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CChC: Restringir construcción en altura aumentará los precios y limitará el acceso

Por su parte, líderes vecinales del centro dicen estar de acuerdo con la regulación y piden recuperar los barrios.
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Mauricio Torres Paredes

El presidente regional de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Hernán Lazcano, realizó observaciones a la propuesta de Plan Regulador Comunal, un instrumento que está en plena elaboración por parte de la Municipalidad de Iquique, especialmente a la idea de restringir la construcción en altura en el sector centro a lo menos 6 pisos.

Si bien dijo estar a favor del resguardo patrimonial en el casco histórico, Lazcano acusó que reducir la altura es "planificar una ciudad para los ricos".

Desde su oficina en Torre Capital, el líder regional del gremio constructor puso de ejemplo a su edificio vecino, comparando su densidad actual con la ideal que espera respetar el municipio, de 800 habitantes por hectárea, y que se considera en la tramitación del Plan Regulador Intercomunal.

"Al frente hay un edificio, Matiz. Su densidad debe ser no menor a los 2.500 habitantes por hectárea. Si ese edificio tuviese 800 habitantes por hectárea, bajaría de 25 a 8 pisos, y el precio de las unidades subiría sustancialmente. Si los edificios que hay actualmente tienen el valor que tienen y esos suelos se limitan a 6 pisos, las unidades habitacionales que se logren vender serán de 20 mil UF, ¿Quién puede pagar eso? Están estratificando la ciudad para que solamente los ricos tengan acceso a ese privilegio", expresó Lazcano.

Patricio Pavez, consultor senior de Sigel Group Consultores Inmobiliarios y ex presidente del gremio, coincidió en que "los edificios bajos con pocas unidades se asocian a viviendas para ricos", aunque también dijo estar de acuerdo en que la protección del casco histórico es "saldar una deuda pendiente".

"Hoy el sector del plan regulador que permite la edificación absolutamente libre es el de Plaza Prat, con el 90% de los inmuebles patrimoniales y una zona típica. Casualmente es el que tiene mayores incentivos para edificar en altura. Después de 38 años me parece justo decir que no queremos más densificación alrededor del casco antiguo", manifestó.

Sin planificación

Más allá de la propuesta preliminar, que aún debe ser discutida en consultas ciudadanas y sometida a aprobación del concejo municipal, Lazcano llamó a las autoridades edilicias y gubernamentales a hacer una autocrítica.

"Los instrumentos de planificación deben ir adelante y lamentablemente tenemos un plan regulador con 38 años de antigüedad. Con un Plan Regulador Comunal que se viene dando vueltas hace muchos años, y un Plan Regulador Intercomunal con tres presentaciones de Contraloría rechazadas, que es como haber reprobado tres veces el examen de grado, es imposible hacer una planificación adecuada", exclamó.

Sobre la expansión residencial hacia el sur propuesta hasta Los Verdes, Pavez afirmó que debe ser integral: "Vamos a hacer crecer la mancha de Iquique un 60% hacia el sur, para que todos a las siete de la mañana terminen en el semáforo de Los Molles con la avenida".

Lazcano coincidió en que la falta de planificación repetiría escenarios como el de Altos de Playa Blanca. "No tiene sentido llevar 280 unidades, más 220 que se van a construir, a un lugar donde inicialmente no existía algo tan esencial como ir a comprar pan. Estaban a 20 kilómetros de ir a comprar pan", advirtió el presidente de la CChC Iquique.

Dirigentes a favor de la restricción

Dirigentes vecinales del casco histórico aseguran que es necesaria la regulación. Cristián Bilbao, presidente de la junta vecinal El Morro, dijo que "la propuesta municipal se apega a lo que nosotros hemos planteado, cuidar el patrimonio. Estamos en contra de que las inmobiliarias instalen conventillos verticales, desplazando a los habitantes de los barrios históricos y echando abajo construcciones del tiempo del salitre como pasó en Pedro Lagos con Thompson". La presidenta de la junta vecinal Simón Bolívar, Claudia Saavedra, aseguró que "la gente quiere conservar las casas antiguas, grandes, pero lamentablemente se han dañado mucho estas construcciones. Además que tanto edificio tapa el sol. Creo que hay que poner un límite". Hugo Marín, de la junta vecinal Central, comentó que la restricción "es una petición muy sentida, porque vemos con preocupación cómo se está interviniendo. El centro de la ciudad no resiste. La gente que llega a vivir a esos edificios nunca se va a acercar a la junta de vecinos. Ellos debieran tener un acercamiento y saber a qué lugar llegan, un barrio residencial, de ancianos que van a perder su privacidad porque van a ser observados desde los edificios".