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Bomba Española: el edificio que albergó a heroicos voluntarios

La centenaria sede de la compañía de bomberos permanece gracias a la labor de los ciudadanos españoles del siglo XIX. Hoy el recinto tiene en su interior una colección bomberil.
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Rodolfo Capino Valencia

Un terrible tsunami que siguió al terremoto de la noche del 9 de mayo de 1877 en Iquique arrasó con varios edificios ubicados en el borde costero, incluyendo el cuartel de la Bomba Española ubicada en calle Sotomayor.

Sin una sede que cobijara a los bomberos, el municipio donó a la Compañía una propiedad que estaba cerca del antiguo cuartel. Posteriormente, los voluntarios compraron y reunieron fondos propios para adquirir un edificio adyacente a la misma unidad ubicada en calle Patricio Lynch en la esquina con Bolívar. De eso han pasado más de 100 años.

De acuerdo a datos de la Bomba Española de Iquique, los orígenes de esta compañía datan de fines de 1870, ya que el 1 de noviembre de ese año hubo un incendio que obligó al prefecto de la provincia de la época, teniente coronel José María Navarrete, a buscar medidas para mitigar este tipo de situaciones, por lo que le encomendó al subprefecto, Juan Ibarra, ejecutar estas medidas preventivas y formar una compañía de bomberos.

De este modo, el 10 de diciembre de 1870 fue conformada una compañía de bomberos con 48 miembros. Terminada su etapa de organización, comenzó a funcionar el año 1871, con el nombre de Compañía de Bomberos Nacional Iquique Nº 1. Luego, en 1874, se obtuvo de la Compañía Francesa N° 3 -que se había disuelto- un carro de trabajo de zapadores con hachas, ganchos y escaleras; gracias a estos elementos nació la sección zapadores, la que quedó integrada por voluntarios de nacionalidad española.

Heroísmo

El 23 de noviembre de 1879 con la Guerra del Pacífico en marcha, tras la ocupación de las fuerzas chilenas sobre la ciudad, muchos de sus voluntarios dejaron Iquique o se enrolaran en las filas del Ejército peruano, lo que hizo que voluntarios de nacionalidad española se hicieran cargo de la compañía.

Más tarde, el 5 de enero de 1880 se le otorgó la categoría de internacional a la compañía y sus autoridades internas tuvieron buena acogida de parte de los iquiqueños de la época ya que los ciudadanos españoles pusieron en riesgo su seguridad al sepultar a los héroes de la guerra.

Patrimonio

El edificio de la bomba , que pertenece a la colectividad española de Iquique, asemeja a un palacio en el que destacan el segundo piso con balcones y la planta baja con arcos y protecciones con forja metálica en cada tragaluz. La construcción en su parte más alta tiene un campanario que servía como antigua alarma. Su estilo recuerda al neoclásico con toques de giorgiano, muy común en la arquitectura clásica de Iquique. En el salón principal se divisan tres arcos de influencia morisca, que es una evocación a la cultura española.

En julio de este año la compañía inauguró su nueva sede, ubicada en la intersección de las avenida Salvador Allende y calle Las Rosas, luego de que el histórico edificio quedara con daños tras los terremotos del 2014.

Sin embargo, el mítico cuartel ubicado en el casco antiguo de la ciudad aún permanece en el corazón de sus 150 voluntarios. Actualmente es un recinto de exhibiciones que reúne materiales usados por los bomberos a través del paso de los años, fotografías de sus integrantes insignes y los mártires, además de otras reliquias que están a la vista en el salón principal.

Fernando Ruiz, director de la Compañía Española, expresó además que "el edificio es uno de los íconos del significado del 21 de Mayo en Iquique, por el rol que cumplieron los bomberos en esa gesta. El aporte que hicieron los bomberos en la Guerra del Pacífico es sumamente importante".

En cuanto a las piezas que son exhibidas, Ruiz aseveró que han querido conservar las tradiciones al exponer la historia de los bomberos que han pasado por la compañía.

RESTOS DE PRAT

El 22 de mayo de 1881 fueron exhumados desde el cementerio de Iquique, los restos de los Héroes del Combate Naval, oportunidad en que fue conformada la identidad del capitán Prat gracias a que las sabanas que lo amortajaban aún conservaban el bordado de las iniciales de don Eduardo Llanos, el primer director de la compañía. La Bomba Española de Iquique facilitó las carrozas fúnebres y fue parte de la escolta que acompañó los restos desde el Cementerio a la Catedral de Iquique. Una vez en el interior, los oficiales de la compañía tuvieron el honor de depositar ambos féretros en la bóveda de la Catedral.