Dueño de panadería Flor de Italia: "Cuesta emprender en Iquique"
Jorge Soto Núñez es dueño de la antigua panadería Flor de Italia, y además es presidente del club Rotary Iquique. Lleva más de cuarenta años en la ciudad y comenta lo difícil que es en la actualidad hacer negocios en la ciudad.
Jorge Soto Núñez no nació en la ciudad, pero se siente más iquiqueño que ninguno. Este empresario está hace varias décadas viviendo en la Tierra de Campeones y ha visto en primera persona el acelerado crecimiento que ha tenido la comuna.
Es el dueño de la icónica panadería Flor de Italia de calle O'Higgins hace 24 años y actualmente es el presidente del club social Rotary Iquique, además de profesión es abogado. Desde su perspectiva cuenta lo que más le gusta de vivir y emprender en Iquique, advierte los avatares de la actual crisis económica por la que atraviesan muchas pequeñas y medianas empresas y da detalles su trabajo con internos de la cárcel de Alto Hospicio a quienes emplea una vez que cumplen sus condenas.
-¿ Cómo llega a ser el dueño de la panadería Flor de Italia?
- Yo llegué por causalidad a esta panadería. El nombre de la Flor de Italia es de una familia antigua de apellido Pisani, quienes eran en definitiva los que gobernaban el tema del pan en la ciudad. Pero como todos los negocios, pasaron por tiempos complicados y aparecí yo con un socio en esa oportunidad y tomamos las riendas de la Flor de Italia y ahí empezamos a desarrollar nosotros el negocio.
Panadería que actualmente ofrece otros productos, como pastelería y jugos orgánicos, los que son comercializados bajo el nombre de Glück. Idea es que del hijo de Soto Núñez. Empresa familiar que marca la diferencia en la ciudad al darle empleo a ex convictos de la cárcel de Alto Hospicio.
-¿ Cómo nació esto de emplear a gente que pasó por la cárcel de Alto Hospicio?
- Nació por el primer proyecto de cárceles concesionadas acá en Chile. Uno de los prototipos que tuvo fue en Alto Hospicio. Es decir, cuando participa el privado en la cárcel, se gana la licitación e interviene en el cumplimiento de las condenas. Entonces, dentro de su programa de reinserción social, que estaba dentro de las bases de licitación, ellos llaman a los privados a participar en talleres. Fue ahí que me interesó, porque en ese tiempo le entregábamos el pan a Gendarmería. Entramos con un proyecto de reinserción social. Nos pasan un galpón y nosotros ahí construimos una panadería. Hicimos todas las instalaciones, con hornos, con máquinas con todo. Aparte de eso, capacitamos a los internos. Nos pasan aproximadamente cinco internos, les damos un curso de capacitación, luego de eso los contratamos para que ellos trabajen en la panadería. Ellos trabajan con todas las normas laborales vigentes.
-¿Actualmente cuántos internos trabajan con usted?
- En mi proyecto de Alto Hospicio tengo siete internos y también estoy en La Serena, donde también tengo siete. Llevamos más de 15 años trabajando en la cárcel de Alto Hospicio. Le hemos dado trabajo a más de 400 internos con todo tipo de penas (...) Ellos salen con antecedentes, salen muy estigmatizados. Entonces, yo les doy la posibilidad de que vengan a trabajar conmigo a la panadería. Actualmente tengo dos internos que están trabajando conmigo. Uno está con un beneficio (carcelario) y otro que en este momento está con descanso.
-En otro tema, sabemos del actual momento económico que atraviesa el país. ¿Es rentable ser microempresario en estos días, sobre todo en Iquique?
- Amo Iquique, llegué hace 44 años acá. Me casé acá, tengo cuatro hijos iquiqueños, representé a la ciudad en fútbol. Estoy muy arraigado a esta ciudad. Pero sí he visto lo que ha ocurrido en el tema económico, que hay una depresión muy grande. Tengo muchos clientes de Zona Franca que asesoro y estoy viendo lo que ocurre ahí, estoy viendo el tema de la delincuencia. Hay muchos factores que están influyendo en que nuestra ciudad esté perdiendo ese encanto que tenía hace algunos años. Yo soy del Iquique en el que tú dejabas el vehículo abierto en la calle y a l otro día estaba igual. Soy del Festival de la Challa, del Cine Délfico (...) conozco a Iquique mucho.
-¿Ha perdido clientes por esta situación?
- Sí, bastantes.
-¿Cree usted que muchas veces los empresarios locales no apuestan a la innovación y eso afecta en las ventas?
- Nosotros en la región tenemos un factor que nos va afectar siempre es que somos una ciudad chica. Todos los emprendimientos generalmente implican inversiones, apoyos y cuando tú los tienes, el mercado te limita mucho. Nuestra ciudad es muy especial, donde aquí se ven cosas que no se ven en otros lados. Aquí la gente es tradicional, entonces cuando tú llegas con un producto innovador cuesta un poco meterlo o inyectarlo en el mercado. Cuesta emprender en Iquique. A pesar de que hoy está Sercotec, Corfo que dan herramientas para que los emprendedores se puedan desarrollar.
-¿Usted se considera innovador? Sabiendo que ofrece productos orgánicos...
- Quiero dejar en claro, que todo esto "sano" es de mi hijo, Jorge Soto Cepeda. Él ya recibió su título y luego de estudiar se vino a la ciudad, hizo pareja con una nutricionista. Él es el gestor de toda la línea Glück (...) ellos son muy espectaculares en el desarrollo de los productos sanos. Yo he estado ligado solo al tema del pan, pero me involucré con ellos en una tema súper interesante, que todos los desechos que genera la fruta de los jugos, que se someten a una presión, deja mucho residuo. Lo que hicimos es agarrar esos productos, deshidratarlos y transformarlos en harina. Haciendo productos de panificación con estos desechos de la fruta, en economía circular.
Rotary
Jorge Soto es el presidente del Rotary Club Iquique. Asociación social en la que él ha encontrado grandes amigos y confidentes. El dirigente cree en que este grupo se pueden hallar personas de todos los niveles socioeconómicos y de distinto pensamiento político. Para él, no hay instancia más enriquecedora que esa.
-¿Qué lo llevó a ser rotario?
- Soy rotario porque me encuentro con 34 personajes de distinto pensamiento político, social, económico. De distintas clases sociales, de distinto nivel de ingreso. El único objetivo que nos convoca en esa mesa rotaria es buscar proyectos, planificar, organizar y ejecutarlos para beneficiar a la ciudad.
-¿Siente que hay desinterés en la juventud por ser rotario?
- Los rotarios están como estigmatizados, que son como de una elite, de un grupo de personas que están como fuera del mundo normal. A los jóvenes eso como que no los atrae. Pero el Rotary Club Iquique patrocina a los Rotaract, que son profesionales entre 18 y 30 años. Ellos se reúnen, se juntan y hacen cosas por el bien de la comunidad. Ellos se juntan a solucionar problemas la comunidad. Salen en las noches a alimentar a las personas en situación de calle.
-En este espíritu rotario, se puede imaginar que así como les da trabajo a los internos también tiene a gente migrante en la panadería...
- Yo creo que en todos los países del mundo, las puertas siempre van a estar abiertas para todas las personas que son extranjeros, pero que quieran ser un aporte para la ciudad. Eso es súper importante y según mi experiencia personal, tengo gente trabajando que está regular y con su cédula de identidad vigente. Entonces, ellos tienen la posibilidad de que yo les haga el contrato y eso permite que ellos se desarrollen. Tengo un matrimonio de venezolanos y que son muy trabajadores, y que colaboran mucho con mi empresa. En ese sentido, tengo una experiencia muy positiva. Pero también estoy en contra de todo aquel que venga a delinquir a nuestro país. Creo que hoy nos falta un poco modificar la ley. No permitir el ingreso a todo aquel que venga a producir un daño, a no participar del desarrollo, del bien social. Yo soy partidario que vengan todos los que quieran. Chile es un país muy amistoso, y somos de grandes oportunidades, pero para los vengan a ser un aporte positivo. El negativo, el delincuente no tiene cabida. Si no tiene cabida en su país, menos tiene cabida aquí.
-¿Ha tenido mala experiencia con migrantes?
-Acá me han asaltado y a mano armada. Con las cámaras vimos que eran extranjeros. Recuperamos un vehículo, pero nos violentaron. Pero ojo que la delincuencia está a todo nivel, indiferente de la nacionalidad.
-¿Se siente inseguro como iquiqueño y empresario?
-Yo he hablado con el alcalde y le he dicho pongamos drones de seguridad, protejamos. Démosle al turista y a nosotros mismos la seguridad de poder vivir en una ciudad tranquila y que nos dé la satisfacción de desarrollarnos y de tener también la certeza de que cuando nuestros hijos salgan en la noche, puedan volver (sanos y salvos). Sin el temor que algo les pueda pasar. Cuando salen nuestros hijos en la noche, tenemos siempre esa incertidumbre, por la droga, por el alcohol y por la delincuencia.
"Aquí la gente es tradicional (...) un producto cuesta inyectarlo en el mercado"
"Los rotarios están estigmatizados, que son como de una elite."