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Abren indagatorias por abusos contra sacerdotes de los SS.CC.

Denuncias pesan sobre los fallecidos sacerdotes Jorge Prieto y Enrique Moreno, además de Gerardo Joannon y Juan Andrés Peretiatkowicz.
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Leo Riquelme

La Congregación de los Sagrados Corazones anunció ayer la apertura de investigaciones canónicas previas contra tres sacerdotes por presuntos abusos sexuales cometidos en Santiago y Talcahuano, revelados a través de un reportaje de radio Bío-Bío. Los sospechosos son los curas Jorge Prieto Vial, Enrique Moreno Laval y Gerardo Joannon. Este último ha sido acusado además de haber participado en adopciones irregulares en los 80.

En el caso de Prieto, los hechos habrían acontecido a inicios de los 60 en Santiago, y la denuncia se hizo llegar a la Oficina Pastoral de Denuncias del Arzobispado capitalino. Sobre Moreno, en tanto, pesan dos acusaciones de fines de los 70 y principios de los 80 en Talcahuano. El primero murió en 2010 y el segundo en 2018 y, según precisó la congregación, se les acusa de "tocaciones de clara connotación de abuso".

La acusación de una mujer involucra también a otro cura, Juan Andrés Peretiatkowicz, sobre quien ya existía una investigación canónica y penal en curso.

Según la acusadora, hoy de 46 años, comenzó a ser abusada en tercero básico y aseguró que Peretiatkowicz, Joannon y Prieto le realizaban actos similares, que consistían en tocaciones y varios otros.

"Estas denuncias, junto con la información recopilada a la fecha, están siendo remitidas al Ministerio Público y a las instancias respectivas en Roma", dijo la congregación en un comunicado. "Expresamos a los denunciantes nuestro agradecimiento por su valentía, solidarizamos con su dolor, y al mismo tiempo, compartimos los diversos sentimientos que estas situaciones causan a los familiares y amigos de estos religiosos, así como a los integrantes de nuestra congregación", agregó.

Breve

Benito Baranda dijo que recibió reclamos por Renato Poblete

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El director de América Solidaria, Benito Baranda, negó tener conocimiento sobre los abusos cometidos por el sacerdote Renato Poblete entre 1960 y 2008. Pero reconoció haber recibido algunos reclamos sobre su conducta, pero no reconoció el patrón. "Yo no participé, no encubrí los actos que él realizaba, teniendo desconocimiento sobre los actos brutales que se han descrito los últimos meses", dijo.

"El año 98, una de las personas que trabajaba conmigo, con la cual somos muy cercanos, se fue a despedir porque dejaba la organización, volvía a su ciudad y al momento de irse a despedir del padre Renato Poblete, el padre intentó besarla en la boca", recordó.

Agregó que al enterarse del hecho encaró al sacerdote y que "él (Poblete) se desvivió en disculpas".