No deja de impresionarme en ningún minuto la lucha que está llevando a cabo todo mi país, es especial mi querido #Iquique #LaMarchaMasGrandeDeChile
¿Por qué hacen esto? Por qué algunos skaters y ciclista bajan por la calle en contra del tránsito. Lo he visto varias veces en Av. Francisco Bilbao. #Iquique
Si bien es cierto que una asamblea o congreso constituyente es un organismo de representantes colegiados o afiliados que tiene como función redactar la nueva constitución, dotado para ello de plenos poderes o poder constituyente al que deben someterse todas las instituciones públicas, también es cierto que algunos autores de textos de ciencias políticas y sociales la definen como la "reunión de personas, que simbolizan el pueblo ejerciendo su autoridad de mandatario, que tienen a su cargo ejercer la facultad de legislar, para editar una nueva ley fundamental y las nuevas líneas de la organización de un Estado, que modificarán los prototipos o modelos ya existentes". Más claro, la asamblea constituyente se constituye en un mecanismo popular y democrático, para la configuración de un nuevo modelo de legislación constitucional y de organización del Estado.
Pero no se trata de generar enmiendas constitucionales propias de las funciones de los parlamentos, sino de transformaciones radicales, orientadas al cambio de sus estructuras fundamentales.
En efecto y dado los acontecimientos que estamos viviendo, Chile necesita una nueva Constitución Política; aprovechando que en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara de Diputados del Congreso Nacional, se encuentra en primer trámite constitucional el proyecto de ley que modifica la Carta Fundamental en materia de plebiscitos y establece un procedimiento para la elaboración y aprobación de una nueva Constitución Política, ingresado el martes 14 de mayo de 2019.
Sin obviar que, si miramos la génesis de cada una de nuestras más importantes cartas fundamentales (1833, 1925 y 1980) nos daremos cuenta de que en ninguna de ellas el pueblo ha tenido una participación significativa.
En estricto rigor, la mayoría de ellas ha sido impuesta más por la vía de la fuerza que por el poder de la razón o la deliberación democrática.
Roberto Cisternas Contreras
¿Es correcto renunciar ahora a un cargo político para poder participar en las elecciones de 2020?
¿Considera adecuado el levantamiento del toque de queda en Iquique?
Un alza en el transporte metropolitano sirvió para desencadenar la crisis política y social más grande que ha tenido Chile en este último siglo y que hoy tiene volcado a casi todo un país marchando en las calles.
Reprobando toda acción de violencia, vandalismo y delincuencia, realizada por turbas que desconocen el verdadero sentido de este movimiento, como también de la fuerza desmedida empleada por algunos funcionarios encargados del orden y seguridad, acojo plenamente el descontento ciudadano, que desde hace décadas se acarrea en Chile.
Como alcalde solo me basta ver el trato que históricamente ha tenido La Moneda con sus regiones, en especial con las zonas extremas, donde muchas veces como autoridades locales, tenemos que "limosnear" por un par de minutos de atención, para que los mandatarios escuchen nuestras propuestas (no problemas) para el desarrollo local.
La desconexión política con la sociedad, en especial en el centro, es tal que durante el último tiempo fuimos testigos de declaraciones de ministros, que ironizaban con las alzas.
Pues bien, toda esa indolencia tocó fondo y los ciudadanos salieron a las calles para exigir una transformación profunda en los cimientos de nuestro Estado, exigiendo derechos básicos como el acceso a una vivienda y acoger el programa de cooperativa que desde el municipio hemos propuesto, como también reformar el sistema previsional, además de asegurar una salud y educación acorde a una nación que para el Presidente Piñera, hace unas semanas era "un oasis" en medio de Latinoamérica.
La situación en nuestra región es límite, por lo que además de las reivindicaciones nacionales, hacemos un llamado a las autoridades nacionales, que acojan las peticiones del Comité de Reactivación de Zona Franca, donde hoy sumado a la delicada situación que vive, se agrega el cierre forzado que ya cumple casi una semana y que según informaba este mismo medio, se estiman pérdidas por alrededor de 57 mil millones de pesos, que se suma al grave daño generado en nuestra industria del turismo.
Entrando a la segunda semana semana de movilizaciones, como país es necesario reestablecer el orden público y comenzar a delinear la agenda transformadora de cambios sociales y políticos, considerando que los anuncios tibios del Presidente Piñera no tuvieron eco ni acogida entre toda la ciudadanía.
"Hacemos un llamado a las autoridades nacionales, que acojan las peticiones del Comité de Reactivación de Zona Franca".
Mauricio Soria Macchiavello, alcalde de Iquique."