Chilenidad
Colocar la bandera en los frontis de nuestros hogares, bailar cueca, comer empanadas, tomar chicha, jugar al emboque o elevar volantines es para muchos la esencia de la chilenidad, no obstante, ser chileno está más cerca quizás del corazón, la familia y las tradiciones.
Quien no recuerda septiembre cuando pequeños; la visita al circo, las reuniones familiares; los juegos con los primos y amigos, los asados y la gran alegría que rodeaba esta festividad que, además, de hacernos recordar nuestra independencia, nos permitía dar vida a parte de nuestra cultura. Sin embargo, los tiempos han cambiado y en nuestro país, especialmente en Iquique, han surgido nuevos aires que le dan matices a esta celebración que hace años nunca hubiésemos pensado.
Hoy no somos solamente las chilenas y chilenos quienes festejamos, sino también los miles de inmigrantes que, poco a poco, han adoptado nuestra cultura, entregándonos también parte de la de ellos. Así la alegría se ha llenado de sabores, música y color en una fiesta innegablemente multicultural.
Estamos creando y enriqueciendo tradiciones, nutriendo parte de nuestra esencia y formando una comunidad cada día más fuerte, donde tanto quienes nacimos en esta tierra como quienes por voluntad o necesidad están hoy en ella, debemos fortalecer cada día los lazos que nos unen.
Mi llamado es a enseñar parte de nuestras tradiciones, como el circo, que está hoy instalado en el hemiciclo de la Unap; las ramadas y las delicias de la comida chilena, a jugar al trompo y al luche, a hacer de septiembre el mes de la hermandad.
Apreciemos a quien está a nuestro lado más allá de su nacionalidad, pues durante la vida muchas veces sin ser inmigrantes nos tocará ser forasteros. Aprovechemos estos días para reencontrarnos, para conocernos y valorar el aporte de quienes ya forman parte de nuestra sociedad. Hoy tenemos nuevas chilenas y chilenos con los mismos derechos y deberes, por lo que estas fechas y durante todo el año, nuestra voluntad debe estar enfocada en fortalecer nuestra relación como pueblo. Como lo decía en su conocido vals de Chito Faró: "Y verán como quieren en Chile, al amigo cuando es forastero".
"Apreciemos a quien está a nuestro lado más allá de su nacionalidad"
Gustavo Soto Bringas,, rector Universidad Arturo Prat."