuerda Fabrizio Aguirre.

Junto a los hermanos Daniel y José Olivares, Fernando y Josefina Lagos, y Claudio Villalobos se hacen cargo de la barra de Jardín Bolívar. Mientras ellos gestionan el servicio de los bebestibles, la comida la ofrecen siete foodtrucks: desde sushi hasta pizza, pasando por ensaladas, ceviche y el tradicional sándwich. Así funciona la modalidad.

Si bien tienen un símil a las "plazas de bolsillo" capitalinas, en Jardín Bolívar aclaran que lo único similar es que le están dando un nuevo uso al sitio eriazo. El mecanismo de servicio, en tanto, es distinto. El cliente hace su pedido a un garzón que luego lo reparte entre los distintos oferentes, al final se cancela en una caja común. En el modelo original cada uno le paga al foodtruck donde ha consumido.

Oportunidades

Justo frente a Jardín Bolívar funciona Galería Bolivar, un espacio que Fabrizio Aguirre ha destinado para emprendedores. Algunos de ellos llegaron desde la feria que se ubicaba en Tarapacá con Lynch. la que fue desalojada para la construcción de un centro comercial.

"La idea es recuperar calle Bolívar, el barrio, el casco histórico. Cuando yo llegué esto estaba botado, Calle Bolívar era sinónimo de comercio sexual. Queremos que esto tire para arriba. Si tenemos una propuesta buena, la gente va a venir. Depende de nosotros cautivar a las personas", agrega.

Y tal como lo hizo con Jardín Bolívar, Fabrizio detalla que se basó en lugares similares del Barrio Italia y el Boulevard Alameda en Santiago. Espera aprovechar el espacio para ferias, desfiles de moda y actividades culturales con artistas y músicos, "darle onda" al centro.

Andrés Ugarte, uno de los emprendedores que participa de Jardín Bolívar, cuenta que este nuevo espacio en el centro de Iquique pone fin a una "lucha de tres años por espacios para trabajar el concepto de foodtruck".

Añadió que se logró cumplir su anhelo, así como el de otros foodtrucks, de establecerse de forma permanente para generar recursos diarios, pues antes de Jardín Bolívar, el rubro solo podía trabajar en eventos esporádicos.

Eso sí, no están incluidos todos los foodtrucks, pues otros integrantes de su asociación siguen participando del boulevard que la municipalidad organiza para emprendedores.

"Esto nace de la insistencia de los foodtrucks. Logramos concretarlo junto a Fabrizio que está a cargo del recinto. El lugar no tenía agua potable ni alcantarillado ni tampoco luz eléctrica. Fue un proceso largo para establecer el espacio y sacar los permisos", cuenta. La electricidad fue lo último que lograron instalar y hoy inician su tercer día de funcionamiento.

"La idea es recuperar calle Bolívar, el barrio, el casco histórico".

Fabrizio Aguirre, socio de Jardín Bolívar y dueño de Galería Bolívar"