Ayer al mediodía comenzó el éxodo de miles de iquiqueños hacia La Tirana. Como es habitual, las calles de la capital regional quedaron vacías y el flujo vehicular aumentó en la ruta 16. Maneje con cuidado al regreso.

Todos al templo

Famosos futbolistas, políticos y miles de personas se reunieron en la Víspera para saludar a la Chinita. Pese a que pasan los años y la sociedad va cambiando a una velocidad impensada, las tradiciones siguen vivas en El Tamarugal. Sin duda es la fiesta del Norte Grande.

Campaña

Ayer en La Tirana se repartieron volantes que llamaban a no utilizar los denominados globos de los deseos. Es necesario que la población entienda que estos artefactos son muy peligrosos y que, para evitar tragedias, se requiere el compromiso de todos los ciudadanos.

Soy de La Tirana de agua en tambores, donde el agua tenía el valor que merece y se cuidaba. Se hacía fila con un tarro para llenarlo cada vez que "aparecía" en la llave de una esquina y para eso los niños éramos los indicados.

Soy de La Tirana de bañarse por partes, con agua en lavatorio de metal enlozado y tiritar con el último enjuague.

Soy de La Tirana que en el mejor de los casos, tenía una cañería con un tarro amarrado con alambre, con hoyos hechos con clavo del 2 y medio o el 3 y cuando se daba el agua, caía como ducha! eso era riqueza en mi Tirana.

Soy de La Tirana sin alcantarillado, donde teníamos pozo y nunca a nadie escuché que se quejara.

Soy de La Tirana de bailes con disciplina, de trajes limpios a pesar de la tierra, de ensayos diarios de mudanzas, de caporal y directiva, de zapatillas con betún, de horarios y madrugadas, de frío que nos hacía desear bailar.

Soy de La Tirana de plaza de tierra, de bailar levantando ch'uska, de señoras sujetando todas las chalequinas y ponchos, respirando todos los días el polvo de todos los que bailábamos, ese polvo de esperitualidad común.

Soy de La Tirana de Sol abrazador y frío calador, de desabrigo en el día y arrope en la noche, eso que todos disfrutamos al contar y nos acordamos de ese año "tan caluroso" y "esa noche tan fría".

Soy de La Tirana de bombos de cuero, de cajas de bronce, de músicas que no tenían autor, ni tiempo, aquella de lakas y bronces, de piteros de fierro, de música entrelazada de cada banda y cada bailarín seguía sin dudar, a su música.

Soy de La Tirana donde las wawas duermen mejor cuando las bandas se juntan y tocan mas fuerte.

Soy de La Tirana, que cuando se la cuento a mis amigos de otras partes, me miran estupefactos y me dicen: "¿pero cómo te gusta eso?"

Soy de La Tirana de labios secos, de piel tostada, de pies de tierra, de pelo blanco, de manos partidas, de pelo duro, de corazón bailarín y de bombo que sigue el ritmo de mi gente...

Soy de La Tirana con atardeceres en Tamarugos, una belleza que se entiende al verla y queda en el corazón...

Sí, soy de La Tirana...

"Soy de La Tirana de bailes con disciplina, de trajes limpios a pesar de la tierra, de ensayos diarios de mudanzas...".

Dr. David Montaño Vásquez"

La violencia familiar es uno de los delitos que golpea fuerte a miles de personas y donde existe un número indeterminado de casos que terminan en la más completa impunidad, especialmente por el miedo de las víctimas a estampar la denuncia.

Se trata de una situación que por lo general ocurre al interior de los hogares y que lamentablemente muchos terminan normalizando sin dimensionar la magnitud del problema y la posibilidad de avanzar en un espiral de violencia que puede terminar con trágicas consecuencias.

Otro aspecto preocupante es que muchos relacionan la violencia intrafamiliar solo con un problema que se manifiesta entre parejas. No obstante, se trata de todo maltrato que afecte la vida o la integridad física o psíquica de quien tenga o haya tenido la calidad de cónyuge del ofensor o una relación de convivencia con él; o sea pariente por consanguinidad o por afinidad en toda línea recta o en la colateral hasta el tercer grado inclusive del ofensor. De esa forma, se trata de episodios donde también se ven afectados hijos, padres o quien permanezca bajo el cuidado de los integrantes de la familia.

El maltrato a los adultos mayores es un tema que muchas veces pasa desapercibido, toda vez que por la condición vulnerable que enfrentan varias personas pertenecientes a este grupo, termina siendo invisibilizado y, en consecuencia, no denunciado.

De acuerdo al Sistema Estadístico Delictual Regional de la Subsecretaría de Prevención del Delito de Tarapacá, 138 adultos mayores sufrieron violencia intrafamiliar entre 2016 y marzo de 2019. De ese total, el 80% ocurrió en domicilios particulares, un 15% en la vía pública y, el resto, en edificios o condominios.

En Chile la población de adultos mayores alcanza el 19,3%, mientras que en Tarapacá corresponde al 14,1%. Los números dan cuenta de que podría existir una alta "cifra negra" de casos no denunciados, tema complejo y en el que se debe avanzar, sobre todo considerando las políticas gubernamentales que apuntan a mejorar la calidad de vida de las personas mayores.

Para combatir la violencia intrafamiliar no solo se necesita la institucionalidad necesaria, es fundamental que todos dejen de ser testigos pasivos y se conviertan en individuos de acción

"En Chile la población de adultos mayores alcanza el 19,3%, mientras que en Tarapacá corresponde al 14,1%".