Delitos en la frontera
El Presidente Sebastián Piñera estuvo en la comuna de Colchane para dar el vamos a la iniciativa que apunta a que las Fuerzas Armadas presten apoyo a la labor de resguardo fronterizo que tienen las policías en Chile.
El tema nos atañe de cerca en Tarapacá, con una de las fronteras más vulnerable a todo tipo de delitos y donde las organizaciones criminales han ido reconvirtiéndose para burlar los controles.
Hace un par de años el Ejército estableció una unidad militar en Cariquima, la cual había servido en su rol disuasivo para el tránsito irregular en la zona fronteriza, sin embargo, todo el movimiento ilícito que se daba con anterioridad en ese lugar fue movilizándose a otros sectores.
Entre los delitos más comunes está el contrabando de mercaderías -principalmente automóviles- adquiridas legalmente en Zona Franca, que los comerciantes bolivianos ingresan de forma irregular a sus fronteras, ante la prohibición que estableció ese país para la importación de vehículos usados de más de 2 años de antigüedad.
Pero también está el contrabando de cigarrillos hacia y desde Bolivia, la trata de personas y, sin dudas el más preocupante, el tráfico de drogas.
Si bien la iniciativa del Ejecutivo no significa nuevas funciones para las Fuerzas Armadas, y así lo deja en claro la Contraloría, sin dudas es una buena idea que la tecnología disponible se ponga a disposición del país.
No obstante, debe quedar claro que el uso de tecnología militar también genera importantes costos asociados y debe ser usada en materias definidas y con un respaldo de inteligencia que no signifique que los costos sean mayores a los de aumentar el contingente o el de implementación policial.
Al mismo tiempo, la labor disuasiva que pueden ejercer pequeños cuarteles militares cercanos a localidades fronterizas pueden hacer una labor mucho más efectiva en la seguridad, no necesariamente interviniendo en el control, algo que le corresponde a las policías.
Sin dudas, es necesario frenar el avance del delito, principalmente en las fronteras del norte del país y esta iniciativa podría ser una gran ayuda si se aplica de forma adecuada.
Tal como muta el delito, el Estado debe buscar nuevas formas para combatirlo.
"Sin dudas, es necesario frenar el avance del delito, principalmente en las fronteras del norte del país".