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Aumento de tarifas del Metro generó masivas protestas y caos en Santiago

Todas las líneas del tren subterráneo cerraron y hubo disturbios frente a La Moneda. Se invocó la Ley de Seguridad del Estado.
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Redacción - La Estrella

El cierre de todas las líneas del Metro, incluso durante todo el fin de semana, generó ayer un caos generalizado en la movilidad de millones de santiaguinos, que debieron regresar a sus casas a pie. La jornada estuvo marcada por desmanes que cientos de manifestantes provocaron desde temprano para alterar el normal funcionamiento del tren subterráneo con evasiones masivas y protestas en las calles. El hecho, originado en el reciente alza en algunos tramos horarios del sistema, generó un problema político de proporciones para La Moneda.

"Al Gobierno se le fue de las manos la crisis", dijo ayer el Sindicato de Profesionales y Técnicos de Metro, que acusó que un conductor de un tren subterráneo quedó con "esquirlas de vidrio en sus ojos" por el ataque al parabrisas de la máquina.

Las protestas

En varias estaciones, los manifestantes se sentaron al borde de los andenes para retrasar el servicio y en una de ellas lanzaron una pantalla a las líneas del servicio. El corte del servicio generó aglomeraciones en los paraderos del Transantiago, donde la inyección de buses no dio abasto para la enorme demanda. Por ello, varias arterias fueron cortadas para generar espacios para que la gente se fuera caminando a sus hogares. En la Alameda se registraron incidentes entre Carabineros y transeúntes a la altura de La Moneda y del Metro Los Héroes, que terminaron con la intervención del carro lanzaaguas que dispersó a un grupo de personas que cortaron la vía.

Para abordar la situación, Carabineros redestinó funcionarios de los planes cuadrantes para controlar los incidentes. En al menos dos sectores de Santiago se reportaron disparos de efectivos para disolver protestas.

Cita en la moneda

El Presidente Sebastián Piñera encabezó una reunión de emergencia con los ministros del Interior y Transportes, Andrés Chadwick y Gloria Hutt, respectivamente: el presidente del Metro, Louis de Grange; el gerente general de la empresa, Rubén Alvarado; el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, y el general director de Carabineros, Mario Rozas. El ministro Chadwick anunció que el Gobierno presentó querellas invocando la Ley de Seguridad del Estado.

Durante las primeras horas del día, la ministra Gloria Hutt descartó la rebaja de tarifas en el servicio. "Respecto de las tarifas, hay una decisión que ya está establecida", dijo.

Al cierre de esta edición, se contabilizaban al menos cinco personas heridas y manifestantes habían destruido 12 estaciones de Metro, junto con incendiar contenedores de basura en las calles y carros policiales.

En las calles de Santiago, especialmente en Plaza Italia, Providencia, Maipú, San Joaquín y otras comunas, se produjeron fuertes enfrentamientos, lo que fue condenado por el ministro Chadwick y por el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, aunque este último reconoció que la molestia social con el alza de la tarifa.

"Usar la violencia y destruir en este caso el Metro que con tanto hemos construido, realmente es inaceptable".

Andrés Chadwick,, ministro del Interior."

Fiscal Abbott cuestiona la eficacia del control preventivo

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El fiscal nacional, Jorge Abbott, criticó que menores puedan ser objeto de controles preventivos de identidad, luego de que la medida fuera aprobada por la Cámara de Diputados considerando desde los 16 años.

"Paradojalmente, el número de niños, niñas y adolescentes que cometen delitos han ido bajando, pero ha ido incrementándose el número de delitos que cometen esos jóvenes y la violencia con las cuales los cometen", expuso el jefe máximo del Ministerio Público en radio Cooperativa.

"Nuestra reflexión es ¿tiene sentido que hagamos control de identidad a cuatro millones de menores para identificar a 20 mil o 25 mil muchachos que están identificados y que efectivamente son los infractores de ley?", se preguntó.

"Lo que va a producir en esos cuatro millones de niños o jóvenes que van a ser controlados, es que van a reaccionar con rabia, a sentirse discriminados y, en consecuencia, estimamos que lo lógico es tomar esos mismos recursos en focalizar la atención en aquellos menores infractores de ley penal que sí podemos identificar y que son un grupo pequeño de ese universo de jóvenes", sostuvo Abbott.

Consultado por la postura del Gobierno, Abbott afirmó: "Probablemente tengan una visión distinta a la nuestra y crean que sea más eficiente el control de identidad... Yo no creo que hay que salir a pescar entre cuatro millones de personas, para identificar a veinte mil muchachos".

Sobre las últimas cifras de victimización conocidas en el índice de la Fundación Paz Ciudadana, planteó reparos al análisis que se ha hecho de ellas. Por ejemplo, dijo que mientras ese informe reporta una importante baja de las denuncias de las víctimas, de acuerdo a las cifras del Ministerio Público, ellas subieron. "Hay una inconsistencia en lo que llega al Ministerio Público con aquello que la encuesta dice... En vez de dar opiniones aceleradas, ¿por qué no nos sentamos a ver todos los factores y otros índices?", planteó.

"Esto de echarle la culpa al tipo de enfrente creo que es una mala práctica (...) para el Gobierno, para la clase política, para lo académico, para el Ministerio Público y para la prensa", dijo.