Si don Nicanor Parra aún anduviera por ahí quizás con una leve sonrisa socarrona pensaría en modificar uno de sus artefactos más famosos: "La izquierda y derecha unidas al fin serán vencidas".
El Presidente Allende desde algún lugar del universo diría: "Se los dije, más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor".
Y el Presidente Aylwin, clamaría golpeando la mesa: "Es hermosa la tarea por delante de restablecer un clima de respeto y de confianza entre civiles y militares. ¡Si Sr.! civiles y militares, sí compatriotas, Chile es uno solo!".
Nueva etapa social
Para una crisis potente se necesita cambios grandes. Baja la luz, el agua, suben las pensiones en 20%, bajan las dietas parlamentarias, se garantizan sueldos mínimos de 350 mil pesos, se acaban las reelecciones parlamentarias eternas, se bajan los precios de los medicamentos. Nunca un gobierno había propuesto una agenda social así.
Valoro la autocrítica y perdón, así también las medidas del Presidente Piñera, creo que es un buen punto de inicio para una nueva etapa de nuestro país.
De las nuevas generaciones en política depende tener mayor sintonía con la realidad y empujar todo aquello que nos inquieta para cambiar.
Creo que este punto de inicio nos convoca a trabajar más unidos que nunca para no volver atrás.
Histórico
La gran cantidad de personas que el viernes se reunió en la Plaza Italia, y en distintas partes del país, incluyendo Iquique y Alto Hospicio, marca un nuevo hecho histórico de las demandas sociales. Es un punto de inflexión que debe ser recibido con la mayor seriedad posible por parte de las autoridades, y sobre todo por el Gobierno y los parlamentarios.
Si ahora no sintonizan con la ciudadanía de manera honesta, nunca lo harán con justicia, y habrá que esperar 30 años más para lograr un cambio estructural.
Gaspar Millas del Río
Tomás Orellana B.
Hernán Sanquea