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Cementerio N° 3: el tradicional sitio de reposo eterno de los iquiqueños

Surgió a principios del siglo XX tras la saturación del antiguo Cementerio N° 1 y el desaparecido Cementerio N° 2.
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Rodolfo Capino Valencia

El año 1908 estampado en su pórtico marca la fundación del Cementerio N° 3, cuyo origen fue concebido por la saturación de los dos camposantos existentes, los que eran conocidos como el Cementerio Antiguo y Nuevo Cementerio.

La historia de las necrópolis más antiguas de Iquique inicia con anterioridad. En el año 1898 surgió el Cementerio Nº 1, ubicado al extremo oriente de calle San Martín. El mítico camposanto -que fue denominado Cementerio Antiguo- estaba destinado en ese entonces para las familias más acomodadas y reconocidas instituciones del incipiente puerto.

No obstante, Iquique también tuvo otro camposanto, el que se denominó Cementerio N° 2, cuyo año de aparición fue 1890. Ese espacio -conocido por los iquiqueños como Nuevo Cementerio- estaba ubicado donde actualmente está la Población Jorge Inostrosa y el sector de la Villa Progreso. Estuvo destinado para los vecinos más pobres y las víctimas de epidemias de viruela que diezmaron a gran parte de la población del puerto, haciendo insuficientes las capacidades del Cementerio Antiguo N° 1.

Ambos cementerios continuaron funcionando y su servicio creciendo aún más. Sin embargo, ante la saturación que ya alcanzaban los primeros camposantos en el año 1908 surge la idea de construir el Cementerio N° 3, cuya ubicación procuró estar más lejos de los demás y cerca de las dunas de un Iquique que aún no llegaba hasta allí.

La ciudad fue ganando habitantes atraídos por el auge del negocio salitrero y luego por la industria pesquera, quienes fueron poblando sectores hasta ese entonces agrestes de Iquique. Las familias, que fueron tomando terrenos y construyendo sus casas con precariedad, rápidamente llegaron a los límites del Cementerio 2.

Debido al hecho de que el avance de las poblaciones era algo irreversible, la administración municipal de la época decidió al poco tiempo demoler por completo el cementerio con maquinaria pesada, hacia la primera mitad de los años sesenta, sacando las tumbas y cadáveres para ser reubicados en los Cementerios N° 1 y N° 3.

Años más tarde, específicamente en febrero de 1965, nació formalmente en los antiguos terrenos del Cementerio N° 2 la Población John Kennedy (actual Jorge Inostrosa). Posteriormente, surgieron otros asentamientos en el sector.

En la memoria

En más de 100 años de historia decenas de generaciones de iquiqueños han terminado sus días en la necrópolis ubicada en la avenida Salvador Allende. Miles de nichos y bóvedas mortuorias colman el recinto que debe recibir a los fallecidos de la Provincia de Iquique. No obstante, resaltan varias instalaciones que tienen gran significancia entre la comunidad iquiqueña.

Destaca el mausoleo "Para que nunca más", donde yacen los restos de 20 ejecutados políticos, cuyos restos fueron encontrados en una fosa en Pisagua, en junio de 1990.

Las víctimas de la explosión en la planta Cardoen, en Alto Hospicio, ocurrida en enero de 1986, también tienen su sitio. En la Plazoleta de la Paz existe un monumento que recuerda a las 29 víctimas fatales del hecho que enlutó a Iquique.

Sobresale también el mausoleo de Carabineros de Chile, que rinde honor a los mártires de la institución. Está también el mausoleo de la Sociedad Hermógenes San Martín y el Mausoleo de la Sociedad de Instrucción Primaria de Tarapacá, correspondiente a los profesores normalistas.

En el Cementerio N° 3 está también el mausoleo llamado "Reinas del Tamarugal", donde descansan cinco de las 14 víctimas del psicópata de Alto Hospicio.

A la entrada del camposanto sobresale la imagen de la Virgen de los No Nacidos, que tiene varias placas que agradecen sus milagros, además de la obra arquitectónica que es un memorial de los mártires de la Escuela Santa María, que murieron acribillados tras la huelgas que buscaba mejoras las condiciones de trabajo de los pampinos.

Idea de camposanto

La administración del Cementerio N° 3 está preparando varias mejoras, que se unen a la entrega de 540 nichos ubicados en sector sur oriente del recinto. Además pronto se habilitará una rampa en calle Los Copihues que permitirá llegar de manera más fácil al nuevo pabellón.

"Intentamos inculcar a todos los usuarios la idea de que este es un camposanto y por ende no es bueno hacer asados o poner parlantes con música fuerte al interior ni beber alcohol por respeto a las personas que han perdido a un ser querido", manifiesta Tito Rodríguez, administrador del Cementerio N° 3.

El representante del recinto también destaca que continúa trabajando firmemente con cumplir la resolución sanitaria para impedir la aparición del mosquito Aedes aegypti. Además busca disminuir el vandalismo que se genera preferentemente en la madrugada, con la instalación de medidas preventivas y de seguridad.