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María Escobar y la permanente añoranza hacia la Cruz Roja

Fue directora de estudios de la institución en Iquique y ve con preocupación el actual estado del centenario edificio.
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Rodolfo Capino Valencia

Por más de 30 años María Escobar de Ambrossi (93) se dedicó de manera desinteresada a prestar servicios en la Cruz Roja de Iquique, situación que hace que hasta hoy quiera a la institución por su gran labor.

A pesar de que se retiró hace décadas de la filial de la capital regional, la antigua voluntaria no pierde el interés por su añorada Cruz Roja. Por ello, dice que está preocupada por el actual estado del centenario edificio, pues plantea que nada se parece a esa esplendorosa construcción que albergó en sus primeros años al Patronato de la Infancia de Tarapacá.

Dos caídas que quebraron su cadera hacen que actualmente permanezca en silla de ruedas. Debido a ello, en su interés de salvaguardar al edificio de la Cruz Roja buscó ayuda para gestionar lazos que hicieran mejorar el frontis de la edificación, pues cada vez que pasa por afuera expresa su deseo de que le gustaría que estuviera mejor mantenida.

En ese cometido encontró a Carmen González, su amiga y antigua voluntaria de la Cruz Roja, que preocupada por el deseo de María decidió hacer gestiones para darle valor al edificio y no se siga deteriorando con el paso del tiempo. "Sería bonito trabajar, pero ya no puedo. Me queda aportar ideas", dice la nonagenaria mujer.

Entre los recuerdos de María Escobar aún permanecen algunas insignias, una medalla que la catalogaba como enfermera de guerra, textos y fotografías que resumen su paso por la Cruz Roja de Iquique. Entre esas memorias materiales resalta una reseña de 1984 en donde se releva que alcanzó a ser directora de estudios de la Cruz Roja.

"Habían cinco bañitos de loza incrustados y teníamos una estufa en el patio a carbón y leña, y venían conectadas cañerías y llegaban a los bañitos con agüita tibia para bañar a los niños. Dábamos la leche también. Había un fierro en que ponían las botellas después de lavarlas para que se secaran. No sé si está, pero era precioso", relata la antigua integrante de la Cruz Roja entre los recuerdos que vienen a su mente.

Bajo ese ánimo, María Escobar desea que el edificio sea declarado Patrimonio Histórico para que quede como testigo del lugar que brindó alimentación y abrigo de cientos de familias que buscaron en el Patronato de la Infancia y, posteriormente, en la Cruz Roja, una ayuda y consuelo. "Me gustaría ver el edificio renovado. Una vez con un terremoto se trizó una pared, además que se reponga una puerta antigua. Además sacaron una ventana para poner un puerta", expresa María Escobar con firmeza.

Además de lo material, la ex voluntaria del movimiento de beneficencia destaca la labor de tantas personas que entregaron su trabajo en la Cruz Roja. "Queremos enaltecer la labor humanitaria que ha hecho la Cruz Roja acá en Iquique en tiempos tremendamente difíciles. Las presidentas que tuvimos siempre fueron excelentes porque hay que trabajar mucho ahí, tratar con mucha gente y socias. Aunque no sé qué pasa ahora porque no volví nunca más", manifiesta.

María Escobar confiesa que en la Cruz Roja fue inmensamente feliz y allí encontró una forma de ser mejor persona: "Estoy feliz de haber sido parte de la Cruz Roja, de la oportunidad que tuve en mi vida. Fue algo muy grande porque aprendí mucho, a conocer a las personas, a sentirme mucho más humanitaria, más servicial. Además ser secretaria me ayudó mucho en lo cultural. También en la parte social porque hice muchas amigas. Ahora estoy sola, pero me quedo con mis recuerdos que son muy bonitos".

"Estoy feliz de haber sido parte de la Cruz Roja, de la oportunidad que tuve en mi vida".

María Escobar,, antigua voluntaria de la, Cruz Roja filial Iquique."

EL EDIFICIO

El histórico edificio de calle Obispo Labbé albergó a Patronato de la Infancia de Tarapacá y su construcción comenzó el 14 de febrero de 1919 y tuvo una inversión de $117.500. Posteriormente, la Cruz Roja filial Iquique comenzó a operar en el edificio el 3 de mayo de 1948. Más tarde, el 1 de agosto de 1983, la asociación recibe el Título de Dominio del inmueble del Patronato de la Infancia que el decreto presidencial del 10 de enero de 1977 había dispuesto traspasar a la Cruz Roja de Iquique.